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Monster Hunter World: El bello y las bestias
No importa a que estés jugando ahora; compra Monster Hunter World.
Pocos juegos hay que hayan aprovechado tanto el salto generacional como Monster Hunter World. Desde tiempos de Wii no recibíamos una entrega del juego de caza de Capcom y ahora que llega a PS4 y Xbox One parece un juego nuevo.
No sé por dónde empezar.
No importa cuántas horas tengas para dedicar a tu PS4/Xbox One, Monster Hunter World te va a dar más horas de juego. Empezarás con un personaje y un arma común en un nuevo continente, a partir de ahí todo será crecer en base a la exploración y a las ganas de invertir tiempo.
Monster Hunter consigue sumergirte en un mundo como nunca había conseguido; consigue crear algo ‘vivo’ y esa es la parte difícil que no había conseguido nunca.
Ahora los monstruos piensan por sí solos, tienen sus rutinas favoritas para cazar o sus zonas de descanso y, por supuesto, su cadena de alimentación propia.
Se ha terminado lo de cazar una sola bestia en un punto determinado de un mapa; ahora las cosas pueden liarse si os cruzáis con quien no toca por el camino o tener un giro propicio de acontecimientos en el que otra bestia os ayude a acabar con vuestro objetivo… Capcom ha dado en el clavo con el subtítulo “world”, porque han conseguido crear un mundo vivo.
La historia no es lo que os llevará al mundo de Monster Hunter, pero una vez lleguéis y conozcáis el campamento querréis quedaros a vivir allí; subiendo y bajando pisos en ascensores de madera, hablando con los diferentes personajes en busca de misiones, probando delicias en la taberna o perdiendo horas en “La Forja” investigando lo que os gustaría llegar a fabricar.
Y es que el crecimiento de personaje también se vive de forma diferente en este juego. Los catorce tipos de arma disponibles (cada una con su control específico) hacen que el juego parezca no tener fin, pero cuando elijáis vuestras favoritas y os centréis en ellas, descubriréis que conseguir materiales para crear nuevas armas y mejorar las existentes se convierte en algo que pide atención y que puede resultar tremendamente satisfactorio.
Para crear cierta espada, la forja puede pediros materiales de 3 o 4 monstruos diferentes que tendréis que investigar y cazar por separado. Como imaginaréis, el gustito que da poder finalmente acceder a ese bien codiciado que no te podías permitir antes, es un placer como ir al baño después de un viaje demasiado largo.
De verdad os digo que Monster Hunter World consigue que el tiempo pase sin que os deis cuenta. La cantidad de contenido que esconde es abrumadora; sólo en el campamento podéis perder horas investigando y hablando con compañeros. Las misiones son otro mundo…
Las misiones tienen un componente de investigación bastante básico que os llevará a encontrar huellas, rastros, acúmulos de mocos y demás evidencias que os darán información acerca de vuestra presa y de su comportamiento. Ese material de información, además, irá directo a una enciclopedia in-game en la que quedará reflejada toda la información que hayáis encontrado acerca del os monstruos que cazáis (otra razón para volver y re-volver a los sitios en busca de completar y completar).
De las batallas hemos hablado ya sin querer. Dependiende de la armadura, objetos y armas que llevéis, que encontréis a la bestia en un punto u otro de su hábitat, de que aparezca alguna otra criatura a molestar y de la la conexión sensorial que tengáis con el resto de miembros de la expedición (cuanto más contacto con ellos más gratificante, claro está) la experiencia será una u otra. En cualquier caso, podemos asegurar que la experiencia siempre será diferente y que valdrá la pena volver a cazar por placer (o para recolectar…).
Técnicamente, Monster Hunter World es una barbaridad sin precedentes. Desde los bosques frondosos hasta las tierras de Coral, la atención al detalle se ha vuelto loca en este juego. Los diseños de los monstruos, de las armas, de las piezas de armadura… da tanto miedo pensar en la cantidad de horas que Capcom ha invertido en este juego como reconforta saber la cantidad de horas que puede dar un solo gasto de dinero en una tienda de videojuegos cuando se elige bien.
No comprar Monster Hunter World es un acto de estupidez. Creo que cualquiera puede encontrar su hueco en este mundo; amantes de los juegos de acción o de los RPG, da igual… cada uno tendrá su “approach”, su arma, su sistema, su tiempo para invertir… no importa, tras un tiempo generoso en Monster Hunter World tengo claro que todo el mundo encontrará una dosis ingente del mejor entretenimiento.