Especial
La favorita: Sexo, mentiras y cortes reales
La nueva película de Yorgos Lanthimos es un festín para cinéfilos
A principios del siglo XVIII, en plena Guerra de Sucesión Española (que a pesar de su nombre fue un conflicto de proporciones internacionales que terminaría en 1713 con la firma del Tratado de Utrecht), Ana Estuardo – también conocida como Ana de Gran Bretaña – dirigía a un país metido en el barrizal bélico mientras lidiaba con sus propios problemas personales.
Una reina bajo la que se conformó la Gran Bretaña uniendo a Inglaterra y Escocia que dirigía un parlamento con dos partidos, los tories y los whigs. Eso sí, la monarca escuchaba más bien poco a sus políticos y se dedicaba a aceptar el consejo de su 'favorita', la duquesa de Marlborough Sarah Churchill. Tiempo después, ésta tuvo que hacer hueco a su prima Abigail Masham, una señorita venida a menos que entró en el palacio como sirvienta y que pronto alcanzó el estatus de dama de cámara de la reina y también de favorita.
Esa es la premisa bajo la que se mueve La Favorita, la nueva película de Yorgos Lanthimos que se estrenó en el pasado Festival de Venecia y que llega el próximo 18 de enero a los cines. Eso sí, el apartado sociopolítico de la reina Ana queda en un segundo plano frente a la vida personal de quienes muchos señalan como una monarca injustamente ninguneada.
Una película protagonizada por Olivia Colman como la reina, Rachel Weisz como Sarah y Emma Stone como Abigail en la que el director griego dirige un guion que, por primera vez, llevaba tiempo guardado en un cajón. Exactamente veinte años desde que Deborah Davis escribiera una primera versión de la historia. Pero, que no cunda el pánico.
Veinte años, sí, y una historia que nadie se atrevía a contar por la naturaleza afectivo sexual y maligna entre Ana, Sarah y Abigail. Vamos, que 1998 no era el momento oportuno para estrenar la película de una historia de amor entre mujeres y nadie iba a poner el dinero sobre la mesa en un proyecto como ese. Afortunadamente las cosas han cambiado.
Y Yorgos Lanthimos, asentado en Hollywood con Langosta y El sacrificio de un ciervo sagrado (película que todavía nos preguntamos cómo convenció a Nicole Kidman para hacer), no se ha limitado a trabajar como si fuera, eso, una película de encargo. El cineasta consigue trasladar sus atmósferas oscuras, su angustia vital y su mala baba habitual a una historia que se podría haber quedado en una edulcorada versión de intrigas palaciegas y secretos de alcoba.
En La favorita los hay, claro, los secretos y las intrigas, pero está ese toque perverso de Lanthimos que todos sus fans esperan como maná caído del cielo que la aleja de otras producciones de acentos engolados y palacios impolutos.
La vida de Ana es de todo menos glamurosa, a pesar de las capas de armiño y de los pasteles que engulle sin parar. Una mujer derrotada, deprimida – perdió a 19 hijos – y que parece solo buscar algo de tranquilidad.Y a verlo así contribuye el impecable trabajo de Olivia Colman, la actriz que ya sumó en la carrera de premios su Globo de Oro a la mejor interpretación femenina, se llevó el reconocimiento a mejor actriz en Venecia y que apunta como favorita al Oscar en la misma categoría.
El apartado masculino del elenco se ve reducido a dos personajes con algo de protagonismo. Joe Alwyn es Masham y Nicholas Hoult es Harley. Dos papeles que también provocan terremotos dentro de la estructura de la casa real, pero con su presencia reducida a unos minutos.
La favorita es una de las películas más interesantes, irreverentes y disfrutables en este comienzo de año y, probablemente, de 2019. Muchas la señalan como el Lanthimos más accesible de todos los que hemos visto así que es una buena oportunidad para conocerlo si todavía no se ha hecho. Y llega a los cines el 18 de enero.