Especial
Análisis de Super Mario Party
Super Mario Party devuelve la franquicia a la grandeza
La saga Mario Party ya ronda las dos décadas, y parece inevitable recibir uno por cada consola de Nintendo. La idea es la de siempre, ponerse a jugar con un grupo de amigos usando los avatares del universo Mario Bros, y acabar la velada conservando esa amistad.
Los Mario Party llevaban de bajón desde hace un par de generaciones, pero Super Mario Party añade suficiente a la fórmula existente para darle un empujón en calidad, en simbiosis con una consola que ha convertido su sociabilidad en un punto importantísimo para sus juegos.
La base continua ahí, ya la conocemos, pero pequeños retoques al esquema principal nos han dado suficientes sorpresas como para recomendar encarecidamente el juego.
Hasta cuatro jugadores se pueden dar cita en el tablero de Super Mario Party, lanzando los dados para ir avanzando hasta la meta. La recolección de estrellas es la meta final, las cuales le compraremos a Toadette, que va dando vueltas por el mapeado a casillas aleatorias.
Puedes fastidiar a tus rivales, pero el mapa ya tiene los suficientes obstaculos de por sí. De enemigos derribando puentes a otros que sólo se moverán pagando valiosas monedas. Y como siempre, cada ronda se puntúa con un mini juego.
Ha habido varios cambios en la formula, como os anticipábamos antes. Los personajes ahora tienen su dado personalizado, que pueden elegir lanzar en vez del típico que va de 1 a 6. Por ejemplo, Bowser puede lanzar un dado con opciones hasta 10, pero se arriesga a perder monedas y no moverse de su casilla.
Se pueden desbloquear dados adicionales en cada sesión reclutando aliados, que añadirán pequeñas cantidades a tus tiradas cada turno. Y aparte podemos disfrutar de la presencia de una gran cantidad de secundarios de la saga.
Cuando tú y tus amigos os canséis de competir entre vosotros, podéis poner vuestras miras en el modo "River Survival", todo un soplo de aire fresco. Este modo cooperativo os envía a bajar rápidos en una balsa, por lo que tendréis que navegar usando los controles de movimiento para llegar a buen puerto.
El tener que hacerlo entre todos para tener éxito os dará alguno de los momentos más divertidos que el juego puede ofreceros. Incluso hay mini juegos, que se activarán navegando a través de globos flotantes en el rio. Estos nos irán dando tiempo extra, y por supuesto premiarán vuestro grado de cooperación y entendimiento.
Super Mario Party está construido alrededor del Joy-Con, así que el grado de disfrute que os dé el juego dependerá en gran medida de como os manejéis con ellos.
Un punto a favor es que se puede jugar a dobles sin necesitar un extra, cada uno con un "mandito", incluso usando la pantalla pequeña (también se pueden preparar dos para jugar así con cuatro jugadores), aunque para grupos grandes la televisión gana por goleada como plataforma.
Super Mario Party es un juego esencial para compartir con familia y amigos, más de cara a la cercana temporada navideña. Es una vuelta a lo que hizo que la saga fuera cautivadora, como un redescubrimiento después de 20 años. No os lo deberíais perder.