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Conciertos sí, espectaculares también
Un repaso a las puestas en escena más increíbles de la historia de la música
Una acústica decente y las bondades artísticas de quien tengamos delante es más que suficiente para obnubilarnos elevando nuestro espíritu hacia cotas místicas. La magia de la música, esa capaz de domar a las fieras, de provocarnos estados ciclotímicos donde pasar de la euforia al llanto depende exclusivamente de las decisiones ordinales de la playlist que se traigan entre manos los de ahí arriba sobre el escenario.
Pero es igualmente cierto que el espectáculo es una parte indivisible dentro de un concierto, y que son muchos los que apuestan por poner toda la carne en el asador y mostrarle al mundo coreografías imposibles, fuegos de artificio, pantallas gigantes escupiendo vanguardia visual, infraestructuras mastodónticas al servicio del show business, puesta en escena perfectamente sincronizada y escenarios que bien parecen sacados de un blockbuster cinematográfico. Giras multimillonarias donde lo visual impone su dictadura, donde el concepto del espectáculo se despendola hasta adquirir titánicos tintes.
A continuación, y sin orden de preferencia establecido, recopilamos algunas joyas que han quedado para siempre impresas en las retinas de todos aquellos que tuvieron la gran suerte de poder disfrutarlas en directo.
Michael Jackson - Superbowl 1993
Empezamos faltando a nuestra cita con la veracidad: esto no es un concierto al uso. Pero nos viene de perlas porque esta actuación combina dos factores que van indisolublemente unidos al concepto de espectáculo. De un lado Michael Jackson, leyenda que cambió las reglas del juego. Del otro, la Superbowl, evento que trasciende año tras año lo deportivo para convertirse en un espectáculo global. Hasta esta edición de 1993, grupos desconocidos y casi amateur actuaban en los descansos, en muchos casos alguna soporífera interpretación del himno norteamericano. Jacko llegó para cambiar para siempre el concepto de intermedio. Y a base de talento, coreografías de multitudes y hasta un gran mosaico humano en las gradas lo hizo posible.
The Rolling Stones - Bigger Bang Tour (2006)
Los Stones son sinónimo de algarabía en directo en cualquier lugar del planeta. Con el añadido de la última década de que sus fans sentimos que cada gira puede ser la última. Esta gira de 2006 es una de las más recordadas. Una impresionante infraestructura a ambos lados y metralla de la buena explotando en el cielo de Austin al finalizar un bolo inolvidable.
U2 - 360 tour (2009-2011)
Dos años recorriendo el mundo en la que hasta la fecha se convirtió en la gira más grande jamás realizada por un grupo musical. 110 conciertos en cuatro continentes se dice pronto, pero párate un segundo a pensarlo. Una gran estructura en forma de araña y la disposición del escenario en pleno centro del meollo, sus máximas aportaciones. Sin contar por supuesto con el chorrazo de temas mitiquérrimos que corre por cuenta de la casa. Los irlandeses, en su salsa. Y ostenta el récord de ingresos para una gira con 700 millones de euros de beneficio. Casi nada.
Muse - 2law tour
Realmente, la banda de Matt Bellamy se ha ganado a pulso poder estar presente en esta lista con casi cualquiera de sus grandes giras de estadios. Pero si toca destacar una por encima del resto es ésta gira en la que presentaron en América y Europa su disco de 2013. Una inmensa plataforma con un videowall espectacular y diversos efectos (ovnis y cachivaches varios incluidos) para un nuevo éxito rotundo de la banda británica.
P- Funk - Mothership
Esto es una locura maravillosa. Segunda mitad de los setenta, el funk implosiona y George Clinton, pope total de la escena, se come los States a base de reventar caderas y cardar afros. El dinero conseguido con anteriores trabajos le sirve a él y a su grupo de superestrellas (los míticos Parliament Funkadelic) para mostrarle al mundo la Mothership. Una nave nodriza INCREÍBLE que pilotaban en los conciertos con espectaculares aterrizajes y pirotécnicos trucos que dejaban ojiplático al personal. Dicen que la broma salió carísima.
Como muestra a que se quedó grabado a fuego dentro del imaginario colectivo, años después Skrillex hizo también su particular homenaje a esta nave nodriza, con resultados igualmente hipnóticos.
Pink Floyd - The Wall Live
Roger Waters quiso recuperar varios años después la esencia de la mítica banda. Y lo hizo con una gira donde no se escatimaron en gastos, con un muro gigantesco donde desplegar toda la iconografía del grupo y hasta un pequeño rincón desde el que Waters le cantaba a un televisor cómodamente sentado en un sofá . Un documento que conviene revisar de principio a fin.
Lady Gaga - Monster Ball
Que Stefani Joanne Angelina Germanotta sabe ofrecer un buen show no debería coger a nadie desprevenido. Durante toda su carrera ha destacado por ofrecer grandes conciertos en los que la importancia de los elementos visuales se torna en esencial. Y cualquiera de sus grandes bolos demuestra esta faraónica motivación. Para el recuerdo, esta interpretación en la que se enfrenta directamente a un gigantesco pez abisal que simboliza la fama.
Madonna - The Confessions Tour
Otra que tal baila. La que lo ha inventado todo en esto del pop de masas tampoco podía quedarse fuera. Sus giras son siempre un guiño a la provocación y a la moda. En esta gira de 2006, la reina surge de una bola creada por la firma Swarovski y valorada en un millón de dólares. Coreografías BDSM, dominación y una versión más que digna del eterno I feel love de Donna Summer. Supera eso.
EDC Las Vegas - The Cathedral
Si la cosa va de quedarnos absortos ante la grandeza de un escenario, nada mejor que visitar este festival de música electrónica. Hay otros como Tomorrowland que llevan las cotas del entretenimiento a un nivel nunca antes degustado gracias a su espectacularidad, pero para este festival se crea ex profeso un mamotreto llamado The Cathedral que está a años luz del resto en cuanto a dimensiones, infraestructura y tralla. Aquí han actuado alguno de los DJs más en boga de los últimos años, como Avicii, Martin Garrix o Calvin Harris.
Rammstein
Como veis, en esta lista abierta podríamos eternizarnos descubriendo eventos que han trascendido a golpe de espectacularidad. Pero queremos echar el cierre con un fragmento de lo que Rammstein son capaces de hacer sobre un escenario. El rock industrial de los alemanes está siempre bien escoltado por disfraces, actuaciones teatrales sobredimensionadas, fálicas herramientas con las que regar de espuma a todo el auditorio y algo que les hace únicos: el trato irreverente que le dispensan al fuego. Se quema uno solo con verlo.
Seguro que tenéis en mente muchos ejemplos más. Y estamos como siempre encantados de que nos hagáis partícipes. Todo sea por el espectáculo en mayúsculas.