La que se lio en el bautizo de Albertito Isla

El nieto de Isabel Pantoja tiene un bautizo movidito

La temporada de las noticias del corazón está acabando. Empieza el veranito y con él, el descanso para todos... Pero, antes de que esto pase, tenemos otro gran evento que contar: el bautizo de Albertito Isla. el hijo de Isa Pantoja y Alberto Isla.

Un bautizo suele ser algo inocente, dulce, tierno, blanco, bonito... La frescura del nacimiento. Pero claro, cuando se trata de la familia Pantoja eso desaparece. Estos cuatro hitos fueron los que marcaron la ceremonia. 

1- Bronca entre los padres del pequeño. Para empezar, la pareja llegó separada al convite y es que el motivo tiene telita. Por lo visto, Alberto, el padre del pequeño, se pasó toda la ceremonia tonteando con una invitada así que Isa se puso muy celosa y se fue de la finca durante varias horas. Luego ya llegó más calmadita. 

2- Hubo varias ausencias importantes. El tío, Kiko Rivera, y la Abuela, la mismísima Isabel Pantoja no asistieron al bautizo... El primero porque al parecer estaba indispuesto y la abuela, dicen por ahí, que estaba dolida por la elección de la madrina. Resulta que la elegida fue Dulce, la asistenta de la cantante, y claro, después de haberla vendido en todos los platós de televisión de España, es normal que se cabrease un poquito... 

3- Albertito la lio. El niño se puso nervioso y la lio un par de veces. La primera porque estaba nervioso y le dio un manotazo a un periodista. La segunda porque no le apetecería nada lo de que le mojaran el pelo y el niño le dijo al sacerdote: ''Tonto, tonto, no me mojes el pelo''. Maravilloso. 

4- La última movida, el restaurante. Los padres decidieron poner en la invitación un restaurante que no era. Lo hicieron para conservar la privacidad y que, si se filtraba, nadie les fastidiara el evento. La intención era avisar luego a los invitados pero claro, entre unas cosas y otras se les pasó. Irene Rosales, la pareja de Kiko Rivera, fue una de las olvidadas y se plantó solita al otro restaurante... ¡Pobre!

En fin, que si Albertito Isla empieza así su vida, quién sabe cómo terminará.