Aniquilación: La película sci-fi que te dejará turulato
Y que no vas a poder ver en el cine
No son buenos tiempos para los productos innovadores y que no aseguran grandes recaudaciones en taquilla. No son buenos tiempos, al menos, si uno quiere disfrutar de esos artefactos audiovisuales en el lugar que les correspondería y que es nada menos que el cine. Ahora llámenme viejo pero películas como Aniquilación, de Alex Garland, es ahí donde deberían verse y no en un ordenador de catorce pulgadas.
Refunfuños aparte, la nueva película del director de Ex-Machina es una maravilla. Con todas sus letras. A nivel técnico, filosófico, de guion, visual y actoral. Esto último no es complicado si tenemos en cuenta que la película se posa sobre las dotes más que de sobra reconocidas de Natalie Portman, Jennifer Jason Leigh, Tessa Thompson, Gina Rodríguez y Tuva Novotny.
Precisamente es la primera, Portman, la que encarna a la protagonista del film, una bióloga de nombre Lena que da clases a estudiantes de medicina y que tras un año esperando a que su marido, militar (Oscar Isaac), vuelva de una misión de la que no sabe nada se lanza a hacer algo.
Así que Lena decide, tras algunos problemas burocráticos, que se va a embarcar en la misma misión que su marido empezaba meses atrás pero con cuatro mujeres más. En un área completamente restringida en la que el tiempo y el espacio son relativos, que se ha bautizado con el nombre de The Shimmer.
Dentro verán multitud de criaturas con mutaciones y alteraciones como nunca habían visto y tendrán que enfrentarse, cada una de ellas, a sus propios miedos.
La película está basada en la novela del mismo nombre de Jeff VanderMeer y aunque se haya calificado como un largometraje de terror la película gira en torno a la ciencia ficción más loca, la fantasía y algunos toques de thriller.
No hay mucho más que decir de los enteros que gana la película en el clima mundial actual siendo las protagonistas cinco mujeres científicas, cada una en su campo, que no tienen miedo alguno a enfrentarse a lo que al final no es más que la vida. No se menciona en toda la película este hecho - tristemente - diferencial, ni falta que hace.
¿Y por qué se estrena directamente en Netflix? Con un presupuesto de 50 millones de dólares, que no es ninguna tontería, los ejecutivos de Paramount – la distribuidora primigenia – no vieron nada claro después de los primeros tests con espectadores que la película fuera a funcionar. Así que decidieron llevarla a cines convencionales en Estados Unidos y distribuirla por el servicio de vídeo bajo demandaen todo el resto de territorios lo que parece que se está convirtiendo en 'directa al videoclub' de esta década.
Y, si se me permite la osadía, ha sido todo un error. Aunque no está de más agradecer a Netflix que nos deje disfrutar de semejante joya. Aunque sea en pequeño.