David Otero y Rozalén - Baile [2018]
Con nostalgia a lo 'Toy Story'
David Otero estaba en la Península de Troya, en Portugal, cuando empezó a componer esta canción. “Me fui unos días que tenía libres y mis hijos tenían vacaciones y daba mis paseos por la playa y me llevaba mi cuaderno y ahí surgió el comienzo de Baile. Era una idea de estrofa y estribillo”.
Luego se marchó a Madrid y siguió trabajando en ella con la ayuda de Diego Cantero (Funambulista) con el que debatió el argumento de lo que quería contar.
“La canción habla de la incapacidad que tenemos a veces de tocar, de ver, de sentir, de estar un poco con los brazos abiertos a la vida. Me parece que estamos más ocupados en la comunicación online que la offline y creo que es super positivo decirnos ‘para’”, explica.
“Surgió el braille que es una forma de comunicarnos a través del tacto. Era como un braille gigante, tócate (en el buen sentido) y toca a los demás, y abrázate y quiérete y siente un poco”, añade.
Rozalén de compañera
“Siempre la vi como una colaboración”, reconoce y tenía que ser una chica, “no sé por qué a mí me gusta más la combinación chico chica en una canción, aunque dos chicos a veces queda preciosa y dos chicas, también, pero a mí, las voces chica chico me gusta”.
Reconoce que hacía años que seguía el trabajo de Rozalén y le flipaba y pensó en ella aunque le costó proponerle la colaboración. “Me daba mucha vergüenza pedírselo porque se lo pide todo el mundo y era un poco como ‘¿y yo?’. Me sentí un poco así pero dije, ‘venga, voy a pedírselo’”.
Y lo hizo después de presentar juntos sus canciones candidatas para Eurovisión en Operación Triunfo. “En el hotel cuando acabó todo, estábamos hablando en la recepción, partiéndonos de risa, como cada vez que nos vemos y le dije ‘algún día tengo que comentarte una cosa’ y me dijo ‘dímelo ya, no seas gilipollas y me dejes así’. ‘Bueno, estoy grabando el disco nuevo y me gustaría que te pasaras por el estudio’”, recuerda sobre aquel momento.
Dijo que sí y pasaron un día en el estudio con sus respectivos productores. Formaron dos equipos aportando ideas para llegar a un punto común después de dar muchas vueltas.
Rompiendo estereotipos en el vídeo
David reconoce que había una idea A para el vídeo pero que Willy Rodríguez, el realizador, unos días antes del rodaje, propuso una idea B que es la que salió adelante. David confía tanto en él que le dio carta blanca. “No me imaginé que iba a quedar tan bonito”, reconoce.
Y aquí volvemos a encontrarnos con un talent show porque la chica de la pareja que da vida a los muñecos que cobran vida es Lucía, una de las concursantes de la última edición de Fama! A bailar. Se conocieron cuando él visitó el programa y estuvo hablando con los bailarines.
“Me contó que me había conocido cuando era muy pequeña porque pasó al camerino a pedirme una foto cuando estaba en El canto del loco y era una niña chiquitita. La cantidad de vueltas que da la vida”, se asombra.
Y es que esa idea nostálgica a lo Toy Story es una parte protagonista del vídeo. “Es una de mis pelis favoritas, la he visto un millón de veces y la seguiré viendo”, confiesa.
No era la referencia inicial pero cuando estuvieron buscando personajes tenían claro que querían dos que “no fueran clichés de muñecos y encontramos dos que eran muy pintorescos, el explorador y la cowboy. Queríamos evitar el momento muñeca y muñeco estereotipo, chica-vestido, chico-guerrero”, asegura.
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“El cowboy es una figura muy masculina, muy de tío y se lo dimos a ella. Una tía que si te pones a profundizar es una tía que trabaja con animales, trabaja duro, es una tía power. Y él intelectual, investigador, científico, evitando el muñeco que lleva armas o solo es físico”, aclara sobre la elección de estos dos personajes que quieren romper con los estereotipos de femenino y masculino.
Punto de encuentro
La otra parte del vídeo les tiene a David y María como protagonistas que pasan la mayor parte del tiempo dándose la espalda. “Fue idea de Willy. Nos sentimos muy bien con esa situación. Queríamos estar juntos durante todo el vídeo, no hay playbacks por separado como suele haber en las colaboraciones. Pero cantarse tanto juntos, el uno al otro, tampoco era la idea del vídeo porque estamos cantando a otras cosas y lo mejor era mantener esa tensión”, explica sobre su papel en la historia.
“Hay un momento muy tierno que nos damos un abrazo y lo sentimos muy de verdad, nos olvidamos mucho de que estábamos grabando un vídeo”, confiesa. Y es que eso de grabar con un equipo conocido ayuda, sobre todo a una persona que se reconoce tan tímido y que está hecha para cantar y no para interpretar.
El rodaje resultó un punto de encuentro entre ellos. “María y yo nos sentimos en una burbuja porque el hangar era muy grande y sólo estaba a nuestro alrededor el director de fotografía. Estábamos como muy de tú a tú. Estuvimos hablando de un millón de cosas. Para ser un videoclip era una cosa super íntima y nos sentimos conectados”, afirma.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...