“Yo si volviera a nacer, no sería David DeMaría ni de coña”
Reflexiones en su primer libro
David DeMaría lleva 20 años dedicado a la música. Sus canciones han llenado de poesía muchos momentos de nuestra vida y ahora, ha prescindido de la música para plasmar toda esa sensibilidad que le caracteriza, en un poemario.
Retazos de una vida y reflexiones maduradas con un destino claro: su hijo Leonardo que le ha cambiado la vida y se ha convertido en el motor que le mueve e inspira.
Navegantes en un barco de papel es un compendio de principios, valores, pensamientos y, en definitiva, una manera de entender la vida que el gaditano quiere legar a su pequeño.
- Martes y trece para lanzar tu primer libro. Está claro que no eres supersticioso, ¿no?
Era mi grupo de humor favorito. Los que hemos nacido a finales de los 70, hemos crecido con ellos. Es un día más especial que el resto de los días porque todos recordamos un martes y trece. Sin ser un día que conmemore nada… es curioso que el disco sale el 13 de abril, el single se ha estrenado un 13, el 13 persigue este proyecto.
- Dices que está “escrito en las madrugás, robándole horas al sueño”. Yo pensé que de eso ya se encargaba tu hijo.
Aprovechando entre biberón y biberón… Cuando se quedaba la casa tranquila era imposible dormir cuando sabía que tenía que escribir 200 poemas. Era el único momento en el que podía desconectar.
- ¿Qué ha supuesto para ti la paternidad?
Un cambio de estructura vital. La prioridad es él por encima de mí mismo. Es un instinto natural que no conocía y que sale solo. Sobre todo para los que creemos que la adolescencia dura hasta que tienes 80 años. Yo soy muy mayor cuando me pongo profundo, soy como un viejo de barrio o un marinero en tierra con las manitas detrás paseando en un malecón. Pero a la hora de la verdad me siento como el chaval que se fue de viaje de fin de curso, en muchos aspectos. La paternidad te sirve como centro de equilibrio.
- Con un muso como él uno espera algo menos agridulce que este poemario, ¿cuál era realmente tu objetivo con el libro?
El DeMaría no es tan ñoño como algunos piensan. Ese toque agridulce viene de la propia sociedad en la que vivimos, y de la crisis de los 40, y de ver que la vida no es un Instagram, es algo mucho más real.
Me gustaría que este poemario le llegara a mi hijo en el momento preciso, no con 8 o 9 años, porque no lo va a entender. A mí me gustaría que mi padre me hubiera dado algo así con 19 o 20 años porque le hubiera conocido más de lo que le conozco.
Es como dejarle un diario emocional apostando por la humanidad, la ética, la moralidad y el equilibrio de los extremos opuestos en los que vivimos.
Las cosas del amor y la amistad
- Hay mucho amor, pero también desamor… ¿cuál marca más?
Marca el misterio de equilibrar ambas. En estos poemas lo que intento es explicarme a mí mismo el mapa emocional para no caer en una cosa ni en la otra. Ni en el desamor ni en el amor sobreactuado o exagerado que pueda ahogar al prójimo. No es un libro especialmente romántico para el día de San Valentín, es un libro realista.
- Una palabra que se repite mucho es sentir, ¿es difícil sentirlo todo con tanta intensidad como parece que sientes tú?
En mi caso no es difícil sentir sino digerir lo que siento. En un mundo de superficialidad yo apostaría por el camino de la pasión y el sentimiento antes que por el camino del cálculo y la estrategia y la superficialidad sentimental.
- En El pellizco que se espera reflejas ese intentar ser esa persona que el otro quiere que seas para tener su amor, ¿te ha ocurrido alguna vez?
Creo en el amor, o el encuentro, o el compromiso, sin esperar nada a cambio. Sin esperar que por estar contigo vas a cambiar en el tiempo o voy a cambiar. Tú me conoces, te enamoras, me quieres y me tienes que querer así, con sus pros y contras. Lo que no se puede es intentar cambiar a la otra persona porque entonces no has entrado con verdad.
- El amor que me das se lo dedicas a tu madre. Ser padre, ¿te ha hecho replantearte la relación con tus padres?
Me ha hecho valorarlos mucho más, sobre todo, teniendo en cuenta que tienes una madre que se quedó embarazada con 17 años. Toda esta lucha de la que soy cómplice y embajador y obrero de la mujer en este momento, para mí mi madre, junto a mi hijo, es mi verdadero ídolo.
Con 17 años era curranta, super dinámica, le encantaba viajar, flipaba con Camarón de la Isla, la Pepi (María Josefa se llama, de ahí lo de DeMaría) era una mujer con un proyecto de vida brutal si no hubiera conocido al bombero. Pero el bombero la dejó embarazada muy pronto y la metió en una jaula para criar a tu hijo mientras yo me gano el pan en la calle.
- El valor de la amistad. En este poema tratas un tema complicado porque hoy en día ‘amigo’ se utiliza muy a la ligera, sobre todo en un mundo de amigos virtuales, ¿no?
Medimos los amigos por los ‘me gusta’. Para mí la amistad no es el sentido de la posesión ni de la decisión. El secreto de la buena amistad es saber valorar y respetar los espacios y que no se te vea el plumero del egoísmo.
- Siguiendo con esto de la amistad. Para un tesoro de amiga, va para una de ellas. Para que luego digan que la amistad entre hombres y mujeres no es posible.
Valorar a un tesoro de amiga y saber que existe una amistad sin la mirada incipiente de la conquista, es eso. Parece que entre un hombre y una mujer no podamos ser amigos de verdad sin que el amigo de al lado te diga, ‘¿qué, te la quieres follar?’. No, ¿por qué? Para mí esa amistad existe.
- También hay palabras para Orco, un perro fallecido al que llamas tu primer hijo. ¿Eso no es pasarse?
Para mí era como un hijo, o como un colega, o como un psicólogo. Los 12 años que he vivido intensamente con ese perro me hacían sentir que era su perro. Hasta que he sido padre de mi hijo y te das cuenta de los distintos niveles de amor.
Conoció a Leo y su organismo le dijo adiós. Me vio feliz con mi hijo, tuvo hasta sus celos y luego una enfermedad se lo llevó en un año, el 2017, complicado para mí por algunas pérdidas.
Sentimientos encontrados con las redes sociales
- En ¿Sandy k’ lista? Leemos: “Internautas aceptando complacientes que nos coman la cabeza, ¿dónde están nuestros cabales? ¿pantomimas digitales?”. Sentimientos encontrados con esa vida virtual que parece imponerse, ¿no?
Como nadie habla de eso, o por lo menos no veo que nadie hable de la peligrosidad que hay. Yo sufro acoso por las redes sociales. Soy una persona que sin ser de mayorías, sí soy de una grandísima minoría muy fiel. Esa ventana abierta hacia tu intimidad se ve vendida.
- Antes la intimidad era un valor…
La puede alterar cualquiera inventando barbaridades. A mí me han hecho mucho daño en mi vida. Han desestructurado mi vida personal por las redes sociales y me han generado grandísimos y serios problemas.
- Pero ha sido porque no has asimilado críticas, ¿o por qué?
Porque se han colado en tu vida hasta la cocina jodiendo tu intimidad. Gente que te ha conocido por amistad virtual o que te ha conocido después de un concierto dos horas de tu vida. Yo en ese poema intento avisar de que alguien pare todo esto o le ponga una barrera. No puedes ir conduciendo a 160km/h por la carretera, aquí parece que podemos ir a 200 o 300.
- Pero al final, lo que diga una persona que no te conoces, ¿no es un poco como humo?
Sí, pero a veces debajo del humo se puede crear un gran incendio y ahora mismo hay otro deporte nacional que es el de crear incendios en la red, hay gente que pierde mucho tiempo en su día para simplemente crear incendios. Hay muchos pirómanos en las redes sociales.
He dejado de admirar a muchos referentes para mí porque se han vuelto (en redes) oráculos de la absoluta verdad.
A mí, internet, junto a las toallitas húmedas, me parece el mejor invento del siglo pero en el libro le estoy diciendo a mi hijo que internet, de puta madre, pero según como lo utilices.
- A nivel profesional te vienen bien…
A mi carrera las redes sociales le vienen que te cagas, a mi carrera profesional. A mi vida personal ya prefiero quedármelas de puertas arriba.
Yo he dejado de admirar a muchos referentes para mí porque se han vuelto oráculos de la absoluta verdad. Veo Matrix y veo el twitter de muchos. Saben de todo, opinan de todo… hoy me pongo una chaqueta del de la izquierda que mola, mañana del de la derecha, pasado soy del centro, soy Gandhi mezclado con María Teresa de Calcuta y al otro soy ministro de cultura y al otro, soy de pesca.
A ciertos artistas (de toda índole) flipo, están super aburridos. O también, ya me he dado cuenta, que muchos pagan para que les hagan eso. Se ve el que lo hace él y el que está todo montado. Bienvenidos al juego.
Reflexiones vitales
- Hay mucha referencia religiosa (Caín, San Pedro, fe, pecados capitales, cofradías, Dios…) pero no tengo clara cuál es tu postura al respecto. ¿Existe Dios más allá de tu conciencia?
Me encanta porque es lo que pretendía, que nadie tuviese ni puta idea de lo que soy. Nos hemos criado con esa educación. La idea romántica del Dios me parece excepcional y un gran camino de guía en tu vida. Pero el verdadero Dios es tu conciencia, todo lo demás es como Hollywood llevado a un best seller llamado Biblia. Me encanta lo iconoclasta pero más a nivel artístico. Para mí mi Dios es el pañal de mi hijo cada día.
- En Fuera de mí tratas la necesidad de eliminar las cosas tóxicas de tu vida, ¿cuáles han sido las tuyas?
Yo creo que no nacemos malos, nos vamos haciendo malos por el camino, nos vamos equivocando y tropezando. Lo malo es que después de un tropiezo se prefiera seguir así. He visto a muchos amigos y entornos ayudarnos mutuamente y hemos salido juntos de muchas situaciones y otros han preferido no salir de ahí. Yo lo tóxico, en general lo quiero fuera de mi cuerpo. Me gustaría decirle a mi hijo el día de mañana que experimentará en todo tipo de situaciones en la vida pero que lo mejor es que todo lo tóxico y malo esté fuera de ti.
- En Carpe Diem aseguras que el tesoro más preciado es ser siempre uno mismo. ¿Tú lo has logrado siempre?
Es difícil, pero yo me siento orgulloso de no haber vendido mi alma al diablo aunque todos seamos epicúreos y a todos nos guste el placer, no sintiendo dolor.
20 años de música
- Este año celebras tu 20 aniversario musical con el lanzamiento de un Cd-Dvd en directo con multitud de colaboraciones, ¿han pesado esas dos décadas?
Sigo igual de canijo, igual de flaco, pero, sí que han pesado. A mí me dicen hace 20 años que iba a tener una compañía discográfica como Warner que se cree tu proyecto y con colaboraciones de compañeros tan inmensos, yo lo hubiera firmado. No me lo hubiera creído, me puedo sentir orgulloso.
Otra cosa es que en esos 20 años la cantidad de bifurcaciones que encuentras en el camino artístico, cuando vas a pecho descubierto, a lo mejor te hagan decir ‘no hubiera estado mal tener tu plaza de propiedad de bombero y especializarte en submarinismo o bombero montañero…’.
- Tus incendios son otros…
Yo si volviera a nacer, no sería David DeMaría ni de coña.
- ¿Lo dices en serio?
A mí esos egocéntricos que dicen ‘si volviera a nacer sería yo mismo mil veces más’. Eso es muy Lola Flores y yo, aunque haya nacido en la tierra de Lola Flores soy jerezano, de un poco más al norte. Yo hubiera elegido ser papá de Leonardo, sin duda, pero yo he nacido para tener una vida mucho más en equilibrio. Para mí esto de David DeMaría, en el fondo, es una lucha.
- Eso dices ahora pero llevas 20 años en esto y eso es por algo.
Para mí montar en la furgoneta o meterme en un estudio o un local de ensayo o estar en el escenario probando sonido, no ya el concierto, para mí es la verdadera libertad. Ahí no existe religión, política…
- Cantas en catalán en unos tiempos complicados, ¿es algún tipo de reivindicación?
Primero tiene el orgullo de que te elijan. Tengo un tío que se fue muy joven a trabajar a Cataluña y me siento catalán. La música y el arte es un lenguaje universal con el que entenderse.
- También te has metido en el cine.
He llevado al cine La casa de Bernarda Alba en una canción de 4 minutos. Cuando te dan el guion y te dicen ‘¿puedes hacer la canción principal?’, yo dije, ‘¿la canción principal de qué?’ y me contestaron, ‘de la obra de Lorca que la llevamos al cine’. Emilio Barrachina, además. Yo pensé que estaba de coña. Pídeselo a Sabina, a Ruibal… ‘no, queremos que lo hagas tú’. Ha sido el encargo de obra con más responsabilidad pero del que me siento más orgulloso. Se presenta en el Festival de Cannes, con Victoria Abril y Asumpta Serna, un reparto muy especial y he tenido la suerte de hacer un cameo en el cine. Aparezco cantando el tema.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...