La sorprendente historia del vestuario de Azúcar Moreno en Eurovisión
Porque no solo entró mal la música en su actuación de 1990
Puede que la actuación de Azúcar Moreno en Eurovisión, en 1990 y con la canción Bandido, sea una de las más recordadas en la memoria española. Las hermanas Encarna y Toñi Salazar representaron a su país en Zagreb y sufrieron uno de los fallos técnicos más recordados del festival que todavía colea a día de hoy.
La música no entró a tiempo y ellas al no oírse bien por los monitores se marcharon del escenario volviendo unos minutos después. No ganaron pero tampoco pasa nada pues Azúcar Moreno y Bandido se convirtieron en dos iconos cañís y ellas quedaron en quinta posición, cosa que vista la clasificación española de los últimos años es una buenísima noticia.
Además de los problemas a la hora de cantar las hermanas Salazar también tuvieron más de un percance con el vestuario que llevaron al certamen. Por aquella época no eran muchas las gitanas que se atrevían a lucir diseños de Manuel Piña, Armani o Versace pero ellas sí lo hacían.
Como ya contara Toñi en Mi Casa es la Tuya, el programa de Bertín Osborne, la actuación de aquella noche de 1990 parecía estar maldita y además de los problemas de sonido las Azúcar Moreno también tuvieron un percance con los trajes que Francis Montesinos había confeccionado expresamente para ellas.
Las cremalleras de los vestidos, probados sobre modelos muy delgadas según palabras de Toñi Salazar, estallaron cuando se los pusieron y la solución pasó por ponerse dos vestidos negros ceñidos que encontraron en un mercadillo y que defendieron igual que las prendas de alta costura que a menudo lucían.
Lo cierto es que si alguien nos llega a decir que la actuación de Azúcar Moreno estaba maldita nos lo hubiéramos creído.