Megalodón: Un tiburón extinto anda suelto y Jason Statham le va a dar
Hemos visto la película 'freak' del verano y te lo contamos
Desde que en 1975 llegara a España la película de Tiburón, dirigida por Steven Spielberg, no ha habido prácticamente ni un verano en el que los espectadores no tuviéramos, al menos, una película con bichos marinos que te pueden devorar donde elegir. Sin pensar demasiado es el caso del divertidísimo remake de Piraña, 3D, o la acertada Infierno Azul de Jaume Collet-Serra con Blake Lively como protagonista.
Ahora, en 2018, es el turno de Megalodón. Y, como su nombre indica, es todo a lo grande. La película ofrece todo lo que el género veraniego/monstruoso puede ofrecer: un millonario excéntrico demasiado parecido a Elon Musk (Rainn Wilson) que financia expediciones submarinas poco apropiadas que despiertan a escualos extintos de veinte metros, relaciones familiares rotas por las malas decisiones, integrantes de los equipos devorados (¡claro!), una acción demasiado cercana a playas abarrotadas y un Jason Statham en plena forma.
Porque podríamos sustituir el término Jason Statham por héroe, pero no. Aquí hemos venido a jugar y a ver al ex-saltador de trampolín hacer las mil virguerías en aras de cargarse a un bichopo del que lo más sorprendente es, ¡qué tiene conciencia ecologista!
Y como no nos gusta hacer más spoilers de la cuenta lo que hay que admitir es que Megalodón da en bandeja lo que sus adelantos han ofrecido. Esto es una lucha contra un animal que se consideraba extinto y que no tiene demasiados miramientos a la hora de pedirse el menú del almuerzo. Y la lucha la lleva a cabo uno de los actores más fantásticamente encasillado de los últimos años.
No se esperen buenos diálogos, porque no los hay. Tampoco personajes de gran profundidad, no se les espera. Lo que sí hay es un guion predecible pero divertido a rabiar y llenos de punch lines de los protagonistas que no por manidas resultan menos divertidas. Se tira de los efectos de la serie B sin el más mínimo complejo, aquí se viene a gozar.
Un entretenimiento veraniego que no le quitará a nadie las ganas de bañarse como en 1975 hizo Tiburón pero que hará pasar un muy buen rato al fresco de la sala de cine.
Por buscarle una pega: Se echan en falta escenas más sangrientas. Ya que estamos ante uno de los bichos más mortíferos del océano, qué menos que su buena merienda de adolescentes atontados o gordos malhumorados. De escenas gratuitas con los músculos de Statham en gran formato va servida, eso sí, así que una cosa por la otra.
Megalodón cuenta con, además del actor inglés, con Ruby Rose, Li Bingbing o Rainn Wilson en su reparto y está dirigida por Jon Turteltaub. Llega el 10 de julio a los cines.