Especial
Siete cosas que descubres en la película de Coldplay y que probablemente desconocías
Un documental que celebra los 20 años de carrera del grupo
La película de Coldplay, A Head Full Of Dreams, ha empezado a ver la luz en los cines de todo el mundo. Este documental se puede ver en la gran pantalla en fechas muy seleccionadas y, además, está disponible en Amazon Prime Video.
Dirigido por Mat Whitecross, el documental repasa y celebra los 20 años de carrera de uno de los grupos de música más importantes que ha salido de Reino Unido. Para los seguidores del grupo, A Head Full Of Dreams es la película idónea para disfrutar de Chris Martin y los suyos.
En las casi dos horas que dura, con imágenes post créditos incluidas, son varios los temas que se abordan: su música, obviamente, pero también las tensiones a nivel de grupo, sus distanciamientos, los sueños cumplidos, las adicciones y el cuestionamiento de cualquier hombre como ser humano.
Chris, Jonny, Will y Guy son los cuatro componentes de Coldplay, un grupo de amigos de la juventud que desde el principio tenían claro que querían triunfar en la música. Sin embargo, como en cualquier formación, también existen las diferencias de personalidad.
En el documental hay varias ocasiones en las que se produce más de una tensión sobre el resultado de sus temas, decisiones sobre sus álbumes o formas de afrontar, simplemente, un contratiempo.
Al principio, durante la preparación de su primer disco, Will (el batería del grupo) fue expulsado durante un breve periodo de tiempo el grupo por su falta de experiencia, pero finalmente le pidieron regresar. Esto fue una lección que de por vida ha servido a Coldplay: la unión hace su fuerza.
Tras dos discos que supusieron un bombazo, Parachutes y A Rush of Blood to the Head, el tercer disco fue el más complicado de todos. Según muestran en la película, parece que ninguno de los integrantes de Coldplay está del todo contento con este trabajo.
Eso sí, tal y como el propio Chris Martin dice, fue Fix You el tema que salvó este disco y, probablemente, les salvó de una grave crisis musical.
Para el disco que incluía Viva la vida, el grupo se recorrió varios edificios religiosos de Barcelona en busca de sonidos corales y ecos eclesiásticos. Eligieron, entre otras, la ciudad condal para grabar este trabajo, un álbum en el que la reverberación era esencial y en el que influyó mucho nuestro país.
En frente de un altar, con altas bóvedas en los techos y un micrófono en el centro, Coldplay grabó las voces de singles mundialmente conocidos como Viva la vida. Vibración y espiritualidad en estado puro.
Tras Mylo Xyloto, Chris Martin fue expulsado de la formación durante unas semanas por cuestiones personales. Tras su ruptura con Gwyneth Paltrow, el cantante pasó por uno de los momentos más difíciles de su vida.
Sus amigos estuvieron junto a el, pero Chris se encerró en sí mismo hasta que la misma música le salvó. Llegó incluso a cambiar sus hábitos de vida tras la separación de la madre de sus hijos, pero un nuevo reto profesional le hizo ver la luz al final del túnel.
Concretamente fue este trabajo, el más acústico, personal e intimista de la carrera de Coldplay, el que salvó del bache sentimental a Chris Martin. Él, como compositor del grupo, dio vida a un trabajo lleno de referencias y vivencias personales.
Quizá sea el menos comercial y el que más se alejó de su estilo anterior, pero fue el disco en el que Chris Martin pudo desahogarse y expresar, a través de la música, todo lo que sentía: poesía del desamor.
Las decisiones musicales en Coldplay son democráticas. La opinión de cada uno de los cuatro miembros pesa lo mismo y las elecciones de los temas son algo consensuado. Sin embargo, es necesario una quinta persona para un posible desempate: Phil Harvey.
Fue compañero de clase de Martin y desde el comienzo ha acompañado el grupo en la sombra. Dejó sus estudios para ser el manager de la banda, una posición que abandonó a los años para tomarse un respiro. Pero luego volvió. No como manager, pero sí como un peso importante del proceso creativo de la banda. Una base fundamental del grupo tal y como se muestra en el documental.
Indudablemente, los sueños han sido el motor de vida de Chris Martin y los suyos. Desde que eran pequeños querían dedicarse a la música y lo han conseguido. Detrás hay mucho esfuerzo y trabajo, pero el objetivo lo han cumplido.
Todo esto queda reflejado en los temas y el título de su último disco, A Head Full Of Dreams, el trabajo más redondo de su trayectoria, un disco lleno de matices y sonidos con el que Coldplay volvió a demostrar que son magia a la hora de hacer música.
Como anécdota, el documental muestra un divertido momento de Beyoncé grabando en el cuarto de uno de los hijos de Chris Martin. Rodeada de peluches, Queen B entona su conocida voz en Hymn For The Weekend.
Esta y otras imágenes, muchas de ellas inéditas y de archivo (dos décadas grabando dan para mucho) ilustran una película épica que hará las delicias de cualquier fan de Coldplay o incluso de cualquier amante de la música.