Vuelve Life is Strange con 'Before the Storm'
La dura adolescencia de nuevo creando problemas para Chloe.
Después de haber sido distribuido de forma digital, como pasara con su predecesor, Life is Strange: Before the Storm llega en formato físico para todos aquello que, como yo, quieran disfrutar de la aventura del tirón, sin tener que esperar, como se hace con las buenas series de televisión.
Si disfrutaste con el primer Life is Strange tienes mucho ganado para este segundo. La fórmula se repite, sólo que esta vez la protagonista no tiene poderes que nos permitan jugar con el tiempo.
La historia ahora se centra en la relación de Chloe y Rachel, la chica desaparecida en el primer juego. Sin llegar a ponerse a la altura de Max como personaje, Rachel aportará ese punto de caos a Life is Strange y se echará a la espalda todo el peso de la trama de estos nuevos episodios con sus problemas de adolescente incomprendida.
Si el primer juego ya se vivía más como una “serie de TV interactiva” que como un videojuego, este segundo enfatiza más si cabe esta sensación con la ausencia de esos poderes.
Todas las secuencias de interés ahora se basan en el diálogo y en la investigación, olvidad aquello de alterar el curso del tiempo para deshacer los actos cuyas consecuencias no venían bien. Ahora lo hecho, hecho está que; que, por otra parte, tiene más sentido para un videojuego de tomar decisiones.
El estudio de desarrollo, Deck Nine, ha hecho un buen trabajo a nivel técnico. Ha buscado un punto más ‘cartoon’ en el apartado gráfico, y la experiencia del primero les ha permitido un mejor rendimiento y algo más de detalle en escena por norma general.
El resultado final, esta vez sí, es un juego creado para un público muy definido: “todos aquellos que disfrutaran con el primer Life is Strange”. La ausencia de poderes puede convertir el videojuego en algo más lento y monótono, por lo que es muy importante que el jugador estreche su vínculo con las protagonistas para no acabar saliendo de la historia por falta de interés.