Melendi intentando colarse y Chris Martin en el guardarropa, la otra boda de Marta Ortega

Joaquín Reyes es uno de los hombres más camaleónicos de nuestro país y cada semana se pasa por YU para transformarse en alguno de los personajes de mayor actualidad. Y claro, esta semana, ¿quién no ha hablado en algún momento de Marta Ortega?

La hija de Amancio Ortega, el hombre que ha debido perder la cuenta de los millones que tiene, se ha casado con Carlos Torretta. Y la boda ha sido de esas que no dejan de sorprenderos por su ostentación y excentricidad.

Pues bien, Joaquín Reyes, convertido en la novia, nos ha desvelado cómo ha sido su boda:

“La boda la ha pagado la gente con sus regalos. En la invitación pusimos el número de cuenta para que pagaran el cubierto, 5000 euros. No, en serio, la boda la ha pagado mi padre y un poquito todos los que habéis comprado en Zara”.

“Lo hemos celebrado en el Hotel Jimena, en el salón Hidalgo, con mármol rosa, brillante, el cuadro de molinos…”.

“Carlos es un muchachito así…pánfilo. Dice a todo que sí, está todo el rato callado”.

“La casa donde vamos a vivir es una casa que hemos alquilado, porque al principio es mejor irse de alquiler, todo un polígono industrial. Es como Cobo Calleja, en Madrid, pues todo el polígono lo hemos alquilado a modo de vivienda”.

“En el menú pusimos unos entrantes, jamón york con piña, jamón del Mercadona que viene en lonchas. Pusimos patatas fritas, gusanitos naranjas gordos, altramuces… lo que la gente quisiera. Luego sorbete de limón, mandarina, champín y un bufé al que la gente iba con su bandeja y se ponía lo que quería: carne mechada, perca en salsa… a Amaia Salamanca no le llegó la perca, lo suyo era panga”.

“Llevamos a Chris Martin. Lo pusimos en el guardarropa. Ibas y estaba él. Yo le dije que como el guardarropa costaba dos euros por prenda que no se le ocurriera poner un abrigo sobre otro, sino prenda por percha”.

“Melendi quiso entrar. Iba a subir por una tapia con sus pies de gato y con las rastas que tenía como cuerda y le pillamos. Al final entró que hace muy bien de mimo”.

¿Te has quedado con ganas de más? Dale al play y échate unas risas.