Kingdom Come: Deliverance

Aventura en el medievo para rato

Warhorse Studios, los creadores de Kingdom Come: Deliverance, lo describen como un juego de rol realista e históricamente preciso. Palabras que pueden ser peligrosas, porque ponen al juego bajo una lupa que no tendría con una descripción menos grandilocuente.

El detalle histórico se ve hasta obsesivo en ciertas aéreas del juego, pero veamos cómo encaja el conjunto.

La historia se centra alrededor de Henry, el hijo de un herrero viviendo en la Bohemia del siglo XV. La vida de Henry va a dar un vuelco cuando una lucha de poder entre el rey y su hermano resulta en un ataque a su aldea, que acaba en llamas y con sus padres asesinados.

Huyendo del lugar sin nada más que la última espada forjada por su padre, nuestro protagonista se embarca en una misión de venganza ascendiendo por la jerarquía social de la Europa del Medievo.

El mundo De Kingdom Come se deja explorar de múltiples maneras. El rol de Henry empieza como un escudero, haciendo recados para Lords y demás personajes de alta alcurnia, devolviendo caballos a sus establos o corriendo al auxilio de pueblos y tomando lugar en sangrientas batallas.

Las misiones se pueden resolver de diversas formas, tanto infiltrándonos en campamentos enemigos como tomando otros enfoques. Aprender habilidades como la lectura o la alquimia abren todo un abanico diferente de posibilidades.

Sea cual sea la forma en la que decidas jugar, en algún punto habremos de desenfundar la espada y derramar la sangre de nuestros enemigos. Aquí vemos una de las promesas de realismo de sus desarrolladores, durante el combate usaremos técnicas reales que nos dejan atacar, bloquear y realizar combinaciones desde cinco ángulos distintos, aunque pueda resultar un poco tosco en ocasiones.

No es fácil, pero si satisfactorio, y deja al jugador aproximarse a las luchas con una cautela que pocos juegos permiten. A no ser que vayamos a caballo, luchar contra más de un oponente resulta todo un desafío. Y otro detalle curioso es que no todos duelos acaban con la muerte del rival, los perdedores tienen la opción de rendirse y ponerse en manos de la honorabilidad del ganador.

La narrativa está enfocada en la política de la guerra y el honor de la caballería, pero el rol de la iglesia con la caza de brujas y herejes está a la orden del día. Entre los momentos de guerra y muerte también los hay de amor y sonrisas, puesto que Henry es un protagonista bastante simpático pese a su deseo de venganza, y seremos testigos en un puñado de misiones secundarias que nos encontraremos.

Quizás uno de los puntos débiles venga de ahí, puesto que Kingdom Come quiere que nos tomemos demasiado en serio el mundo medieval que nos presenta, al mismo tiempo que quiere darnos un terreno en el que hacer lo que nosotros queramos al estilo sandbox, siendo difícil el balance entre los dos.

Otro punto negativo es que el juego ha salido al mercado con ciertos problemas de rendimiento que han necesitado de parches de bastante tamaño. Esperamos que pronto el juego rinda como debe tanto en consolas como en PC.

Eso sí, juego tenéis para rato. Pasareis fácilmente de las 40 horas en el argumento principal, bastante más si intentáis completar todo lo que tendréis a vuestra disposición. Quizás no sea juego para todos los paladares por lo arriesgado de su propuesta, pero el juego de Warhorse Studios se merece que le deis una oportunidad.