Especial
Microsoft quiere que Xbox sea el Netflix de los videojuegos
Han dejado claro en el E3 que ellos están jugando a otra cosa
Por ejemplo, la adquisición de cinco nuevos estudios desarrolladores de videojuegos arroja más luz todavía al catálogo de Xbox, liderado por Sea of Thieves con cuatro millones de jugadores.
Más allá de eso, tuvimos un teaser trailer Halo Infinite, el anuncio de que habría más Cuphead, el anuncio de que lanzarán un ‘Battletoads’ old-style y dibujado a mano, un Forza Horizon 4 que quita el hipo y, por supuesto, Gears 5 que, por lo que enseña el trailer, parece que será algo más atrevido en su dirección artística y se moverá “más allá del color gris".
Además, otras compañías compartieron escenario para enseñar juegos made in third-partie que, por supuesto, se jugarán mejor en Xbox One X. Hablamos de The Division 2, Shadows Die Twice (lo nuevo de From Software), Tomb Raider o Dying Light 2, que supo abrir unas cuantas mandíbulas.
No obstante, no es nada de esto lo que llamó mi atención en la conferencia de Microsoft. Fue la decisiva actitud de convertir su catálogo en el Netflix de los videojuegos.
La estrategia de Microsoft no parece ser sacar dinero de la venta de juegos en formato físico, parece que la idea es vender suscripciones de su “Game Pass” y asegurar la fidelidad de los jugadores ofreciendo el mayor catálogo de videojuegos de la galaxia.
Y, ¡ojo!, no hablamos de videojuego malunos o pasados de moda que acaban en el cajón desastre de las suscripciones… Hablamos de que el día que Forza Horizon 4 o Gears 5 lleguen a las estanterías de las tiendas, vosotros encenderéis vuestra consola y los descargaréis tirando de Game Pass; y eso es “BIG NEWS”, chavales.
Puede que el catálogo de Microsoft todavía no tenga cierto tipo de juegos de los que ha vivido Sony hasta hoy a golpe de exclusiva; pero ofrecer TODAS las creaciones first-party de la compañía de forma gratuita, desde el primer día y pagando sólo una suscripción mensual de 10 euros ya suena a motivo de peso para tener una Xbox conectada al televisor.
Evidentemente; los juegos Third-Party no aparecerán bajo los dominios del Game-Pass hasta bien pasado su tiempo de novedad (años, seguramente); pero sólo las creaciones de los doce estudios de Microsoft ameritan la compra de ese pase.
Como véis, Microsoft ha buscado, no sólo una buena metralleta de videojuegos para sus fans, sino un giro de 180º en su modelo de negocio que, si bien ya estaba funcionando, ahora se convierte en una herramienta indispensable en su futura estrategia de mercado.