‘Los Goonies’, ‘Stranger Things’ y ahora… la pandilla de ‘El hombre de tiza’ te tendrá en vilo

Puede que nunca hayas oído hablar de C.J. Tudor y es normal porque hasta ahora no había publicado nada. Pero, a sus 46 años puede presumir de ser una de las autoras más prometedoras del año en la que confía hasta el mismísimo Stephen King.

El hombre de tiza es su debut literario con el que nos sumerge en los años 80, en un grupo de amigos (o no tan amigos) que quedan marcados por los sucesos que ocurren en su pequeño pueblo, incluido un asesinato al que culpan a un profesor albino que le enseñó a uno de esos niños un curioso método para cruzar mensajes con sus amigos a través de dibujos con tizas.

Las piezas no encajan hasta 30 años después cuando poco a poco descubrimos que las cosas no son como parecen.

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Tudor vive en Notthingham con su familia. Allí le ha dado forma a esta historia que podríamos ver convertida en una serie de seis episodios. Unos amigos le regalaron a su hija un cubo de tizas en su segundo cumpleaños y encendió la chispa de esta novela.

Ha visitado España. Llegó a la redacción de los40.com a primera hora de la mañana, con la sonrisa puesta y su peculiar estilo que incluye un pelo corto y decolorado y un bolso a lo Tim Burton. Tras charlar con ella descubrí que es casi pariente del cantante de The Cure y que, pese a su edad, como dice ella, disfruta escuchando a My Chemical Romance.

¿Cuántas tizas encontraríamos a día de hoy en tu casa?

Pues bastantes. La idea del libro vino precisamente del regalo que le hicieron a mi hija, un cubo de tizas. Es cuando empezamos a dibujar hombres de tiza en la entrada y me parecieron terroríficos cuando los vi de noche. Así es como empezó toda esta historia. Sigo teniendo muchas de esas tizas y seguimos dibujando. Pero no son tizas siniestras.

Que te presenten como la sucesora de Stephen King, ¿qué supone para ti?

No creo que necesite un sucesor, le va muy bien a Stephen King… pero es un cumplido tremendo. Su influencia es tremenda, llevo leyendo sus libros desde que tenía 13 años. Christine fue el primero que saqué de la biblioteca, un ejemplar super manoseado. Soy una fan acérrima así que, cuando lanzó ese tuit en el que decía ‘¿quieres leer algo bueno? Si te gusta lo que escribo, te gustaría El hombre de tiza, de C.J. Tudor’ fue una sensación increíble, ya no le puedo pedir más a la vida después de eso.

Una pandilla de los 80. Eso a los que tenemos una edad nos recuerda a Los Goonies, a los millennials, más bien a Stranger Things, ¿cuáles fueron tus referentes?

El libro es un homenaje a todas las cosas que me gustaban a mí de los 80 como Stephen King, Los Goonies y las películas de Steven Spielberg con grupos de niños que pasaban cosas de miedo. Pero también se trata de mi propia pandilla cuando teníamos la misma edad de Eddie y sus amigos. Hacíamos muchas de las cosas que hacía su pandilla: íbamos en bicicleta, hacíamos tiendas en el bosque… pero no encontramos nunca un cadáver, también hay que decirlo… (risas)… aunque queríamos, nos encantaban las historias oscuras y las aventuras de este tipo.

En aquella época no se hablaba de bullying pero existían los abusones. En esta historia los hay, ¿en su pandilla también los había?

Nosotros no éramos los populares, nos teníamos los unos a los otros pero no éramos cool. Siempre hay un grupo de chicos en el cole que dan miedo y se meten con los pequeños y eso pasaba en el cole aquel entonces aunque no se hablara tanto de eso. La gente no se da cuenta de lo lejos que puede llegar el bullying, incluso puede ser un delito. Solían decir que ‘son cosas de niños’, que ‘eso te forja el carácter’… pero creo que ahora nos damos más cuenta de que eso no es así, que es serio y que hay que intervenir. He visto amigos que han sufrido bullying de manera horrible. En mi segundo libro hablo de alguien que conocía, un chico al que le obligaron a comerse un insecto tipo saltamontes. Los niños pueden ser muy crueles, la infancia puede ser muy terrorífica para algunos.

"Los niños pueden ser muy crueles y la infancia muy terrorífica"

Pueblo pequeño lleno de secretos, eso se acerca más a la realidad que a la ficción, ¿no?

El pueblo de esta novela está inspirado en el que yo me crie. Hay corrientes subyacentes, bastante desempleo en los barrios de las afueras. No todo es tan bonito como puede parecer. En una ciudad pequeña todo el mundo se conoce, hay un poco de resentimiento de generaciones. Es perfecto para sospechas, secretos… los pueblos pequeños son geniales para las novelas de crímenes.

¿Eres de las que piensa que los secretos acaban pasando factura?

Sí, desde luego. Las pequeñas acciones pueden tener efectos terribles con efecto dominó.

Al margen de la muerte y los asesinatos tocas temas peliagudos como la relación de un hombre con una menor. ¿Ahora sería más o menos escandaloso que en los años 80?

Creo que ahora estamos más pendientes y lo juzgamos incluso más. Cuando yo era pequeña y estaba en el colegio recuerdo que había profes que tenían relaciones con niñas que estaban ya en sexto. Si se sabía era un escándalo pero no se hablaba.

En el caso del señor Halloran ya se sospecha de él porque viene de fuera, no es uno de ellos, es el extranjero y ya están preparados para juzgarle. Si hubiera sido alguien del pueblo no habrían sido tan duros con él. Se juzga a la gente que es diferente.

Además, representa la idea de que no somos buenos o malos y punto, sino que puedes ser bueno y cometer errores, elegir lo que no debes y eso tiene consecuencias.

"Veo en la religión que la gente puede ser hipócrita y que no predica con el ejemplo"

Tenemos a un reverendo hipócrita, ¿una crítica a la institución?

Es más una crítica al abuso del poder y la hipocresía, predicar una cosa y hacer lo contrario. El libro no es anti religioso pero mi lema es que la gente crea lo que quiera siempre que no haga daño, no pasa nada. Pero sí que veo en la religión que la gente puede ser hipócrita y no predica con el ejemplo. Es como…puedo hacer lo que quiera porque luego puedo pedir perdón. Pero uno de los temas del libro es que lo que haces es importante.

¿Qué tienes de hipocondríaca? Lo digo por ese temor constante de Eddie de padecer alzheimer como su padre.

Creo que con la edad cada vez lo soy más. Te vas dando cuenta de que eres mortal. Con 25 años te sientes invencible, luego, no tanto. La preocupación de Eddie tiene su fundamento pero a veces se pasa. Cuando bebes un poco es una excusa para olvidarse de cosas.

Beber y conducir tiene consecuencias pero esa es una lección que parece que nunca aprendemos, ¿no?

Con la gente joven y su primer coche, lo ves bastante... Nadie de los que conozca se les ocurriría coger el coche, en el Reino Unido habrá gente que lo haga, pero eso te coloca en una situación de paria, está mal visto. Si bebes y conduces, la gente te mira mal.

Vale que un asesinato de por sí es violento pero los tuyos tienen un punto gore que supongo que es intencionado, ¿no?

Crecí leyendo historias de terror, me encantaban, así que me gusta todo eso. Pero no creo que sea gore. He tratado de no exagerar demasiado, hay cosas que no se describen directamente sino que se aluden.

A veces la imaginación es peor…

Eso es lo que precisamente me encanta porque es lo que asusta de verdad.

"Las ferias ambulantes tienen algo que da miedo"

¿Eres muy amiga de las atracciones de feria? Lo digo porque planteas una de las pesadillas que tienen muchos en este tipo de lugares.

No. Las ferias ambulantes tienen algo que da miedo. Parece que está todo un poco destartalado, que las montan muy rápido y siempre tengo el miedo de que algo se va a romper y de ahí puede venir la escena… Me dan bastante miedo.

Mientras escribías la novela paseabas perros, ¿se te dio tan mal que lo has pagado con el que sale en la novela?

Fue lo más difícil de escribir, fue bastante dramático y estaba disgustada mientras lo escribía. A la gente es lo que menos le gusta. ‘¿Pero qué pasa con Murphy?’, me preguntaban. No los asesinatos, el perro... Me encantan los animales. Tenemos un cachorro de cinco meses porque se murió el labrador que teníamos y me encanta.

Te has estrenado en la literatura pasados los 40. Visto el resultado ¿no te echas en cara el no haber empezado antes?

Sí y no. Siempre he escrito pero no conseguí acabar un libro hasta que tenía 30 años. No era bueno pero por lo menos logré terminarlo. A mis 20 años estaba pasándomelo muy bien y no estaba dispuesta a sentarme a escribir, tenía otras experiencias. Es como la niña, no la he tenido hasta los 41, igual hubiera sido mejor tenerla antes y poder tener otro hijo, pero para mí fue el momento correcto y lo mismo con el libro.

Tú que trabajaste en la tele en un programa de cine en el que entrevistaste a muchos actores importantes, ¿les ibas poniendo la cara de alguno de ellos a tus personajes?

Se llamaba Movie Watch, yo tenía veintitantos y no era muy buena presentadora, la verdad. Te llevan a muchas entrevistas muy rápidas y he conocido a gente genial como Sigourney Weaver, Robbie Williams, Pierce Brosnan… muchos. Robert Downey JR me enseñó su pecho. Eran los años locos. Pero no, todos estos actores no han influido en ninguno de mis personajes.

He leído que te gustan The Killers, Foo Fighters… ¿qué banda sonora le pondrías a esta novela?

Es difícil… mucha música de los 80. Me encantaba escuchar entonces The Cure, Depeche Mode… habría mucha música de ese tipo. En la primera escena, en mi mente, si fuera una serie de televisión, sonaría Perfect Day de Lou Reed. Mientras todo es maravilloso con el cielo, los pájaros y, de repente, aparece la cabeza.

La novela es mitad años 80 pero luego también se centra en 2016, ¿sonaría la misma música?

The Killers estarían muy bien para Eddie. Queens of the Stones Age, Foo Fighters, Nirvana…

Hay un momento musical en el funeral de uno de los chicos y ponen una canción que no le identifica, ¿tú tienes pensada alguna para el tuyo?

Es un poco macabro pero a veces se piensan estas cosas. Tienes que escribirlo porque si no, otra gente va a elegir la música y van a poner algo que no te gusta. Green Day me encanta, también My Chemical Romance, estaría bien que sonaran mientras sale el féretro.

Todos grupos rockeros, rebeldes, con mucha actitud y energía, supongo que eres así.

Me encanta el rock. Me gusta lo que puedo poner muy alto cuando voy en el coche y me hace mover la cabeza. En los 90 me encantaba el grunge. Soy demasiado mayor pero me encanta My Chemical Romance. A la nena la estamos introduciendo, a ella le gustan Foo Fighters. Cantaba una de las canciones que hace alusión a las drogas y ella lo repetía encantada. 

Vamos, que es tan rockera como tú…

Le gusta. También le gusta The Cure. Además, yo soy casi pariente de Robert Smith.

¿Y eso?

Mi pareja tiene una hermana que tiene un marido cuya hermana está casada con Robert Smith. Somos cuñados concatenados.

¿Y habéis coincidido en reuniones familiares?

No… y llevo 18 años con mi pareja. Nunca viene a cosas de familia. Pero la hermana de mi chico lo ve mucho. Me encantaría conocerlo. Le llaman el tío Robert.

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¿En qué ha cambiado tu vida tras El hombre de tiza?

Ha cambiado por completo. Hace menos de dos años estaba todavía paseando perros. Tenía la niña y andaba bastante justa de dinero. Estaba intentando escribir y ha cambiado todo. Ahora puedo escribir todo el rato, puedo viajar, tengo una cita de Stephen King en la portada de mi libro.

A veces le digo a mi pareja que tengo la sensación de que estoy en coma y me ha creado una realidad alternativa y que cuando me despierte me daré cuenta de que todo es un sueño. Quiero seguir escribiendo.

¿Ya está la segunda?

Sí, en febrero del año que viene saldrá en Reino Unido. Ya estoy con el tercero.

¿Y seguimos en el género?

Sí, la editorial me dice que tiene el mismo ADN aunque la historia es muy diferente.