Patricia Montero: “Me hice hasta una playlist para el parto…soy muy friki”

Cuando escuchamos hablar de Patricia Montero en seguida pensamos en su faceta como actriz (Yo soy Bea, El don de Alba) o, en todo caso, la televisiva (Masterchef Celebrity, Ninja Warrior, El Hormiguero). Pero ahora, también tenemos que sumar la literaria. Acaba de publicar Pon en forma tu yo interior, un libro en el que, basado en su propia experiencia, nos anima a no tenerle miedo a un cambio en nuestra vida y a romper con las monotonías.

Accesible para el que normalmente se cuida y para el que quiere empezar a hacerlo. El ejercicio y la alimentación son fundamentales pero también el cuidado interior que no siempre se tiene en cuenta.

Después de leer tu libro he llegado a la conclusión de que es todo cuestión de actitud, ¿no?

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Sí, yo creo que ‘si uno quiere puede’, ese lema es completamente cierto.

Tú eres una persona que derrocha positividad y eso hace que parezca que todo sea más fácil pero, en realidad, vamos a ser realistas…no lo es.

No es todo fácil pero sí es importante recordarnos que no es tan difícil. Plantéate de verdad si es tan difícil porque a lo mejor es que tienes miedo y de eso habla el libro, de los miedos que nos paralizan.

Actitud, ejercicio diario, alimentación equilibrada… ¿qué es lo que más le cuesta a alguien que se propone partir de cero?

Lo que más cuesta es conseguir una autoestima fuerte por eso el libro empieza con la motivación, por la parte de mentalidad positiva, de enfrentarte a los miedos sin miedos ni nada que te frene. A veces quieres hacer muchas cosas pero no sabes bien por qué. ¿Me quiero poner en forma para que los demás me vean en forma o para yo sentirme en forma?

De ahí que la operación bikini no sea santo de tu devoción.

También va por los cánones de belleza que nos están inculcando por todos los lados de extrema delgadez, de que hay que estar perfecto y parece que por eso vamos a tener más éxito, pero no tiene sentido. El éxito viene de la autoconfianza y de estar fuerte física y mentalmente.

En cuanto a la parte física y la mental, ¿cuál es la que más descuidamos?

Creo que de las emociones nos cuidamos bastante poco. Pocas veces nos paramos a pensar cómo estamos o qué necesitamos. Yo sí lo hago mucho pero porque llevo con esta mentalidad toda mi vida y la he ido reforzando.

"No sirve de nada estar en forma si la mente no funciona".

La vida me ha ido dando muchos palos desde muy pronto. Perdí a mi madre siendo muy joven y eso me ha hecho ver la vida de otra manera y he reforzado la parte positiva. No sirve de nada estar muy en forma si la mente no funciona, por eso el libro se llama Pon en forma tu yo interior y no Ponte en forma.

Da la sensación de que tú siempre estás bien. Eres como Lara Álvarez, una sonrisa constante.

No, hay veces que me tiro todo el día llorando porque no estoy bien. También es importante soltar y por eso hablo de escucharse, de buscar vías de oxígeno renovado, de irte cinco minutos a pasear por la playa… si no estoy bien, no estoy bien y no tengo por qué aparentar que lo estoy.

Lo dices en un momento en el que el postureo es el día a día de mucha gente en redes sociales.

Lógicamente el día que estoy llorando no voy a subir una foto llorando porque no es el objetivo de mis redes sociales pero sí lo cuento ahí.

El deporte, un pilar fundamental

Vamos con el deporte, ¿hay alguno que hayas probado y que no te haya gustado?

Me engancha casi todo, pero hay algo… El baloncesto. Yo era la típica que en el colegio me hacía el esguince de dedo que te tienen que poner la tablita… me pasó como tres veces. Se me dan mal los balones de baloncesto.

Y eso que tú, por todo el deporte que has practicado y practicas, deberías estar acostumbrada a las lesiones, ¿no?

Pues no me he lesionado muchas veces. Siempre he tenido muchos problemas de espalda por la gimnasia. Ahora, con la edad (risas), sé que a lo mejor queda mal pero tener 30 años no es tener 15, cuando competía. Quince años se notan mucho y cuando le has dado tanta tralla al cuerpo se nota. Ahora, por ejemplo, tengo las articulaciones muy sensibles, desgaste de ligamentos en las dos rodillas, una hernia discal, una posible rotura de menisco, contusiones en la espalda…

Ya, si yo siempre he dicho que el deporte no es bueno…

Yo también defiendo eso. Yo he hecho deporte toda mi vida pero en exceso no es bueno, creo.

¿Tú te has excedido haciendo deporte?

Probablemente sí. Y ahora cuando me preguntan ‘¿y para tu hija?’… no, no querré que haga según qué cosas, lo limitaré mucho más.

Tú empezaste muy pronto… ¿tu hija quiere seguir tus pasos ya?

Yo empecé con 6 años. Pero yo lo decidí. Si con 6 años tiene tan claro lo que quiere yo no seré la que le diga que no. Mi hija ahora, con tres años, se sube a los sofás y salta, se pone a cantar y a bailar, ya empieza a inclinarse por algo que… está claro. No voy a llevarla mañana a entrenar pero si con 6 me dice, ‘mamá quiero bailar o mamá quiero saltar’ pues la voy a llevar. Es fundamental que elija lo que quiere hacer pero lo mediré mucho. Hay entrenadores, quizás, demasiado duros y hay que medir.

Dices que ni el dinero ni el tiempo son excusas y planteas posibilidades muy caseras. ¿Cuál es el objeto o el lugar más extraño en el que has hecho ejercicio?

En el baño de mi casa.

¿Qué se puede hacer en el baño?

Lo he hecho una vez solo cuando se estaba bañando mi hija, se me fue un poco la pinza. Apoyada en la bañera se podían hacer los típicos fondos, las típicas flexiones de tríceps… la otra se meaba, nos lo pasamos muy bien juntas. No lo he vuelto a hacer. Entreno mucho en el parque con la niña.

“Hacer deporte con la pareja es sexy”… eso sí que es una actitud positiva.

A nosotros nos funciona muy bien. Yo llevo casi 10 años con mi pareja y nos dicen ‘¿cuál es el éxito para seguir juntos?’. Compartir actividades y momentos más allá de llegar a casa, haber estado todo el día trabajando y no poder mirarte siquiera a los ojos porque están los niños cenando y los tienes que acostar y llegas a las 11 de la noche y dices ‘Dios mío, no puedo con mi vida, me voy a la cama’. Así un día y otro. Romper con la monotonía y poder hacer cosas distintas como entrenar juntos, ayuda. Nosotros empezamos con el pádel.

Cuando entrenas con tu chico, Álex Adrover… vosotros que sois muy deportistas… ¿hay piques?

Entre nosotros no. Pero a veces cuando juegas con él tienes más confianza y si tienes que soltar algo se lo sueltas a él y no a quién tienes enfrente.

Tú planteas un desayuno corporal que consiste en hacer una serie de ejercicios sin ni siquiera haberte levantado de la cama… Que hay gente que hasta pasado un buen rato ni siquiera se ha despertado del todo…

No es ejercicio sino que es una manera de engrasar el cuerpo. Normalmente, yo la primera, te levantas y coges el teléfono y te metes un poco en redes o lees el periódico y te levantas de golpe y dices ‘ay, me he mareado’. Normal. Esa levantada, el primero que me dice que no lo haga es mi fisio. Dice ‘Patri, levántate bien, ponte de lado, pon la pierna por encima y levántate’. Eso es un poco el desayuno corporal. Y no hagas pensar ya la cabeza que aún no te has despertado y ya estás leyendo.

Me gusta la parte de hacer una playlist. Dime 5 canciones que te motiven para hacer ejercicio y por qué.

Yo soy una absoluta fan de Bruno Mars, cualquier tema. Siempre corro con él. En la elíptica me pongo conciertos enteros. Este tío me flipa. Sueño con verle en directo.

¿Disocias música para correr y para entrenar?

Para entrenar tiro de artistas como Bruno Mars que me gustan todos sus temas y me pongo directamente su disco. Y luego, playlist. Me pongo radios y voy seleccionando los temas que me gustan y los voy metiendo en una carpetita. Para correr se necesita otro tipo de música según el ritmo que lleves. Suele haber playlist hechas según las revoluciones.

Vamos, que la música es importante para ti, ¿no?

Me hice hasta una playlist para el parto cuando di a luz, soy muy friki.

¿Qué tenía?

Temas de toda la vida que a mí me gustan mucho, tipo Antonio Vega. La fue haciendo mi chico. La playlist la teníamos puesta desde por la mañana, contracción va, contracción viene. Estuve 8 o 9 horas. Álex, además es cantante.

Eso no lo sabía, ¿sigue con ello?

Él empezó en una orquesta. Canta y compone muy bien, pero en casa. No ha encontrado el tiempo que necesita pero está ahí. Yo tengo muchas ganas.

¿Y tú?

No, yo no canto, que cante él. No me llama la atención, no se me da bien. Yo… bailar.

No hemos hablado del yoga pero llegas a decir que te ha curado una hernia discal, ¿en serio?

A mí sí. El yoga me ha cambiado la vida, no es un dicho que ahora está de moda y lo dice todo el mundo.

Sí es verdad que las celebs lo han convertido en tendencia y eso a veces hace dudar de su efectividad…

Probablemente también sea una tendencia pero yo llevo practicando yoga 6 años y me ha cambiado el cuerpo completamente. Yo tenía una hernia y a día de hoy ya no aparece. Me costó, pero me metí y me enganchó porque empecé a encontrar mejoría muy rápido. Aún me cuesta meditar, lo consigo, pero me cuesta porque soy muy nerviosa y me fuerzo.

Comer sano, un mantra imprescindible

Compartes una serie de recetas, ¿de dónde salen?

Las hice con mi suegra, era cocinera de barcos, ya retirada, es maravillosa. Es inglesa y lleva toda su vida en Palma de Mallorca, tiene una mezcla muy interesante y cocinamos mucho juntas. Desde que nos conocimos nos unió la cocina. Estas recetas las hemos sacado juntas porque no es fácil sacar recetas super saludables. Son sencillas y rápidas.

¿Cuál es la que más haces normalmente en tu vida diaria?

Las barritas energéticas me gustan muchísimo. Cuando viene gente a casa hago la coca mallorquina…

Pero a tu hija, ¿le das hamburguesas de merluza y brócoli o una del burguer como muchos otros padres?

Le encantan las hamburguesas de merluza y brócoli. Si los niños empiezan comiendo estas cosas desde pequeños, luego no se enteran. Para ella son hamburguesas. De momento, con 3 años, la puedo manejar bastante bien. Al lado le pongo un poco de tomate.

¿Tienes algún alimento prohibido?

La bollería industrial. No compro cosas ya hechas, croissants, magdalenas, donuts… si como algo así intento comprarlo en alguna panadería casera o hacerlo en casa, aunque no tengo mucho tiempo para hacerlo. Todo eso lleva muchísimos conservantes y no es recomendable.

Tú llevas ventaja porque pasaste por Masterchef Celibrity y supongo que eso fue un Máster en cocina, ¿no?

Me ha ayudado mucho. Dos meses y medio pensando sólo en comida y alimentos… he conocido muchas cosas. Sólo pensaba en comida.

Y eso ¿te da hambre o te la quita?

Pues tuve las dos. Primero cogí un par de kilos de probarlo todo. Sobre todo en el restaurante donde estuve haciendo las prácticas con Aurelio Morales que los platos son maravillosos y cada cosa que sacaba me hacía probarla. Y luego, al cabo de las tres semanas o un mes, bajé de peso. Seguía probando de todo pero era tal estrés… dormía muy poco. Terminaba las prácticas a las dos de la mañana y al día siguiente a las ocho empezábamos las grabaciones y por mucho que comas, no lo coges.

Más allá del libro

¿Qué fue más complicado: estar entre fogones en Masterchef o al frente de Ninja Warrior?

Masterchef porque al final Ninja Warrior hacía pruebas pero sin ninguna exigencia, no competía. Yo era la presentadora loca que se animaba a hacer pruebas físicas. Masterchef… estaba concursando y yo quería quedarme, quería superarme… es otra presión. Ninja Warrior como concursante no lo he sufrido pero lo que cuentan y lo que yo viví, es un programa muy exigente, se preparan durante años.

Con las nuevas plataformas y la tendencia seriéfila en auge hay cada vez más proyectos, ¿alguno en perspectiva en este sentido?

Estamos en un punto maravilloso, sin nada confirmado. Están llegando propuestas muy chulas. Hay muchísimas cosas. Me apetece mucho pero no ha llegado el proyecto que necesito o que se adapta a mí, pero están llegando muchas cosas.

Con tanta cocina y ejercicio, ¿te queda tiempo para engancharte a alguna serie?

La he dejado a medias, la segunda de Stranger Things, me flipó y estoy ahí a ver si la retomo. Y Shameless, voy por la 2 temporada también. Esa me flipa, una familia muy caótica, ¿cómo es posible que se enteren?