Enfrentamos a lxs artistas a su yo del pasado, ¿cuánto han cambiado musicalmente?
¿La Shakira de antes o la de ahora?
Hace unos meses hablábamos de la necesaria evolución de las divas del pop en un mundo lleno de envidias y puñaladas. Nos centrábamos en todo aquello que ha influido en su vida más personal para llegar a ser lo que son ahora, ¿pero qué ha ocurrido en el terreno musical?
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Está claro que queda muy poco de la Shakira de Servicio de Lavandería o de la Beyoncé de Dangerously in Love. En realidad, poco queda de esa música que un día encumbró al Número 1 los artistas más importantes en la actualidad.
Además de los dos ejemplos antes citados, Rihanna, Justin Bieber, Miley Cyrus, Taylor Swift, Lady Gaga o Luis Fonsi son sólo algunos otros de los artistas que han cambiado radicalmente de estilo musical.
¿Qué música ha convencido más a sus seguidores, la de antes o la de ahora? Responder a esta pregunta es complicado, ya que el mercado es totalmente diferente al de hace unos años y normalmente se trata de artistas ya consagrados. ¿Viven de las rentas? ¿Funciona mejor su nueva apuesta musical?
En el caso de Shakira, por ejemplo, cuesta encontrarla actualmente en aquel estilo con el que conquistó el mundo. Si te vas, Inevitable, Ojos Así o incluso Hips Don't lie. Ahora, Shak prefiere sacar temas como Chantaje, Clandestino o Perro Fiel. La colombiana ha encontrado en el reaggetón su baza perfecta para triunfar, ¿pero sigue convenciendo tanto como antes?
El lado opuesto lo representa Beyoncé. Ahora es impensable que la artista lance un tema del tipo Crazy in Love, un hit incontestable del pop y uno de los grandes éxitos de la música. Beyoncé ha ido evolucionando hacia estilos mucho menos comerciales, lejanos a lo que ese público al que un día se dirigió escucha. Sin embargo, también ha conseguido que sus seguidores hayan dado oportunidad al R&B o al hip hop gracias a ella.
Tampoco queda mucho de la Rihanna de Umbrella, Where Have You Been o Diamonds. Work es el ejemplo más claro, un tema mucho más oscuro cercano al R&B contemporáneo. Con Justin Bieber ocurre lo mismo, del Baby al Sorry, del pop puro y duro a sonidos mucho más tropicales y electrónicos.
¿Y qué es de la Lady Gaga de Born This Way? No lo sabemos, pero tampoco es justo pensarlo. Del Just Dance al Joanne de Gaga hay un mundo, tanto a nivel musical como de producción, cosa que es normal en una artista de su trayectoria. ¿Es peor Lady Gaga ahora que ha vendido menos? No, simplemente es diferente.
Del pop gamberro de Miley Cyrus también nos despedimos en su último disco. La joven artista quiso mostrarnos una nueva faceta tanto personal como musical, acercándose a un sonido más country y menos comercial. Taylor Swift es otro ejemplo: del country de Red al pop de 1989 a los sonidos más sintetizados y oscuros de Reputation.
O Luis Fonsi, por ejemplo, y su triunfo en el género latino y el reggaetón. ¿Qué queda del Fonsi de No Me Doy por Vencido en Calypso? Nada.
Lejos de tratarse de algo negativo, la evolución musical de cada artista suele responder a sus propios gustos y a factores personales. Sea como sea, podríamos decir que al final es positivo que un artista se sienta cómodo con lo que está haciendo y no dependa de las ventas o de la acogida de sus fans para hacer una cosa u otra.
Por ello, criticar su cambio es una equivocación. Enfrentarlos a su yo del pasado es normal, pero al final hay que respetar sus decisiones y creer que están tomadas por algo. Y sí, pensar que Beyoncé volverá a reventar las pistas de baile con un nuevo Crazy in Love es un error. Y no, muy al pesar de muchos fans, Shakira no volverá a hacer un disco como Servicio de Lavandería (ojalá sí, eh).
