Just Cause 4 asegura caos en tu Navidad

Perfecto para unas fiestas agitadas

El punto fuerte de Just Cause 4 es la diversión que proporciona su mundo abierto. La mayor parte del tiempo lo pasareis explotando cosas y creando un caos incesante.

Si la razón por la que juegas a videojuegos es pasártelo pipa, este juego te invita a que hagas exactamente eso; crear espectáculos pirotécnicos mediante una combinación de destrucción de edificios, vehículos y enemigos es la gasolina que mueve el juego.

Volvemos a los mandos de Rico Rodríguez, un héroe capaz tanto de volar con su parapente a través de montañas como de hacer que un helicóptero se estrelle contra un tanque, situación de lo más normal para la saga.

Estamos en Solís, país inventado de Sudamérica en el que opera La Mano Negra, una organización contra la que Rico ya se ha enfrentado. Aquí se nos revela que el padre de Rico tiene algo que ver con la organización, para hacer avanzar un pelín la trama.

Los Just Cause no van a ganar ningún Oscar al mejor guión, eso está claro, pero tampoco lo intentan. El juego acaba siendo un 'héroe intenta derrocar a un dictador en una isla', como estamos acostumbrados, pero la gracia es lo que hagamos por el camino.

Rico es el pegamento que mantiene unido al juego, un protagonista con carisma, divertido y que no pierde la sonrisa por mucha destrucción que cause.

La aventura nos va llevando a reunir un ejército capaz de recuperar el control de la isla, separada por regiones. Deberemos ir tomando bases enemigas, e ir haciendo que las ocupen nuestras tropas, que a su vez desbloquean nuevos ítems y misiones.

Las misiones nos llevan a hackear consolas y a destruir toda clase de infraestructuras, con todo un ejército de enemigos poniéndonos las cosas difíciles.

Lo que lo convierte en diversión es el uso de los gadgets, los aparatitos que Rico siempre lleva a mano cual cinturón de Batman. Paracaídas, traje planeador, el gancho que nos permite recorrer gran cantidad de terreno, etc.

Todos estos gadgets están desbloqueados desde el principio, así que todas las locuras de las que Rico es capaz las podemos hacer desde el inicio del juego. Y sin ellos serían imposibles muchas misiones, que nos piden cubrir bastante distancia entre objetivos, para por ejemplo, desactivar un número de bombas.

El hábitat de Solís nos lleva al sistema de meteorología, como vimos en el tráiler la isla no adolece de tornados, tormentas tanto eléctricas como de arena, y todo lo que se os ocurra por el medio.

El tiempo lo maneja el villano del juego mediante una maquina, y está diseñado para impedir nuestro avance, además de darnos más oportunidades de causar estropicios. Eso sí, se echa en falta un uso más intensivo, viendo lo bien que funciona.

Gráficamente el juego es una barbaridad y lo mejor de todo, se mueve muchísimo mejor que Just Cause 3 en esta misma generación. Parece que la gente de Avalanche Studios le ha cogido el punto a la tecnología con la que tratan y la experiencia se ha convertido en algo equiparable a lo que otros triple A proponen hoy en día.

En lo que no compité con el resto, directamente reina; es en diversión, a lo largo de las 25 horas que os puede llevar completar la campaña, más otro tanto si deseáis hacer todas las secundarias.

'Just Cause 4' ofrece un puñado de trucos nuevos para Rico, aunque otros os pueden parecer muy similares a los de la tercera entrega, pero si buscáis un mundo abierto en el sentiros libres de hacer lo que queráis no deberíais buscar mucho más.