‘Chulo’ y ‘creído’, adjetivos de la última portada de Mario Casas

Si alguien te preguntara qué piensas de Mario Casas seguramente responderías con alguno de los adjetivos que aparecen en la portada que protagoniza para el nº35 de la revista Mine.

Chulo y creído son dos de ellos, pero también reservado, familiar, subestimado, profesional, inexpresivo, encasillado, ídolo, constante, sobrevalorado, envidiado, deseado o cuestionado.

Así de potente y vestido de traje con la pajarita colgando aparece el actor en una portada en color flúor y tinta metalizada, vamos, toda una obra de arte.

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Respecto a esos calificativos, la revista tiene algo que decir: “Piensa lo que quieras pero… si pudieras ser como Mario Casas, lo serías”.

Y es que el actor es uno de los ídolos juveniles que comenzaron en las series de televisión que seguían todos los adolescentes de nuestro país (y no tan adolescentes) y que, poco a poco, ha ido dando un giro a su carrera.

Eso sí, sigue siendo uno de los más deseados. “Admirado por unos y criticado por otros, el chaval rebelde de antes ha dejado paso a un actor asentado que luce con orgullo las cicatrices de sus personajes y hablamos con él de los pros y los contras de la fama y de lo que opina el público y su profesión”, añade la publicación.

Lo que no aclara es si en esa entrevista habla de Blanca Suárez, la actriz de la que se enamoró en El barco con la que ahora vive una historia parecida en la vida real. Habrá que pasarse por el quiosco.