Especial
J Balvin nos cuenta la historia personal que esconde ‘Machika’
Su canción junto a Anitta y Jeon promete ser un mega hit con repercusión mundial
J Balvin se lo ha puesto difícil él mismo. Tras el éxito de Mi gente y todos los récords conseguidos (incluidas varias semanas en la lista de LOS40), ahora llega el momento de cederle el testigo a un nuevo single. Y claro, el listón está alto.
Aunque parece que tanta presión no parece afectar al colombiano que ya tiene preparado un nuevo temón que tiene todas las papeletas de convertirse en uno de los grandes pelotazos de la temporada.
Machika es en un auténtico grito de guerra que va a estar en boca de medio mundo. Precisamente, ese aire belicoso es el que encontramos en el vídeo que tiene un aire a lo Mad Max, con mucho rollo apocalíptico.
Viendo las imágenes algunos ya han empezado a elucubrar y difundir el rumor de que podría tratarse de la sintonía del Mundial Rusia 2018. Y la verdad es que las banderas que aparecen en el vídeo se corresponden con las de los países participantes.
Pero más allá de todo eso, lo que más nos ha llamado la atención es la historia personal que hay tras esta nueva canción. Una de esas historias que nos hacen creer en las casualidades y en el destino que tiene marcados algunos encuentros inevitables.
Jeon Arvani, el nuevo fichaje de Balvin
Por primera vez vemos al cantante colaborar con Jeon Arvani, un cantante que todavía no tiene mucha proyección internacional pero sí un feeling que conquistó a Balvin desde un primer momento.
Su nombre real es Jonathan Thiel y nació en la isla caribeña de Aruba. Se crio en la complicada zona de Santa Cruz donde no están acostumbrados a que la vida no sea amable con ellos. Pero él marcó la diferencia y demostró que si se quiere, se puede.
Su padre tocaba el piano, su tío era productor y él entró en un grupo de gaita con 14 años. La música fue su salvación y la que marcó un camino en el que se empezaron a abrir las puertas de una carrera en la que nunca obvió el folklore, ni cuando descubrió el Hip Hop.
En su isla empezó a tener prestigio pero aun así, Balvin no sabía quién era cuando le conoció. Él mismo nos ha contado su historia:
“Me fui una temporada a Nueva York y un día entré al gimnasio y vi un personaje que con su energía me cautivó. Hablamos”.
“Se llamaba Jeon, de Aruba, y no sabía que hacía música ni que cantaba”, reconoce.
Su encuentro fue de lo más casual pero el destino hizo que la cosa creciera. “Un día DJ Blas, productor muy reconocido de Puerto Rico, puso un vídeo de él cantando y me encantó cuando caí en la cuenta de que era Jeon, mi vecino”, relata.
“Cuando regresé al gimnasio me lo encontré y le pregunté si era él y… ¡vamos a trabajar!... y ahí es donde nació Machika”.
Anitta: Una constante en su carrera
Si Jeon era nuevo en el universo de colaboradores de Balvin, otra historia es lo de Anitta.
Si escuchamos eso de: “Si necesitas reggaeton, dale”, en seguida pensamos en Ginza de J Balvin para el que contó con la brasileña. Fue, sin duda, el empujón que le hacía falta para convertirse en un artista global y la canción que interpretó en el Festival de San Remo de Italia.
Su relación se ha ido afianzado en este tiempo y ambos han ido creciendo por separado. Anitta ha colaborado en estos meses con artistas como Iggy Azalea, Major Lazer, Poo Bear o Alesso.
Pero entre ellos hay química y la volvimos a encontrar en su última colaboración hasta la fecha: Downtown. Una de esas canciones de alto voltaje en cuanto a lo sexual.
Poco ha tardado ella en devolverle el favor y volver a cantar con él. La brasileña es la voz femenina de Machika.
El mundo forrado de ojos
Si hay un símbolo que acompaña a este nuevo lanzamiento ese es el de dos ojos que han forrado ya medio mundo a través de grafitis y posters que forman parte de una campaña de marketing inédita.
El pasado mes de diciembre empezamos a verlos en ciudades como Londres, Ciudad de México, Bogotá, Sevilla o Buenos Aire creando una expectación que ha hecho que se genere una gran expectativa en torno a esta nueva canción.
Ya estamos preparados para gritar ¡Machika!
Y para dejarnos deslumbrar por un vídeo que cuenta con una gran producción en la que no sólo llaman la atención los lugares paradisíacos que muestra sino el vestuario y el maquillaje arriesgados que aportan un punto de fiereza a los protagonistas de la canción.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...