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Juan Avellaneda: “Kim Kardashian ha ayudado a muchas mujeres a no tener complejos”
"¡Que esté yo diciendo esto!", se extraña él mismo
Muchos descubrieron a Juan Avellaneda a través de Cámbiame, el programa de cambio de estilo al que se incorporó para sustituir a Cristina Rodríguez. Conocieron a un diseñador de ropa para hombre que ha conseguido que las mujeres también se vistan de su firma, especialmente su amiga Nieves Álvarez.
Ella es una de las que firma el prólogo de su primer libro, Poténciate, un manual de estilo para que cada uno de nosotros nos saquemos el mejor partido, haciendo hincapié, más que en las tendencias, en nuestras siluetas.
Charlar con él es como hacerlo con un amigo porque hace de la cercanía y la empatía dos señas de identidad que consiguen derribar barreras respecto a la moda, el mundo que le cautivó siendo solo un niño y por el que ha luchado desde entonces.
Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. Que yo sepa, por lo menos tienes ya una de ellas. ¿Ha sido un parto fácil?
Bueno, también he plantado un árbol. Mis padres no me dejaban estudiar moda, querían que tuviera un trabajo más estable, lo hacían por protección, pero es una putada. Hubo una época en la que me ficharon en un banco para llevar el tema de imagen y en una acción social de la empresa pude plantar un árbol.
Eso es más fácil que escribir un libro…
Mi obsesión del libro era no hablar de moda ni de tendencias y no usar palabras técnicas. Todo lo que hago en mi día a día, no usarlo y fue complicado en ese aspecto. Quería un libro que no pasara de moda.
O sea que no tuviste el apoyo de tus padres al principio, ¿ahora les vistes tú?
No, paso (risas) Mi madre empieza ahora a decirme ‘que me pongo’… pero nunca me hacen caso. Lo pasé muy mal porque me obligaron a estudiar una Ingeniería, lo odiaba pero les hice ese regalo a mis padres y la acabé. A veces hay que ser generoso. Yo con mis hijos no lo haría, potenciaría sus intereses.
Y mientras estudiabas Ingeniería, ¿la moda?
Estudiaba moda por la noche y, además trabajaba y eso que si hubiera querido no tendría que haber trabajado en la vida, de hecho me lo prohibían. Pero si lo dejaba tenía que dar explicaciones sobre lo que en realidad quería hacer y a lo que quería dedicarme y no quería. Fue un poco torturita.
¿Cuándo descansabas?
Nunca. Ahora estoy en un momento que pienso que necesitaría un poco…
Volviendo al libro, partes de la base de que la imagen es muy importante.
Hombre, sólo puedes crear una primera impresión una vez. La primera impresión es visual y transmites, hay mucho código en la moda del que a lo mejor no eres consciente pero que está ahí. Cuando dices que pasas de la moda ya dices algo. Aunque la primera impresión del día es la tuya contigo mismo en el espejo. No te tienes que vestir para la gente sino para ti. Si te sientes seguro andas, incluso, diferente.
Por cierto que hablas de ‘defectos’ que en los tiempos que corren en lo que todo se analiza con lupa no tengo claro que se entienda bien.
Yo creo que somos demasiado políticamente correctos, estamos yendo hacia atrás, totalmente. Había menos censura en los años 70 que ahora. Estamos en un momento políticamente correcto alucinante y luego en el fondo todo el mundo está haciendo lo que quiera a escondidas. Así que yo prefiero hablar ciertos temas sin ningún problema, tenemos demasiados corsés en la mente. Son ‘defectos’ entre comillas, son más bien complejos.
Nieves Álvarez cierra diciendo que llevabas tiempo dando vueltas a este libro, ¿de dónde viene?
Curiosamente de niño. Mis padres llevaban temas editoriales y a veces llegaban libros raros que no entendía porque estaban en otros idiomas pero les servían para inspirarse en maquetación. Un día llegó el de un chico americano que hablaba de estilo pero era muy casposo y muy formal y yo pensaba que quería hacer uno mucho más próximo. Luego no te acuerdas durante años y con el programa pensé, ‘ahora es el momento’ porque vi que había una necesidad en el público.
La moda, creadora de historia
Otro de tus objetivos es erradicar la idea de que la moda es algo elitista pero, ahí todavía queda mucho por hacer, ¿no crees?
La moda no es elitista. Lo que es elitista es la actitud de algunas personas que hacen que parezca eso.
A veces parece que la moda son las pasarelas o las revistas de moda y eso está muy alejado de la calle.
Eso es el medio para mostrar la moda. Sí es verdad que en los 80 hubo una parte más elitista, como algo inalcanzable pero se jugaba con eso. Pero también es cierto que cuando ya lo ves tan inalcanzable, la gente pierde el interés. Ahora hay otros códigos.
La moda define épocas, ¿qué crees que es lo que define el momento que estamos viviendo ahora?
Lo que hay, un caos… hay dos tendencias. La low cost que hace una temporada por semana y las grandes firmas que están intentando adaptar el calendario a eso para competir y no están dejando disfrutar a la gente de los diseños. La moda low cost es para usar y tirar y la otra, para fondo de armario.
Antes parece que la moda marcaba las tendencias y ahora parece que es al contrario, que las tendencias marcan la moda y lo estamos viendo con movimientos sociales como la lucha Lgtbi, el feminismo…
Creo que también la moda se está aprovechando de todo el movimiento social para crear ventas. Se me van a echar todos encima pero es verdad. No puede ser que ahora todas las firmas del universo sean feministas, sean fur free y sean… el otro día una firma mandó un comunicado de que ya no usa pieles y vas a sus tiendas y están llenas de pieles y dices ‘¿cómo puede ser?’ y te dicen ‘es que no se ha explicado bien, son pieles exóticas’. Con todo tan rápido se puede jugar mucho con lo que se dice porque al momento se olvida. Las firmas que se comprometen tenían que hacerlo de verdad y no sólo con una campaña.
"Puedes ir igual de feminista depilándote y yendo super maquillada"
Instagram es ahora el quiosco de multitud de revistas de moda, prácticamente cada cuenta es una. Supongo que como uno de ellos, a favor de los influencer, ¿no?
Lo veo bien siempre y cuando sean una realidad, que tengan algo que explicarme. Antes seguía mucha gente y veía que al final todas las fotos eran iguales, medio deprimidos, con carita, fondos grises o nude… qué coñazo, no me aporta nada. Me falta un punto de realidad. Enseña tu mundo estético, pero lo que eres realmente.
Mucha culpa de que tengamos este libro entre manos la tiene Cámbiame, ¿qué te ha enseñado ese programa?
Hay mucha gente que dice que la gente cuando se mete en televisión se vuelve más diva y a mí me ha pasado todo lo contrario, me ha dado una torta de realidad muy importante. Estando en el programa me sentía muy afortunado de la vida que tengo.
Durante toda mi adolescencia quería dedicarme a algo que no podía y estaba muy enfocado en ver cómo lo hacía a lo mejor no disfrutaba tanto como otros compañeros. Vivía como en una burbuja y no veía más allá, no era tan consciente. Pero empiezas a hablar con gente con la que normalmente no te relacionarías en tu vida diaria y te das cuenta de que pasan cosas. Ha sido una dosis de realidad importante. Yo era bastante empático pero me ha hecho que mire más. Incluso hemos adaptado el taller a tallas más grandes.
De todas formas hay una cosa clara y es que no estamos acostumbrados a invertir en ropa, ¿no?
He visto gente en el programa que decía que su capricho era su coche y me lo enseñaba y le preguntaba cuánto se gastaba y me decía que pedía préstamos. Y luego le decía que por qué llevaba unos zapatos asquerosos y me decía: ‘¿Tú que te crees, que soy rico?’. No eres rico para esto pero lo eres para el coche. Un zapato decente no cuesta 500 euros. Puedes ir a una tienda y comprarte unos buenos por 100 euros. Y sí, que es muchísimo, pero te estás gastando ocho veces más en una rueda, y son cuatro.
La moda y la música
Si hablamos del mundo de la música… siempre se ha hablado de la hipersexualización de la mujer. ¿Cómo lo ves?
Sí y no. Estamos en un momento de feminismo a tope y qué pasa que si soy mujer y quiero vestirme sexy y transparente, por qué no lo puede hacer. A mí me encanta ver a la mujer hiper femenina y si quiere enseñar el cuerpo, que lo enseñe. Puedes ir igual de feminista depilándote y yendo super maquillada con bolsos de miles de euros que super tirada con una camiseta. Estamos intentando meter en un cliché ideológico a alguien por cómo se viste… no creo que se tenga que juzgar.
Sí es verdad que ha habido una parte de machismo que hay que luchar contra ello pero lo que no me parece justo es que las mujeres que quieren jugar con su cuerpo estén en el ojo del huracán y se les dice que no hacen nada por las mujeres y quizás hacen más que otras.
De todas formas, el foco siempre está puesto en ellas. El hombre no arriesga nada… ¿por falta de costumbre, de opciones…?
No se atreve. Las opciones que hay son un disfraz. Cuando son muy transgresoras, son un disfraz y al final, para mí, los disfraces en moda no sirven. La ropa para videoclip es fantástica pero luego tienes que vestir a la gente en la calle, tiene que ser real.
El rollo urbano latino está tomando mucha presencia, ¿eso es buen gusto?
A mí este tema reggaeton no me va nada. En Cámbiame, Natalia Ferviú me dijo que le encantaba el reggaeton y yo le dije ‘qué horror, es que no me gusta nada, no va con mi rollo, me cortocircuita un poco’. Ahora está la tendencia de que lo cool es ser raper, traper o hiphopero, pero no se está descubriendo nada bueno, es una evolución. Lo interesante de esa estética es adaptar si te gusta algo, a tu propio estilo.
¿Kim Kardashian es un icono de estilo?
Es un icono de estilo pero para mí no es un referente. Aunque sea muy choni y tenga looks que sean muy horrorosos, es verdad que ha ayudado mucho a la mujer. Casi siempre va en bolas y ha ayudado a muchas mujeres a no tener complejos porque ‘si Kim Kardashian puede, yo también’. Son personajes que te ayudan a abrir la mente. El problema viene cuando intento ser Kim Kardashian, el tema de la mimetización, es muy feo siempre.
¿Quién dirías que es un icono de estilo en la música?
Si te digo el que me gusta… Elton John, me parece la pera. Alguien al que me encantaría vestir es Mika, es un tío super elegante dentro de ‘me atrevo’. Es el dandy contemporáneo, que es lo que actualmente falta. Es alguien que tiene rollo, me encanta
Te pegaría vestir a Harry Styles…
Me encanta, no coge la tendencia de sí por sí. Siempre le ves un estilo y unas líneas. No todo le sirve. Te puede coger un look super raro de pasarela de Gucci y cuando se lo pone lo hace de tal forma que lo ves real. ¿Es fuerte? Sí, pero lo ves real.
- El vestidor de Juan Avellaneda
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...