Especial
Los escenarios de U2, Lady Gaga o Taylor Swift salen de un pueblo que no conoce la tecnología
Las giras más importantes de los últimos tiempos han nacido en una comunidad amish
Cumplir los sueños de una estrella de la música puede resultar imposible. Sin embargo, existe una pequeña ciudad en Pensilvania que es la lámpara mágica de los artistas más reconocidos del último siglo.
Concretamente se trata de Lititz, una pequeña población del Condado de Lancaster que reúne a una comunidad amish alejada de las nuevas tecnologías, los avances científicos y la vida moderna en general.
Es en este lugar donde se han hecho realidad los escenarios de las giras más importantes de los últimos años. La empresa de ingeniería arquitectónica y software Tait Towers tiene en esta ciudad su sede, lugar al que acuden cantantes como Bono, Lady Gaga, Taylor Swift o Katy Perry para dar forma y diseñar su escenografía.
Junto a su equipo de diseñadores, las estrellas del pop-rock llegan a esta pequeña ciudad para construir las estructuras que les acompañarán durante su gira. Además, las dimensiones de la sede de Tait Towers permite a los propios cantantes ensayar en ese escenario que luego se desmonta para pasearlo por los estadios más importantes del mundo.
- Un paraíso en el anonimatO para los artistas
Lo que comenzó como un juego se ha convertido en una auténtica fábrica de sueños
Fue en 1978 cuando Michael Tait fundó su compañía. Llevaba 15 años acompañando a Yes, banda de rock de la cual aprendió todo lo necesario para convertirse en el gran creador de las giras más espectaculares de la historia.
En la década de los ochenta, Tait construyó el escenario en el que Michael Jackson se adelantó a la luna. También se puso al servicio de Bruce Springsteen, U2 o los Rolling Stones. Fue su empresa la que construyó el escenario para la gira Voodoo Lounge en 1994 del mítico grupo irlandés. Hasta es momento, tal y como confiesa James Fairorth para Wired (actual presidente y CEO de la empresa), todo se trataba de una especie de juego.
A partir de ese momento llegaron otros hitos como la pantalla de vídeo de la gira elvet Rope de Janet Jackson en 1998 o las escenografías más espectaculares de las giras de Ed Sheeran, Jay Z, Katy Perry o Lady Gaga en los últimos años.
El árbol de The Joshua Tree Tour o la pasarela levadiza de The 1989 World Tour
Son innumerables las giras cuya escenografía ha corrido a cargo de Tait Towers. Take That, Rihanna, Celine Dion, Kanye West, Beyoncé, Selena Gomez... Todas las estrellas de la música se han puesto en manos de esta empresa para brillar sobre el escenario.
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Entre los muchos logros de Tait Towers destaca el árbol con el que U2 se ha recorrido el mundo en su última gira. Parece simple, pero la escenografía es una pantalla de vídeo LED de 8K de 61 metros de ancho y 14 metros de altura pintada de oro con una silueta del árbol Joshua en plata. Ahí es nada.
Entre otros hitos sobresalen el castillo que Lady Gaga usó en su Born This Way Ball, el decorado más grande que jamás se había construido para una gira, y la pasarela levadiza en la que Taylor Swift volaba sobre el público en su gira The 1989 World Tour.
La imaginación de un artista no tiene límites, Tait Towers tampoco
Vistos todos estos ejemplos y a juzgar por las escenografías de las giras citadas, parece que cualquier idea de un artista, por imposible que parezca, puede hacerse realidad.
La cooperación entre los equipos de diseño de cada cantante junto con las opciones que brinda esta empresa da como resultado un sinfín de posibilidades para las estrellas: puentes levadizos que se convierten en pantallas, objetos móviles que vuelan sobre el público, pirotecnia, pantallas LED infinitas, etc.
Está claro que si existiese una lámpara mágica para cumplir los deseos de cualquier estrella de la música, Tait Towers sería lo más parecido a ello.