Especial
Así viví mi primera Batalla de Gallos
Duelos de ingenio y competitividad sana
He de admitirlo, nunca me habían llamado la atención este tipo de eventos, e incluso me autoconvencí de que probablemente nunca asistiría a uno. Cuestión de gustos. Pero habrá que hacerle caso al dicho y nunca decir nunca, o de este agua no beberé. El pasado 3 de noviembre me vi entrando en la Sala Fever de Bilbao a las 17:30 horas para vivir el evento de la Freestyle Master Series (FMS), la liga oficial de las Batallas de Gallos en España organizada por The Urban Roosters, aunque ya comienza a expandirse por América Latina. Una liga que, por cierto, cuenta con 9 jornadas en 9 ciudades distintas.
No sabía qué iba a encontrarme, pero lo que sí pude comprobar al entrar al recinto es que aquellos eventos, no solo colgaban el cartel de entradas agotadas, sino que también llamaban la atención de un público mayoritariamente joven, con una media de edad de 20 años.
Después de charlar con algunos MC (así es como llaman a los raperos), decidí hacerme con un hueco en la primera planta de la sala. Los minutos pasaban y el ambiente que se formaba era completamente sano. Jóvenes que me sorprendían con rap improvisado mientras esperaban apoyados en la valla de la primera fila, insultándose pero a su vez abrazándose. Poco a poco la sala comenzó a llenarse, hasta que a las 19:00 horas, media hora antes del comienzo del evento, no cabía un soplo de aire más.
Llegaron las 19:45 horas y el presentador Host Bekaesh y DJ Sunshine salieron al escenario para calentar motores. Presentaron al jurado que decidiría los puntos de cada uno de los gallos al final de cada batalla: los MC Invert, Mr. Ego y Soen, el comentarista Kapo 013 y Estrimo.
El público, que aplaudió sin cesar a cada uno de los miembros del jurado, quería que la improvisación comenzase. Host Bekaesh no esperó más y presentó a cada uno de los protagonistas de la noche. Diez gallos que lucharían por escalar hacia los puestos más altos de la tabla de la FMS, organizada por The Urban Roosters. Bta, Hander, Errecé, Zasko, Force, Walls, Blon, Arkano, Skone y, el hasta entonces invicto, Chuty. De uno en uno y con unos minutos de improvisación salieron al escenario para provocar una auténtica explosión de adrenalina.
Yo allí arriba, "desde la barrera", no podía salir de mi asombro. ¿Cómo podían salir todas esas rimas de sus bocas en milésimas de segundo? Puro talento. Está claro que aquello no dejaba de sorprenderme, pero siempre en el buen sentido.
Llegó el turno del primer par de gallos. Walls y Force tenían que dar su mejor versión de improvisación con las palabras y los temas que apareciesen en pantalla. Pero sin duda, el momento estrella llegaba cuando cada dúo se enfrentaba a la ronda "sangre", que simplemente trata de atacar al contrario (insultos permitidos).
Lo que puede parecer una competición insana cubierta por el odio, resulta ser todo lo contrario. Cada vez que finalizaba una ronda, los gallos se abrazaban, e incluso se felicitaban y daban apoyo entre ellos. No voy a negarlo. Al principio me llamó la atención. Es como imaginar a Sergio Ramos y a Messi felicitándose en pleno partido tras marcar un gol. Poco a poco me fui acostumbrando.
Duetos y más duetos de gallos. A todos y cada uno de ellos les llegaba su hora. Yo me intenté guiar por la reacción del público, que por cierto no dejaba de darlo todo durante horas, para conocer cuáles iban a ser las batallas más épicas. Sin duda, la que más me causó esa sensación fue la de Blon vs. Chuty. "El rey sin corona" vs. "El rey con corona". Chuty llevaba dos años sin conocer la derrota. Aquello se ponía interesante y a Blon pareció gustarle, y mucho, aquel reto.
La batalla fue muy igualada. Sangre, abrazos y versos con rimas que explotaban en mis oídos llegaban sin cesar durante los minutos del enfrentamiento. Tanto fue así que el jurado decidió optar por la réplica, es decir, el empate. Chuty y Blon tenían que enfrentarse de nuevo para resolverlo.
Yo era consciente de que durante aquella noche iba a presenciar una sensación completamente nueva para mí. Lo que desconocía es que iba a ser testigo de un momento histórico de las Batallas de Gallos en España. Blon, el rey sin corona, venció al invicto Chuty.
La Sala Fever se tumbó. El público no solo estallaba ante las rimas más explosivas, sino también con cada una de las victorias. Pero, sin duda, la de Blon fue de otro planeta. Ahí ya lo daba por hecho: acababa de presenciar una batalla épica.
Aunque no solo lo fue la batalla. La sana competencia que se palpaba en el ambiente y la fidelidad de su público también fueron y son épicos.
Ellos te lo dicen
Antes de dar comienzo al espectáculo, tuve la oportundidad de compartir algunas palabras con tres gallos españoles, dos de ellos se enfrentarían durante el evento, mientras que el otro juzgaría sus versos. Estoy hablando de Arkano, Errecé y Mister Ego.
Como he mencionado en líneas anteriores, no sabía lo que podía encontrarme. Es por ello por lo que decidí preguntar a estos tres profesionales de la industria cómo lograrían convencer a alguien de adentrarse en este movimiento del freestyle y asistir a estos eventos. Sus palabras no solo me sirvieron a mí personalmente, sino que estoy completamente segura de que despejarán las dudas de cualquier indeciso.
Cuando me adentré en aquella sala no supe lo que encontraría, pero ahora que ya he digerido lo que viví, puedo asegurar que aquella fue mi primera batalla, pero no la última.
Laura Coca
Redactora de LOS40 y LOS40 Urban. Probablemente cuando leas esto estaré viendo vídeos de gatitos, escuchando...