Bob Dylan: 78 años en cinco grandes lecciones
El hombre que hizo de la música literatura sigue siendo una de las personas más inspiradoras para los poetas y el colaborador soñado
Bob Dylan cumple 78 años, toda una vida que ha dado para 44 álbumes de estudio y más de 500 canciones que han cambiado para siempre la música del siglo XX. La revista Time lo incluye como una de las personas más influyentes de la historia. Podríamos definir su figura como una especie de embudo: toda la música anterior a Dylan ha ido directamente él, y todo lo posterior a Dylan sale de él, porque ha influido a todos los que han venido después: Paul Simon, Lou Reed, Bono, Eric Clapton, Bruce Springsteen...
¿Por qué? Cinco cosas que nos ha enseñado:
1. No se ha encasillado en un género, pero los ha cambiado todos. Es como si pusiésemos en una batidora el folk, el country, el blues, el jazz, el rock, el beat británico y el gospel. De pequeño, la radio lo empapó de todo, sobre todo de folk, de blues y de rock&roll, ese rock&roll que todavía estaba en pañales por esos años. Durante sus primeros pasos en la escuela, el director del certamen de talentos al que se presentó tuvo que parar su actuación porque era "demasiado ruidosa". Pero al final, Robert Allen Zimmerman se decantó por el folk. Hizo las maletas, se mudó de su Duluth natal a Nueva York a conocer a su ídolo, Woody Guthrie, la leyenda del folk, y entró en el círculo de trovadores folk que llenaban el Greenwich Village neoyorquino.
Definió el folk, le añadió a las letras literatura, poesía, pero en su evolución contante, tenía otro papel reservado para las guitarras. Todo cambió cuando una tarde de julio del 65 se subió al escenario de Newport, Rhode Island, con una Fender Stratocaster y no con la guitarra acústica típica de los cantautores de folk y empezó a sonar Like a Rolling Stone, la canción que lo cambió todo. El público no lo podía creer. Formaba parte de su disco Highway 61 Revistited, uno de los discos más importante de la historia porque con él redefinió la relación entre el folk y el rock. Una relación que consolidó con Blonde on blonde, su siguiente disco, y que nunca le perdonaron los puristas del folk.
2. Lo ha desafiado todo. A esos puristas del folk que nunca le han personado que se electrificara. Hasta le gritaban 'Judas' durante los conciertos. A Columbia, la primera discográfica que lo fichó, que no apostó por él y que estuvo a punto de rescindirle el contrato porque las ventas con su primer disco, un disco de versiones, no tuvo las ventas esperadas, a Ed Sullivan, el programa estrella de la televisión americana de los 60. Intentaron censurarle una canción y en lugar de complacer, se negó a aparecer en el programa; junto a Joan Baez fue una de las figuras más importantes del movimiento por los derechos civiles; y desafió también a la justicia cuando escribió Hurricane, una canción protesta que denunciaba la injusta condena al exboxeador Rubin Hurricane Carter, negro. Gracias a la canción, Carter obtuvo tal apoyo que la causa se volvió a abrir.
El rock tenía estribillos pegadizos, pero no era suficiente. El folk era más serio para lo que yo quería contar.
3. Su legado traspasa lo musical. Los críticos lo consideran un perfecto retratista de la cultura estadounidense, especialmente en sus tres discos de los 60: ese Bringing it all back home, Highway 61 Revisited y Blonde on blonde. Su obra no solo la han analizado los críticos musicales, sino los literarios, que incluso sugieren que la obra de Dylan sea estudiada en los escuelas por su importancia. Entre sus premios está el Pulitzer, que ganó en 2008 por su "profundo impacto en la cultura americana y por sus composiones líricas de extraordinario poder poético", y ha estado nominado tres veces al Nobel de Literatura, premio que finalmente ganó hace dos años.
4. Su influencia llega a la pintura y el cine. Con Knockin' on Heaven's door puso la banda sonora al western Pat Garrett and Billy The Kid, de Sam Peckinpah. Fue su primera incursión en el mundo del cine que completó en el 2000 cuando se llevó un Oscar y un Globo de Oro por Things have changed, la canción que puso la banda sonora a la cinta Jóvenes prodigiosos. En cuanto a la pintura, ha protagonizado exposiciones de dibujos, incluso de piezas escultóricas, muy elogiadas también por la crítica.
5. Es un músico en continua evolución. La última, versionar canciones interpretadas por Frank Sinatra en sus dos últimos discos, el último en el que lo hizo, Fallen Angels, salió a la venta en 2016. Y continúa con su gira interminable, con la que lleva recorriendo el mundo desde el 88. Una gira que nunca es igual: en los primeros años cambió 92 canciones en 71 conciertos. Sus músicos dicen que es complicadísimo tocar con él porque improvisa a cada instante. Crea a cada instante. Nunca una canción suena igual.
Daniel Garrán
Jefe de producto de LOS40 Classic