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‘El gigante de Big Fish’: Leiva cuenta la preciosa historia que hay detrás de esta canción
'El gigante de Big Fish', de su disco Nuclear, está inspirada en algo increíble que le pasó a una amiga suya
Leiva acaba de lanzar su nuevo álbum Nuclear, su cuarto disco en solitario tras la disolución de Pereza. Está compuesto por 12 canciones y entre ellas, hay una muy especial: El gigante de Big Fish.
El cantante, que ha estado estos días de promoción, relató en 'El Hormiguero' y también en su cuenta de Twitter, lo que esconden los 3:12 minutos de esta preciosa canción. Una balada que, sin duda, lleva el sello de Leiva. "Tengo la sensación de que conociendo la historia, la canción cobra otra dimensión", afirma. No podemos estar más de acuerdo.
Leiva reconoce que llevaba tiempo queriendo escribir una canción sobre ello pero la inspiración brillaba por su ausencia y nunca encontraba las palabras adecuadas para representar el carácter de esta historia. Pero una noche de "insomnio y desquicie", ya con Nuclear casi terminado, se le iluminó la bombilla.
Todo comenzó a mediados de los 80 en Getxo, una localidad de la costa de Bizkaia. Su amiga Sara está en el colegio y pasa la mayor parte del tiempo distraída escribiendo cartas en inglés a un chico desconocido. En aquellos tiempos sin internet, en los colegios era una actividad común mandar cartas a otros chicos de Estados Unidos o Inglaterra como complemento a la asignatura de inglés.
A Sara le tocó un chico estadounidense llamado Matthew, pero sus cartas duraron mucho más que el periodo escolar, estuvieron escribiéndose durante años. Como cuenta Leiva, ella "se lo imagina rebelde. Quizá repetidor y un poco mayor que ella. No necesariamente guapo, pero con carisma y un mundo interior que le atrae un montón".
Se convirtieron en confidentes, no era necesariamente un enamoramiento, pero entre ellos había una conexión muy fuerte. Nunca se habían visto la cara, Sara se lo imaginaba como Michael J Fox en Regreso al Futuro I. "No deja de preguntarse si será tan estiloso como su caligrafía. Agarra unas monedas y baja al fotomatón."
Tras mucho pensar, Sara le envía una foto de carnet junto a su próxima carta y, por supuesto, una ansiosa petición de respuesta. "Los días siguientes son demasiado largos", ella también quiere verle la cara a Matthew. Sin embargo, y tras múltiples visitas al buzón, nunca llega la respuesta. "A pesar de lo joven que es, se le clava una extraña sensación de algo sin cerrar que le acompañará siempre."
20 años después, año 2005, también en Getxo. Sara entra en una peluquería y mientras espera su turno coge un periódico. Demasiadas noticias que no le llaman la atención, hasta que sus ojos se paran en una. Ese nombre le resulta familiar.
"Fallece el actor Matthew McGrory a los 32 años de edad por causas naturales. McGrory padecía gigantismo, medía más de 2,20 metros de altura. Entró en el libro Guinness por ser el hombre con los pies más grandes del mundo, y participó en varios exitosos metrajes. Siempre será recordado por su grandioso papel interpretando a un tierno y amable gigante en la película Big Fish, dirigida por Tim Burton."
Sara, por fin, lo entiende todo. "Algo se rompe dentro de ella, ahora toca vivir con la certeza de que la carta nunca llegará."
Leiva finaliza así la historia de su amiga que, sin duda, le otorga un valor mágico a la canción. Al final, encontró las palabras adecuadas y pudo crear esta maravilla titulada El gigante de Big Fish, una canción sobre los tiernos complejos de Matthew McGrory . "A través de él, traté de dibujar a la persona más mágica que jamás he conocido".