Rozalén y su “récord de pelicos de punta” en Madrid
Así ha sido su primer concierto en el WiZink Center
La primera vez que vi a Rozalén fue hace cuatro años. Estaba en la sala Galileo y había acudido al concierto animado por un amigo. Ni si quiera había oído hablar de ella, pero sus canciones –por aquel entonces solo había lanzado el disco Con derecho a roce…- calaron en mí.
Quizá fue el buen rollo que transmitía entre tema y tema o la sensibilidad con la que cantaba encima de aquel escenario, pero una vez finalizado el concierto Rozalén contaba con un seguidor más.
Parece que la magia que sentí yo en su primer concierto no fue un caso aislado. En estos cuatro años que han pasado desde aquel evento, la artista ha de Letur ha continuado ganando seguidores. Tras llenar salas de conciertos, vender discos y cantar verdades en sus canciones, este jueves Rozalén se subió por primera vez al escenario del WiZink Center de Madrid.
Salió junto a su inseparable Beatriz Romero, quien traduce las letras de sus canciones al lenguaje de signos. Desde el principio la cantante sabía que se trataba de un concierto especial tachando aquella proeza de “milagro”, sin poder evitar emocionarse soltando alguna lagrimilla. Pero no fue la única que lo hizo.
La primera mitad del concierto, la artista nos emocionó contando las historias que hay detrás de tres de los temas de su último disco, Cuando el Río Suena… Con la simpatía que la caracteriza y su espontaneidad, Rozalén nos contó las historias detrás de Justo, El Hijo de la abuela y Amor Prohibido. La primera sobre su tío abuelo, fallecido en la Guerra Civil y enterrado en una fosa común; la segunda sobre el joven vasco exiliado que acogió su abuela en su casa en los años sesenta; y la tercera, sobre la prohibida historia de amor de sus padres, debido a que él era cura.
“Es difícil a veces abrirse en canal, pero no me arrepiento”, dijo la artista tras la ovación que recibió tras cantar estas tres canciones y añadió “voy a tener el récord de pelicos de punta”.
Voy a tener el récord de pelicos de punta
El concierto, que duró casi tres horas, no solo estuvo lleno de momentos emotivos. Si el primer tramo estuvo marcado por canciones más lentas donde la artista se paraba y nos explicaba la historia detrás de éstas –Rozalén contando historias, ya sean habladas o cantadas se recrea-, la segunda parte del concierto fue más movida.
Con Las Hadas Existen, la manchega subió a 25 niños del público al escenario. Quien haya ido a sus conciertos sabe que normalmente en las salas más pequeñas sube a uno o a dos como mucho, pero, un espacio como el WiZink Center multiplica. Y sí, hasta los guardias de seguridad se echaron las manos a la cabeza cuando vieron la cantidad de chavales que había en el escenario.
Tras ello, Rozalén recibió al primer invitado al escenario. El cantautor Kevin Johansen, con quien cantó Antes de verte. Tengo que decir que este tema en directo gana mucho y que química entre ambos artistas es innegable.
Pero no fue el único invitado. La segunda sorpresa de la noche era Abel Pintos, uno de los artistas argentinos más solicitados del momento. Con él, con el escenario caracterizado con motivos mexicanos, cantó su colaboración Asuntos Pendientes. En ese momento ya todo el público nos habíamos levantado del asiento y lo estábamos dando todo bailando y cantando.
Pero si hubo un momento que los fans de Rozalén recordaremos de este concierto es, sin lugar a dudas, cuando interpretó junto al rapero Kase O el tema Mazas y Catapultas. La artista hizo una cover del rap hace un año y la subió a Youtube, ¿quién le iba a decir que acabaría cantándola con el autor ante ocho mil personas?
Por supuesto, Rozalén no se olvidó de los temas que la lanzaron a la fama: 80 veces, Comiéndote a besos y Saltan Chispas. El Wizink Center se quedó sin voz cantándolos a coro.
Para cerrar el concierto, Rozalén escogió Girasoles, una canción que se ha convertido en todo un himno que alaba a toda esa gente buena que dedica su vida a los demás.
Han pasado cuatro años desde que vi por primera vez a Rozalén en concierto en una pequeña sala de Madrid y, puedo decir, que ante ocho mil personas tiene la misma magia que ante cien. Por muchos WiZinks Center y Galileo más.
Alberto Palao
Periodista musical. Me gusta comer burritos y escuchar canciones cortavenas. Encuentro todo tipo de...