Fran Perea: “Ahora puedo disfrutar con ‘1+1 son 7’ porque entiendo que fue una canción que marcó una generación”
Balance de los 40 años
A veces ocurre que un personaje puede comerse a la persona. Es lo que le ocurrió a Fran Perea con Marcos en Los Serrano. Todavía son muchos los que le recuerdan en aquel papel que marcó tanto su vida y su obra.
Con aquel personaje conoció lo que es el boom de la fama y debutó en la música. Pero las cosas no eran tan color de rosa como pudiera parecer. Él sufrió mucho en esa época y, ahora, con la perspectiva que da el tiempo, es capaz de mirar al pasado y darse cuenta de lo que realmente supuso todo aquello.
Y esa etapa y otras tantas que han sido clave en su vida son las que recoge en Viaja la palabra, un proyecto que incluye disco y libro en el que se desnuda emocionalmente para hacer balance de sus 40 años de vida.
Y no, en esas nuevas canciones no encontramos a ese Fran Perea adolescente que le cantaba a la chica de al lado. En realidad, él nunca ha sido ese. En este disco nos muestra al Fran Perea de verdad, al que se exige mucho a sí mismo, el reflexivo y agradecido. El Fran Perea que ha logrado vivir la vida que quería y que admite que tiene miedos pero los afronta para seguir construyendo.
Muchos echaban de menos su faceta musical pero eso se ha terminado porque está de vuelta con un proyecto en el que ha depositado toda su ilusión y sus ganas.
Han pasado 8 años, eso es mucho tiempo...
Sí, hay que empezar poco a poco y que la gente lo vaya conociendo porque sí es verdad que yo me he desconectado de la música 8 años y eso se nota también. Hay que llegar a la gente otra vez. No es empezar de nuevo porque hay un bagaje pero, sí es verdad que ha habido una desconexión muy fuerte con la gente.
En esta vuelta, tras 8 años de desconexión, ¿has notado mucho cambio en lo musical?
Sí, creo que el mercado se ha abierto más a los creadores. Antes todo estaba en manos de las discográficas, por lo menos cuando yo conocí la música, y cuando saqué el último disco, Viejos conocidos, empezaba el movimiento independiente. Yo saqué el disco por mi cuenta, y en estos 8 años hay gente que es capaz de llenarte salas sin haber pasado por una multinacional y eso está muy bien porque hace que el mercado se abra y que vuelva a las manos del que hace la música.
A ti, generalmente, te cuesta hablar de ti mismo pero en este nuevo proyecto, con las canciones y el libro, te has abierto, ¿te ha costado?
Cero, no me ha costado nada. Me ha costado el ejercicio de estilo. Lo que mola del proceso creativo es siempre ponerte a prueba. No hablar siempre de lo mismo, hay que romper el estado de confort. A mí no es que me cueste hablar de mí solo que no encuentro el foro donde hacerlo. En una entrevista, muchas veces, el periodista va a elegir un titular con el que no estás de acuerdo, o manipula...me ha pasado mucho, dices algo y le dan la vuelta para que parezca otra cosa. Es muy complicado que eso pueda llegar a la gente de una manera limpia o como tú quieres. Este soy yo, haciendo un ejercicio de honestidad.
La chispa para retomar este proyecto musical fue un concierto de Pedro Guerra, ¿qué pasó?
Yo estaba componiendo, tenía cosas ahí, en abstracto, y fui a la esencia de Pedro Guerra en Libertad 8, con su guitarra. Esa es la esencia por la que hacemos esto al final. Canciones desnudas. Luego viene todo lo demás, pero me dedico a la música por eso, porque es lo que me gusta desde pequeño, desde que cogí mi primera guitarra. Me gustaba eso, una guitarra y una voz, eso es lo que me interesa de la música. Ahí me di cuenta y dije 'esto es lo que quiero, lo que necesito, y ya sé por dónde tengo que empezar a construir'.
¿Lo comentaste con él?
Le mandé el capítulo del libro porque le pedí la letra de Lazos, para que me diese autorización para poder meterla en el libro y entonces le mandé el capítulo. Me dijo que le gustó y me dio las gracias, siempre es muy cariñoso.
Hablabas de esa primera guitarra, ¿cuál fue?
Una guitarra española que tengo todavía. En mi familia siempre ha habido una guitarra de por medio. Alguno de mis primos, desde chiquitines, ya andaban trasteando y mi primera guitarra la tuve con unos 13 años.
¿Y has compuesto alguna de tus nuevas canciones con esa guitarra?
Todo lo que compongo en Málaga lo hago con esa guitarra. De este disco, quizás el 50% está compuesto con ella.
Para este disco has empleado un registro de voz muy particular, ¿lo has preparado de alguna manera especial?
Me he inflado a escuchar voces oscuras para el disco: Tom Waits, Leonard Cohen... y he estado trabajando ese registro porque es en el que me siento cómodo. He estado entrenando la voz con Verónica Ronda que es una bestia parda.
Haces una división entre canciones contra el mundo, contra mí, para el mundo y para ti... ¿cómo surge?
Salió cuando estaba empezando con el proyecto. Me pasa que escucho un disco o un artista y a la cuarta canción es como que habla de lo mismo, y la quinta de lo mismo, y la sexta de lo mismo...me gusta lo que hace pero no me termina de remover porque es todo el rato igual. Así que, me obligué a dividir las canciones en diferentes objetivos. Tengo que hacer una canción contra el mundo, ahora otra contra mí...
Qué disciplinado...
Dentro de la creatividad está la variedad. Hay que ponerse retos y sí, me hice esa división. Creo que el futuro ya no habrá discos, habrá contenedores temáticos.
Esto es una mirada al pasado, un balance de vida... ¿podemos hablar de crisis de los 40?
Crisis no porque no considero que la haya tenido, no es en plan 'no he aprovechado el tiempo, ¿qué he hecho con mi vida? Voy a cambiarlo todo...'.
Pero hablo de crisis en plan, es momento de parar y hacer balance.
Este proyecto tiene muchísimo de eso, está contagiado de eso. Este disco lo he hecho entre los 36 y los 40 y de alguna manera, haces balance. Voy a llegar a los 40 y miro para atrás, miro cómo ha sido la cosa, cómo están los muebles, organizo un poco y me ha venido muy bien terapéuticamente hablando. Ponerte delante de un papel y lanzar ahí todas tus movidas está muy bien porque te reconcilias con cosas que no terminabas de tener colocadas.
Muchos dicen eso de 'he superado la crisis de los 40', ¿tú has superado algo con este disco?
Sí, he superado una cosa, claramente, que es el miedo que supone...este disco podía no haberlo sacado y cuando me planteé sacarlo, tenía miedo o dudas e inseguridades.
De hecho 'miedo' es una palabra que se repite mucho, ¿te has desecho de él o has aprendido a convivir con él?
Nadie se deshace del miedo completamente, al revés, ofreces respuestas. También pienso que si no tuviese ese miedo no tendría luego el arrojo para hacer las cosas. Yo huyo hacia delante.
¿Cuál era el mayor miedo a la hora de enfrentarte a este proyecto?
Que no gustase, ese es uno de los miedos principales para los artistas o que no sea entendido. A pesar de eso, que ya no está en tu mano, los miedos del proceso, que no suene como tú quieres...pero estoy absolutamente satisfecho. De hecho, es el disco con el que más satisfecho estoy de todos los que he sacado. Lo defendería en cualquier parte contra quien tuviera que defenderlo porque creo que es lo que tenía que ser.
Decía que en el disco hay mucho de miedos pero también de perdón, ¿te has tenido que perdonar algo?
No haber disfrutado de cosas que a lo mejor podía haber disfrutado más, a veces me lo digo. A veces me paso de frenada con la exigencia y luego tienes que hacer reflexión y decir, 'bueno, no pasa nada'. Si cometí ciertos errores, también me han ayudado a aprender.
Hablas de Los Serrano y lo que supuso. Los que te conocemos un poco sabíamos que aquellas primeras canciones no encajaban del todo contigo pero, ¿por qué no lo habías admitido como lo has hecho ahora en el libro?
Lo que hablábamos de recolocar los muebles. Hasta que no te pones delante de un papel a escribirlo y a ordenar lo que pasa dentro de ti, no lo tienes muy claro. A mí también me ha servido el libro para reconciliarme con una etapa de mi vida que te das cuenta de que no dependía de mí. Lo asumes, lo piensas y dices, ahora puedo disfrutar escuchando el 1+1 y no me pasa nada porque entiendo lo que es. No estoy en lucha con eso ya. Entiendo que es una canción que marcó una generación, la puedo disfrutar, suena y me río.
Aunque tú no estuvieras cómodo con ella, significó mucho para mucha gente y eso ya le confiere un valor enorme, ¿no?
Tiene un valor enorme. Hay gente que me ha dicho 'yo empecé a aficionarme a la música contigo porque me pilló la edad' y se convierte en una especie de himno de una generación y haber sido la voz de eso lo convierte en algo excepcional y único.
De todas formas, cuando eres joven y quieres comerte el mundo, que no te den voz ni voto tiene que dar mucha rabia.
Jode mucho, es una putada. Crees que tienes que cosas que decir, cosas que aportar y, de repente, te ves en una movida en la que todo el mundo opina menos tú. Ahora, lo digo en el libro, no es una pataleta, hoy por hoy me da igual, estoy en otro punto. Ahora puedo pararme a pensar en eso. En aquel momento ¿qué hice?, pues me fui. Después de tres años 'hasta luego Lucas' y te vas.
Pero te iba muy bien, ¿no te has arrepentido nunca de ese 'hasta luego Lucas'?
Lo que he construido a partir de haberme ido es tan brutal y tan bueno que es como que necesitaba irme de ahí, volver al teatro. Necesitaba hacer lo que he hecho, crear una compañía de teatro, los Luchana... Yo tenía que ir hacia otro lado y ahora me puedo permitir volver desde otro prisma.
En el libro también hablas de lo complicado que es sobrevivir a una etapa de tanto éxito repentino, te costó, ¿no?
Y menos mal que no me tocó el momento redes sociales en el boom, si no, habría sido... ves a gente que está expuesta brutalmente y le dan una cera que tiene que dejar las redes sociales... a mí me tocó otra cosa.
A ti te tocaron los paparazzi que te hicieron sufrir mucho.
Me tocó el boom de la prensa del corazón.
Pero te lo tomaste muy a pecho, ¿no?
Hombre, cuando violan tu intimidad... a mí me afectó bastante. Es que es un coñazo. Es muy difícil intentar llevar una vida así cuando estás agotado, además, te quita mucha energía. Sobre todo cuando no das pie.
No das pie pero se entiende que va aparejado al éxito, ¿no?
Pero es una cosa que entiendes desde fuera, no desde dentro. ¿Por qué tiene que estar aparejado al éxito? Cuando lo estás viviendo dices, '¿por qué me está ocurriendo esto?, ¿por qué mi vida ha cambiado de una manera tan loca?'.
De todas formas, de Los Serrano te quedaste con cosas muy buenas, una de ellas Víctor Elías con el que compartes este proyecto, ¿cuál es vuestra historia?
Con Víctor...terminó la serie, volvimos a trabajar juntos en Fedra, se hicieron como dos procesos separados por un año y en el segundo, entró Víctor y ahí hicimos gira, nos reencontramos después de un tiempo y hemos seguido en contacto desde entonces.
¿Y por qué le sumas a este proyecto?
Él siempre había dicho, 'oye, estoy tocando, estoy tocando, a ver cuándo toco contigo'...
Pero, ¿en Los Serrano él ya tenía esas inquietudes musicales?
Su padre era arpista y él empezó a estudiar música desde que era un chaval, de hecho estuvimos un tiempo en la escuela de música creativa los dos, él haciendo piano y yo guitarra. Él siguió, cada vez fue tocando mejor y tiene un nivelazo. Y hablando con Alfonso Samos un día le dije, ¿te parece que probemos a Víctor un día para el disco? Vino un día al estudio, tocó, a Alfonso le gustó, a mí también y ya está, para adelante. Y ahí estamos disfrutando de cosas que en la vida hubiéramos pensado que íbamos a compartir tantos años después. Sorpresas que te da la vida.
Fuiste parte de un fenómeno fan importante, ¿te ha pesado?
Sí, me ha pesado. A veces he tenido la sensación de que he tenido que hacer, frente a otro, demostrar un poquito más. Eso lo he sentido muchas veces. Cuando vienes de un fenómeno fan parece que tu trabajo vale menos, que eres el que canta la canción para los fans... ocurre. Tengo que hacer un poquito más que otro en mis mismas condiciones.
Después del éxito llega la calma y, en tu casa, el sentirte raro, ¿cómo fue?
Después del boom, empezar a asumirlo y quedarme solo a nivel sentimental y tener que enfrentar la vida solo, fuera una etapa en la que me sentí raro.
Aprender a perdonar es tan complicado como aprender a bailar, ¿tú que aprendiste antes?
Ostras...la verdad es que he tenido la suerte de vivir en una casa con ideas, valores y el perdón forma parte de todo eso, pero es verdad que cuesta. A mí mis padres me han enseñado a perdonar pero a bailar...nunca he sido un gran bailarín, desgraciadamente.
Después de escuchar el disco entero me quedó la sensación calma y las ganas de bailar un vals, ¿reflejo del momento en el que estás ahora?
Sí, hay mucho tres por cuatro. Es un disco para escuchar, está muy pensado para ir a un teatro, ver la puesta en escena, con las ilustraciones y para bucear en las letras. Se llama Viajar la palabra por eso.
Nos descubres a tu familia, con cuatro padres, que ha marcado mucho tu escala de valores.
Me ha ayudado a tener puntos de vista diferentes, en mi casa siempre había cuatro puntos de vista sobre un mismo asunto y siempre se ha debatido mucho sin tele de por medio. En las sobremesas muy de hablar. Eran cuatro adultos que los cuatro trabajaban, se habían desarrollado en su profesión, con inquietudes sociales, políticas y ha habido siempre mucho debate y eso mola.
Están esos cuatro puntos de vista, más el de tu hermana, cuando han escuchado el disco y han leído el libro, ¿qué te han dicho?
Ellos son muy discretos. Mi hermana me decía, 'estoy flipando, estoy descubriendo cosas de ti que no sabía', pero bien, les ha gustado. Mi padre me dijo que le parecía muy interesante el estilo. Es bonito que tu padre te diga eso. Hay algo que ellos valoran que es el esfuerzo, me ven currar y valoran eso.
Rozalén, ¿cómo llega al disco?
Rozalén me invitó a cantar en el Circo Price y hablé con ella antes de que llenara el Wizink una y otra vez y cuando estaba haciendo la canción de Caballito de mar, rápidamente pensé en ella porque habla del proceso creativo y me encanta como lo hace ella, como desde lo más pequeñito, una canción la convierte en otra cosa, florece.
El lugar común es la canción de autor desde el punto de vista más clásico, que, por cierto, creo que hay un poco de querencia de esa música con más profundidad, ¿no?
Sí, hay gente que reivindica algo de mensaje, algo en las canciones más allá de chundachunda... Andrés Suárez, El Kanka, Rozalén, Pedro Guerra que reedita...hay un público para eso.
Supongo que hoy, antes de salir de casa, te has mirado al espejo... ¿qué has visto?
(bromeando) Un tío interesante. Ahora me miro al espejo y me reconozco. He tenido momentos en los que no me he sentido a gusto con lo que reflejaba el espejo, pero ahora sí.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...