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Ser feliz, trabajar de lo que te gusta y ganar una pasta es posible
A veces hay que dejarse llevar por el corazón
Que conste que nos parece fundamental que los más jóvenes completen sus estudios porque la preparación académica no sólo es necesaria para trabajar sino también para otros aspectos de la vida. Pero no siempre, las profesiones que todos conocemos son las que nos hacen felices. Y de eso hemos querido hablar esta mañana en Anda ya.
¿Es posible trabajar de lo que a uno le gusta, ser feliz y ganar una pasta? Pues sí, es posible. Y uno de los ejemplos nos los ha dado Alvar Araneae. Él cumplió su sueño de ser jugador profesional de videojuegos.
"He sido durante 8 años jugador profesional de videojuegos. Empecé jugando desde la infancia. Mi hobby era ver a mi hermano jugando y me fui enganchando. Cuanto más jugaba más aprendía hasta que descubrí un juego online con rankings y vi que se me daba bien. Era de los mejores de Europa y empecé a competir y a viajar por todo el mundo" explica Alvar.
"Tenemos un club en España que se llama Mad Lions Esports Club y los jugadores tienen un método que siguen con el cual entrenan de 8 a 10 horas. Por las mañanas tienen gimnasio y preparador físico, tienen también un psicólogo deportivo y por las tardes tienen seis horas de juego grupal y de dos a cuatro horas de juego individual"
¿Y los padres cómo se lo tomaron?
Es una decisión con ciertos riesgos dedicarle cada vez más tiempo a un hobby para que acabe convirtiéndose en un trabajo. Y los primeros en darse cuenta de ello siempre son los padres como nos ha contado Alvar: "Al principio mis padres no lo sabían porque era un mundo complicado. Una de las primeras veces tuve que viajar a Corea y mis padres no se enteraron hasta algún tiempo después. Ellos querían que estudiara una ingeniería industrial y a mí me gustaba estudiarla así que la excusa fue que iba a la sierra de Madrid a estudiar y no tenía cobertura".
Claro que siempre hay chicos que tienen el apoyo total de sus padres. Ese fue el caso de Lucas Hakansson el gamer con el padre que a cualquier amante de los videojuegos le hubiera encantado tener. A este chico sueco su padre le ha brindado la oportunidad de dedicarse profesionalmente a los videojuegos hasta el punto que lo ha sacado del instituto donde estudiaba para que pueda centrarse en su nueva profesión.
Igual el padre se ha pasado un poco desescolarizando al chaval pero Mendokusaii, que así es como se le conoce a Lukas Hakansson dentro de la comunidad Overwatch, parece que es una bestia parda a los mandos. La historia es un poco más profunda de lo que a simple vista pueda parecer ya que en su infancia, los videojuegos consiguieron que Hakansson superara problemas de ansiedad y depresión.
Oportunidades gamers
"Ser gamer no es lo más sencillo del mundo pero actualmente hay salidas profesionales para poder vivir de ello. Yo empecé siendo autónomo y haciendo mi canal de youtube con algunas marcas" nos contaba el protagonista de la historia de esta mañana.
No son las únicas opciones y cada vez hay más posibilidades. En Reino Unido ya hay algunas empresas que ofertan contratos para enseñar a jugar a otros. Se están creando una suerte de 'academias' para que otros jugadores aprendan a sacar el máximo rendimiento a títulos como Fifa o Call of Duty y muy pronto tendrán también activos canales sobre Battlefront, PlayerUnknown's Battlegrounds o Forza.
Juan Ignacio Herrero
Redactor de LOS40 desde 2005