Viví un concierto de Taylor Swift en NY y todo es "mucho más americano" de lo que podía imaginar
'Reputation Stadium World Tour', una experiencia a lo grande
Si para algo sirve el verano es para viajar, desconectar y hacer eso que siempre has deseado. En mi caso, ir a un concierto de Taylor Swift era una de esas cosas. Además, aprovechando mi viaje a Nueva York, pude ver a la artista muy cerca de esta gran ciudad.
Sueño cumplido por partida doble: ver a una de mis artistas favoritas en una de las ciudades más bonitas del mundo. Su Reputation Stadium World Tour hacía parada triple en el Metlife Stadium de Nueva Jersey, a una media hora de Nueva York. Yo elegí el primero de los tres conciertos, una cita en la que Charli XCX y Camila Cabello fueron las artistas invitadas y el principio de un show descomunal.
Como esperaba, el concierto fue una auténtica pasada. El espectáculo que Taylor ha montado para esta gira no defrauda, con tres escenarios, dos transportes aéreos, pirotecnia, confeti, agua y un repertorio que mantiene el ritmo de principio a fin. Vamos, que lo tiene todo.
Sin embargo, lo que más me llamó la atención de un show de estas dimensiones, con 80.000 personas en el público aproximadamente, fue el despliegue a todos los niveles que gira en torno al concierto.
#1 DECENAS DE AUTOBUSES EXCLUSIVOS
Por ejemplo, la cantidad de autobuses que salían desde Manhattan. Cada diez o quince minutos había un autobús directo al estadio que estaba lleno de gente ansiosa por ver a Tay. Además, a dos calles de Times Square, la estación señalizaba en su entrada dónde tenías que coger el bus para no perderte. Como si se tratase de un museo, casi.
#2 UN CONCIERTO FAMILIAR, UNA FIESTA TEMÁTICA
Otra de las cosas que me parecen interesantes es el despliegue familiar que se hace para acudir a este tipo de eventos. Al lado del estadio, las familias se montaban sus barbacoas antes de que el show comenzase (sobre las 6 de la tarde). Además, el público más común de Tay, niñas de entre 10 y 20 años, iban disfrazadas de la artista en sus diferentes videoclips: de bailarina como en Shake It Out, por ejemplo.
Lo mejor de todo es que sus respectivas madres, para seguir la línea, se ponían camisetas de la cantante e incluso coronas u otros objetos que se identifican con la cantante. Vamos, que el concierto parecía una fiesta temática.
#3 EL PERRITO CALIENTE NUNCA FALLA, TAMPOCO EL MERCHANDISING
Además, como con la barbacoa no tenían suficiente, dentro del recinto no había persona del público sin su perrito caliente, su hamburguesa, sus patatas fritas y su refresco. Tampoco podía faltar la bolsita con el objeto de merchandising adquirido: un póster, una camiseta, un bolso o cualquier otra cosa para exhibir en tu casa.
#4 PREPARA LA CARTERA, ES NUEVA YORK
A todo esto hay que tener en cuenta que la entrada del concierto, la más barata, cuesta 150 euros. Si le sumas el agua, la camiseta y algo para comer... Te pones en algo más de 200 euros. Eso si no gastas mucho, así que no quiero calcular cuánto puede costar a una familia con dos hijos ir a un concierto de este tipo.
A pesar de ello, a cualquier fan de Taylor le merece la pena gastarse todo este dinero con tal de ver brillar a su ídolo. Pero sí, las diferencias de precio entre un concierto en un gran estadio en Nueva York o una gran ciudad como Madrid son descomunales.
#5 CONTROLES Y MÁS CONTROLES
Otra cosa que me sorprendió son los largos u arduos controles de seguridad que tienes que pasar antes de llegar a tu asiento. ¡Ah! Y otra de las cosas que te pilla por sorpresa es la pendiente tan pronunciada del estadio. Aunque estés en la última fila, es muy difícil perder de vista al cantante en cuestión. Sea cual sea la perspectiva, levantarse da un poco de vértigo.
En fin, una experiencia que había que contar porque aunque a veces pensemos que "las americanadas" sólo se viven en las películas, el haber ido a un concierto de Tay en NY es "mucho más americano y peliculero" de lo que esperaba.