Eurovisión: Kate Miller-Heidke, la australiana que se divide entre el indie y la ópera

En 2015, coincidiendo con el 60 aniversario de Eurovisión, se decidió invitar a Australia al Festival para que participara como algo excepcional. Pero desde entonces se ha convertido en una costumbre y ahora, este 2019, la organización y la televisión pública australiana (SBS) han llegado a un acuerdo para que Australia esté presente por lo menos hasta 2023. Eso sí, tendrá que competir en semifinales para ganarse un puesto para el gran día.

“SBS ha sido el hogar de Eurovisión en Australia durante 35 años y estamos encantados con esta invitación a convertirnos en un miembro más permanente de la familia (…) Destaca el poder de la música para unir a las personas, incluso desde polos opuestos del globo”, ha explicado Josh Martin, responsable de entretenimiento en la cadena.

Australia Decides es una preselección de donde ha salido la candidata para representar al país en Tel Aviv el próximo mayo. Votan tanto público como jurado profesional y aunque muchos eurofans veían como favorita 2000 and whatever de Electric Fields.

Finalmente la ganadora ha sido Kate Miller-Heidke. Se trata de una mujer de 37 años con una larga trayectoria a sus espaldas que se mueve entre la escena indie de su país y la ópera. De ahí que el tema que presenta a Eurovisión, Zero gravity, es una mezcla de pop lírico. Algo que, por otra parte, ya hemos visto en más de una ocasión en el festival.

Una de las cosas que más llamó la atención de su actuación fue el vestuario. Estaba situada en lo alto de un vestido torre de 3,3 metros de altura que la hacía permanecer inmóvil. Y llevaba, además, una tiara que la hacía parecer una reina del hielo.

En 2005 debutó como solista en la ópera de Queensland, un mundo que no ha abandonado y que compaginó desde un primer momento con su pasión por un género más contemporáneo. Tiene 5 álbumes publicados, ha cantado en Coachella o en el último álbum de Passenger.

Ahora tendrá una experiencia nueva que sumar a su carrera. Se presentará en Eurovisión con un tema compuesto por ella cuando se estaba recuperando de una depresión postparto tras nacer su único hijo. “Es una canción sobre cómo salir de la depresión que trata de capturar esa sensación de trascender un largo período de sentirse mal”, explicó en la televisión australiana, “lo que se siente al salir de eso cuando el mundo recupera su color y las cosas vuelven a enfocarse”.