Shadow of the Tomb Raider: La Lara Croft más letal
Echa un vistazo al gameplay del juego
Hemos acompañado a Lara Croft en un viaje que ha durado los últimos 5 años y en los que hemos descubierto los orígenes del popular personaje. Uno de los iconos de los videojuegos más importantes rejuveneció en 2013 dando lugar a una de las sagas que más (y mejor) hemos disfrutado en nuestras consolas: Tomb Raider. En 2018 llegamos al destino: Shadow of the Tomb Raider.
Durante esta media década hemos podido acompañar a Lara en la búsqueda del asesino de su padre y en ese periodo su vida ha cambiado para siempre.
Poco queda de la tímida joven que abría por primera vez los cuadernos de su padre. Se ha convertido en toda una exploradora de tumbas a la que ni las peores condiciones extremas pueden vencer.
Su fortaleza física y su determinación para llegar hasta el final y acabar con La Trinidad, la organización detrás de la muerte, es inquebrantable. Lo he podido comprobar en la demo que Koch Media y Square Enix me permitieron disfrutar durante más de dos horas en Madrid.
El juego de Lara Croft
Después hablaremos de los gráficos, de las mecánicas, de la historia, de las tumbas, de los puzzles... Pero ante todo Shadow of the Tomb Raider (14 de septiembre, PlayStation 4, Xbox One y PC) es el juego de Lara Croft.
Lara es más adulta en esta aventura. Y más letal. El viaje termina con una Lara mucho más capaz, fuerte e inteligente. Todo lo que ha pasado hasta ahora y toda la información que ha descubierto le permiten, por derecho propio, convertirse en una Croft.
De la inocente, tímida y débil Lara del inicio, hemos pasado a una Lara aguerrida en los paisajes congelados de Siberia para terminar con una letal Lara que pese a los inconvenientes y errores de algunas decisiones, debe seguir adelante pase lo que pase. La gestión emocional y psicológica de esos errores en su camino hacia la venganza la convierten en un arma capaz de estar en simbiosis con la selva.
En su día ya os contamos algunas cosas de las que Lara Croft iba a ser capaz en Shadow of the Tomb Raider. Hay exploración (y recolecta de objetos para mejorar armas, crear venenos, recuperar salud o para compra-venta), hay aventuras (en forma de escalada, rappel, saltos imposibles...) pero sobre todo hay combate. Y este combate podrá asumirse a cambo abierto o, preferiblemente, utilizando la selva como aliado para causar verdadero temor en nuestros enemigos.
Los jaguares presentes en las primeras horas del juego nos enseñarán que ante el mayor tamaño de nuestro enemigo cuenta el sigilo y el camuflaje. Embadurnados en barro seremos casi invisibles al ejército de La Trinidad. Aunque eso supondrá armarse de paciencia y utilizar el radar de Lara para saber qué bajas pueden llamar la atención de otros soldados.
Ese sigilo en ocasiones también os será necesario bajo el agua. Lara ya puede usar el buceo libre para explorar las tumbas aunque el agua también está llena de peligros. Buscar coberturas y otros objetos submarinos os hará más sencilla la labor.
Los puzzles y las tumbas
Desafortunadamente no podemos contaros demasiado (por temas de embargo) sobre la resolución de puzzles y sobre lo grandes y terroríficas que son algunas de las tumbas que hay que atravesar.
En una dificultad media os garantizo que en muchas ocasiones tendréis que revivir al menos un par de veces porque caeréis ante una trampa oculta de objetos punzantes que no esperabas.
En estos escenarios viví momentos de tensión y situaciones límite de esas que son capaces de levantar a un jugador del sofá con media sonrisa en la boca y gritando aquello de ¡vamos!
Esa es una de las grandes novedades de Shadow of the Tomb Raider, juego que por otra parte mantiene el alto nivel de Tomb Raider y Shadow of the Tomb Raider en lo que a mecánicas de juego, ambientación, gráficos, animaciones y combate (con el arco, con armas de fuego, etc).
La exploración
Está claro que el reinicio de la saga Tomb Raider es, ante todo, un juego de acción y aventuras. Pero Shadow of the Tomb Raider no va de superar el juego a toda velocidad. La adrenalina de las escenas épicas nos impulsarán a buscar la siguiente secuencia pero antes de ello es recomendable explorar.
La exploración, como decía antes, no sólo nos reportará objetos para mejorar nuestras armas y puntos de experiencia para mejorar las habilidades de Lara (ya os podéis imaginar el habitual árbol de mejoras de cualquier RPG) sino que encontraremos información desperdigada con la que podremos comerciar y también entender las civilizaciones que se presentan ante nuestros mandos.
Dominar los idiomas, descubrir los templos y tumbas y recolectar todo tipo de artículos coleccionables producirá en el jugador (al menos en mi caso así fue) una satisfacción similar a la de resolver puzzles como los de la araña o el del águila que podéis ver en el gameplay del juego al comienzo de este reportaje.
Para hacerlo contaremos con la inestimable ayuda de un completo mapa en el que podremos dejar marcas (los campamentos) sobre las que regresar; y de un sexto sentido de Lara que activaremos con los sticks y que resaltará en color amarillo las cosas que no debemos dejar atrás.
La historia
En su búsqueda de La Trinidad, Lara Croft ha descubierto que un apocalipsis maya está a punto de suceder y por ello viaja a Centroamérica. Evitarlo y evitar que alguien pueda aprovecharse de ello será su principal objetivo.
En su camino, el popular personaje no sólo va a descubrir habilidades en sí misma que nunca hubiera jurado que tenía sino que descubrirá civilizaciones ocultas hasta ahora para el ser humano: Paititi.
Los cuadernos de su padre, que la habían llevado hasta México, no hablan sin embargo de Perú, país en el que se desarrollará buena parte del juego y que supone un claro homenaje a aquella primera misión que Lara Croft emprendió en 1996 cuando Tomb Raider nació de manera oficial.
Juan Ignacio Herrero
Redactor de LOS40 desde 2005