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Hilary Swank se apunta a lo de las bodas secretas, ¿cuál de sus dos vestidos te gusta más?
De estilos muy diferentes
Hilary Swank estuvo casada con Chad Lowe durante una década pero en 2007 se divorció. Luego llegó el tenista Rubén Torres pero rompieron después de su compromiso. Pocos meses después comenzó una relación con Philip Scheneider, el empresario que, por sorpresa, acaba de convertirse en su marido tras dos años de discreta relación.
La boda, con mucha inspiración romántica, tuvo lugar en medio de un bosque de secuoyas en California. “Me sentí abrumada con tanta gratitud y agradecida por haberme casado con el hombre de mis sueños y por ver a todas las personas que queremos juntas en medio de un paisaje tan profundo. Fue realmente un sueño hecho en realidad”, le contó a Vogue que cubrió en exclusiva la boda.
La pedida de mano tuvo lugar durante unas vacaciones en Colorado. “Nos topamos con un hermoso santuario en las montañas. Tenía una impresionante cascada que bajaba a cabañas rústicas construidas en el siglo XIX, rodeadas de hermosos pinos y un inmenso cielo. Una noche, Philip se arrodilló frente a la cascada y me lo pidió: se aseguró de que mis perros estuvieran cerca para que pudieran ser testigos”, contó en la revista.
Y llegó el día. Fue su padre el que la acompañó al altar dejando clara la relación tan especial que les une. Recordemos que la actriz se retiró una temporada para cuidarle tras un trasplante de pulmón. Tampoco faltó su gran amiga, la también actriz, productora y directora, Mariska Hargitay.
Y si hay algo importante en las bodas es el vestido de la novia. En este caso, no uno, sino dos.
El vestido del 'sí quiero'
Escogió un diseño de Elie Saab Haute Couture Atelier para dar el ‘sí quiero’. Un vestido que tenía 25 metros de encaje chantilly, 8 metros de chifón de seda y otros 6 metros de organza de seda.
Tenía un escote en V, la espalda descubierta y una capa que nacía de los hombros y se confundía con la manga corta.
“Se tardaron más de 70 horas en bordar el vestido y unas 150 horas para armarlo por completo”, explicó la novia. “He adorado a Elie Saab desde hace años y me emociona mucho que haya diseñado mi vestido”, añadió.
Lo completó con unas sencillas sandalias de tiras con pedrería y lazos blancos al tobillo de Christian Louboutin.
El vestido del baile
Sí, la novia se cambió de traje para la fiesta de después. Un diseño de Maria Grazia Chiuri para Dior con la marca de la casa, un escote bustier.
Ajustado a la cintura con una falda midi fluida con volumen que lucía muy bien en el baile.
Y hablando de baile, cambió las sandalias por unos zapatos de claqué (también de Louboutin) para marcarse un numerito de lo más especial con su recién estrenado marido.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...