Especial
Siete excusas que te pueden salvar del típico plan que te da pereza
Rozan la perfección
Estás en casa en el sofá. Te ofrecen el mítico plan de verano que no te apetece nada. No sabes qué decir porque claro, te da cosa quedar mal. No tienes ninguna excusa de verdad para evitar el plan... ¿Qué hacer? Recurrir a una de estas siete excusas.
Todas te van a sonar, pero te vamos a decir cómo perfeccionar la mentira para que sea algo más creíble. Atención.
1- Estoy enfermo. Tengo un virus estomacal. Ojito con los síntomas que les dices a tus colegas porque igual tienes un amigo médico y te fastidia el plan. Siempre funciona lo de decir que se contagia súper rápido. Todo el mundo te animará a quedarte en casa. Nadie quiere pasarse tres días en el wc.
2- He pillado atasco. Vale, no cuela si solo usas el coche de tu padre una vez cada tres meses. Si vas a decir eso para llegar tarde, por lo menos intenta salir de incógnito del metro. Y si no, busca por ahí alguna foto antigua que tengas de algún atasquito y mándala.
3- Tengo un funeral. Es un tema demasiado serio como para cuestionarlo. Pero, por si acaso, nunca recurras a alguien cercano o medio cercano porque igual un día les cuentas que ha sido su cumpleaños y ya la has liado.
4- Estoy esperando que me llegue un paquete a casa. Di además que es algo para el curro. Así no les interesará tanto eso que te has comprado.
5- Tengo que cuidar a mi hermana/primo/sobrina. Los niños también dan bastante pena. Haz lo mismo que con el atasco... Busca por ahí en tu movil alguna foto de tus primos cuquis y mándala. Además, esto es de muy buena persona.
6- Mi hermano se ha olvidado las llaves de casa. Añade que, además ya habías salido hacia el sitio, pero que te ha llamado muy apurado... Si luego lo acompañas con un audio de él/ella disculpándose, ya rozaría el 100% de la credibilidad.
7- Mi amigo el de Australia me reclama por Skype. Al típico amigo que vive en la otra punta del mundo siempre le puedes usar. Total, seguramente nadie le conozca, y si les dices que le ha dejado la novia, ya está hecho.
Con esto te debería valer para todo el verano... Ya sabes, nada de ir a piscinas municipales, verbenas de pueblo o el cine de verano. Di sí al sofá.
Y ya, para reírte un rato, escucha hasta qué punto la gente puede tragarse trolas completamente surrealistas.