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La frase de Miki al conocer a Bruno Oro: “Ostias, estoy nervioso”
Hablamos con él de su primera novela
Bruno Oro es uno de esos personajes que se ha colado en las casas catalanas durante una década en programas como Crackòvia y Polònia en TV3. Pero un día, pese al éxito de estos programas de sátira política y deportiva decidió dejarlo porque empezaba a aburrirse. Un gesto de valentía en el duro oficio de la interpretación.
Se tomó un tiempo para reencontrarse y viajar y en eso estaba cuando decidió publicar su primera novela: Tú buscas amor y yo cobertura. Una historia en la que un móvil toma el protagonismo y nos va contando su último año de vida como testigo de la vida de su dueño, Capo.
El protagonista humano es un actor que como el autor, está en un momento de ‘stand by’ en el que, además, lucha contra los sentimientos que le provoca un amor perdido por su falta de compromiso y su ansia de gustar más de la cuenta. Y todo rodeado de ese espíritu crítico y un tanto ácido que caracteriza su sentido del humor.
Pero es que, además, Bruno Oro es también músico. Tiene varios discos publicados en los que canta en italiano, español, catalán o inglés. Nuestra charla ha girado en torno a la música, su encuentro con Miki, su descubrimiento de Bad Gyal o, sobre todo, su debut literario.
Una de las cosas que más llama la atención, de primeras, es que dotas al móvil de sentimientos en plena era digital, ¿cómo se te ocurre?
Es un poco perverso pero me pasó que al empezar a escribir empecé a humanizarle y no lo esperaba. Soy muy crítico con la tecnología y los móviles y tengo una relación amor odio. Pero el móvil, al ser anciano además, y estar en sus últimos meses de vida, me salía humanizarle y dotarle de sentimientos y cinismo. Y me ira bien porque como narrador, que fuera cínico y que observara a los seres humanos era muy interesante.
Ya el hecho de que el móvil llegue a ser anciano es un poco ciencia ficción en un tiempo en que las actualizaciones hacen que cambiemos muy rápido.
Por eso hay un momento dado que va a Estados Unidos y dice 'me siento europeo' que eso es como algo tierno porque piensas que hasta un móvil se puede sentir europeo en la era de la globalización.
Y tu móvil ¿es como Nen o es último modelo?
No, no, yo tengo un móvil antiguo y, además, es que me duran mucho. Nen me duró muchísimo.
¿Nen existe de verdad?
Nen existe y lo tengo guardado, no lo he tirado.
En la novela hay un personaje de lo más entrañable, que es César, que vive sin móvil, ¿eso es creíble a día de hoy?
Eso es creíble y real. César es un amigo mío que no tiene móvil y yo hablo con él a través de su mujer que es la que tiene móvil. Yo creo que va a ser una corriente. Yo creo que va a haber gente que viva sin móvil en unos años como respuesta subversiva.
¿Tú te ves?
Yo me veo, sí. A mí me ayudaría, la verdad. Yo a veces hago detox, lo dejo en casa cuando me voy a cenar, pienso 'hoy voy a pasar un día más tranquilo'. Intento no estar todo el día mirando redes e historias.
El protagonista deja un programa de televisión de éxito después de una década en él. Eso es totalmente autobiográfico. ¿Lo viviste igual que tu personaje?
Bastante igual. Yo tuve como un vacío porque estaba acostumbrado a estar presente ahí cada semana en tele. Lo decidí yo cuando estaba en un buen momento pero es verdad que estaba empezando a cansarme y a tener la sensación de estar encasillado. Lo dejé y me fui. Primero a Argentina, luego a Estados Unidos, hice como un pequeño viaje y ahí está. Es muy autobiográfica mi novela. Y empecé a sentirme bastante solo porque, entre que no trabajaba y que me fui a encontrarme a mí mismo, sentí la necesidad de escribir en Estados Unidos y me encontraba muy solo. Necesitaba resumir todos esos años de mi vida.
Esa decisión de dejar un programa cuando está en un buen momento, ¿es valentía, inconsciencia...?
Inconsciencia no, es más valentía por lo que me han dicho. Yo diría sensatez porque un artista vive de retos e ilusiones y de que hace lo que le apetece. Lo bueno de nuestra profesión es esto, lo malo ya lo sabemos, que es muy inestable... Si no eres consecuente con divertirte con lo que haces, déjalo porque llega un momento en el que te sientes un funcionario.
Es una novela con mucha parte de autobiografía pero supongo que hay mucha ficción, como la parte en la que una actriz de Hollywood se encapricha de ti y te propone una boda de conveniencia.
Mi vida no es tan glamurosa. Hay mucha ficción. Pep es un amigo inventado que engloba la torpeza del hombre, del género masculino respecto a los sentimientos, respecto a las relaciones y a la ayuda de la amistad. El hombre suele ser muy torpe ayudando a su mejor amigo, a veces. Y hay personajes ficticios como Jessica Capri.
Pero sí estuviste en Los Ángeles, ¿cómo fue?
Fui a Los Ángeles a ver a mi hermano, que es científico, y estaba trabajando allí y fui a visitarle y, de paso, conocer un poco esa ciudad. Yo no diría que conocí gente de Hollywood, porque no, pero sí conocí en alguna fiesta, vi un poco el circo de Hollywood, lo olí e intuí un poco lo que puede ser y es muy grotesco.
Pero este matrimonio que le propone una actriz de Hollywood a tu personaje, ¿es una exageración o una frivolización de este tipo de vida?
Yo creo que es bastante común allí y bastante real. Evidentemente yo me lo invento pero me podría imaginar, me podría encajar en el caso de una actriz de Hollywood que se encariña de alguien, yo no te diría que se enamora del personaje, y le invita a oficializar ese capricho. 'Si nos divertimos vamos a seguir con esto de cara a la galería y así no tendré que dar explicaciones y podré estar tranquila en ese sentido'. A esos niveles, imagino que esas estrellas, como a mí me han contado a otros niveles, tendrán acuerdos, pactos.
De todas formas, la historia de amor no es la de Capri sino la de Musa, ¿realmente se merecía un final feliz?
No sé si es un final feliz. Es verdad que es un final de película pero es un final abierto. Cuando empecé a escribir la novela lo tenía muy claro el final y me costó traicionar ese final que yo había previsto. Y te doy la razón en que a lo mejor es un poco tópico pero hubiera sido muy amargo no acabar así. Y luego, que hay dos finales, el final del móvil y el final de la pareja.
Vamos conociendo la pareja de Capo y Musa a través de flashbacks que tienen que ver, en su mayoría, con viajes. ¿Marca tanto viajar en pareja?
Yo creo que sí, viajar en pareja y si a los dos os gusta viajar, marca mucho. Los viajes son un diario de la relación, recuerdas cosas que te han hecho crecer en cada viaje, que te han separado, también, enfados, anécdotas, que son más fáciles de ubicar en tiempo y memoria gracias a los viajes porque no dejan de ser como álbumes.
Una relación de pareja que se rompe por los excesos de él.
Sí, los excesos y el miedo al compromiso. El miedo a ser uno mismo y a comprometerte con una persona y contigo mismo. Capo vive en un momento en que la fama y el querer tontear y gustar mucho, le acaba perdiendo y pierde a alguien que no se había dado cuenta de que era tan importante para él.
Ese afán por gustar está multiplicado por la existencia de las redes sociales, ¿no?
Síiii, es muy tóxico, es peligroso.
Y ahí está tu crítica...
Sí, mi humilde crítica desde el conocimiento y desde la auto vivencia. Yo lo he vivido, esta pequeña adicción a colgar fotos, a que te pongan likes. Esto lo hemos vivido todos y más siendo actor y cuando te fomentan eso, en mi caso, no tenía ni twitter, ni IG, ni nada y me dijeron 'háztelo porque si no, no existes', esa palabra, 'no existes', pues de pronto entras en esa rueda que es un poco tóxica. Yo porque acabo de cumplir 40 tacos y ya no tengo peligro pero un chaval con 15 años, es un arma de fuego.
De todas formas, teniendo en cuenta que Capo es una persona bastante desconectada de las redes y tiene su comunity manager que lo hace todo, esperaba buscar tus perfiles y encontrar otra cosa, eres muy activo.
Muy activo desde hace pocos años. Cuando escribí la novela no era tan activo y, seguramente, escribiendo la novela era más crítico con el móvil, la tecnología y las redes de lo que soy ahora. Nunca me conquistarán pero es verdad que aprendes a controlarlas y a establecer una relación laboral con ellas. Al final es como tener un pequeño contrato.
Reflejas la vida de un actor ¿con mucha exageración o no?
Con poca exageración porque yo he tenido una vida de actor bastante plácida y cómoda. He tenido mucha suerte, también me lo he currado mucho. He estado en programas de tele que me han dado dinero y reconocimiento, he podido hacer teatro y música que es mi pasión. Hay seguramente actores y actrices que vayan a decir, 'ostias, qué bien le han ido las cosas'. A mí no me ha ido bien, o no me ha ido ni la mitad de bien. La vida de actor es muy puta.
Este año se ha premiado mucho el cine musical con Bohemian Rhapsody y Ha nacido una estrella a la cabeza, ¿qué te parecen estas películas?
Bohemian Rhapsody me sorprendió porque yo no era fan de Queen y me sorprendió mucho por lo bien que estaba hecha la película y lo que llegas a empatizar con el personaje. Me pareció también muy tierna y me gustó mucho que no hablara del morbo de la vida sexual y los excesos de Freddie Mercury sino que se centrara en la música. Que vieras las sesiones de grabación, cómo grababan. Luego, viendo documentales de Brian May y de ellos ves que hay mucho de real, mucho de esas grabaciones, de esos productores que decían, '¿cómo hacías una canción de 6 minutos, loco?'. Esos tíos que ahora se deben estar cortando las venas. Eso es muy interesante, como músico me interesa ver esto y es un gran logro que haya llegado a un gran público una peli que habla de música o no si de Freddie Mercury hacía esto o aquello.
¿Y Ha nacido una estrella?
Está bien porque realmente Lady Gaga como actriz está muy bien, hace un papelazo. A mí sí me ha sorprendido y mira que yo no soy muy fan de Lady Gaga. Y Bradley Cooper ya le conocía y me parece un actorazo y no me sorprende que haya hecho esta película.
Volviendo a tu novela, hay una crítica muy clara a los representantes de actores, ¿tú los has tenido así?
Yo no he tenido a una Elsa, yo he tenido a un ángel que es Ester que cuando empezó a leer la novela dijo 'no, ¿soy una tarántula?' y le dije, 'no, hija, no, no eres tú cariño'. Pero sí he visto representantes tremendos y tremendas. Entiendo que va con la profesión, el tener ese punto agresivo y el ser el poli malo porque muchas veces lo que te dicen es que tú eres el poli bueno y ellos el poli malo. Pero a veces te sientes pequeño y diminuto en una agencia en la que hay un gurú todopoderoso y a ti no te hacen ningún caso.
A Capo le sustentas muchas mujeres, empezando por su madre, ¿qué aportan a tu vida?
Yo he vivido en un matriarcado, mi abuela, mi madres mis tías, primas, mi hermana...eso es muy real. En mi casa, sobre todo en Cadaqués, donde tengo a mi familia, he vivido el mimo de mi madre, de mi abuela. Yo siempre he sido muy mimado para lo bueno y para lo malo. Siempre digo que tengo mucho de mujer porque he vivido rodeado de mujeres y las entiendo mejor que a los hombres, a veces, y mira que los hombres son básicos y fáciles de entender pero la naturaleza femenina me es muy familiar.
Cuando dices, 'tengo mucho de mujer', ¿a qué te refieres, que es para ti 'algo de mujer'?
La emotividad, sensibilidad, la inteligencia...ahora me estoy tirando un farol. Una gran cualidad de la mujer es que suelta sus sentimientos y llora con facilidad y eso es algo que yo con el tiempo he aprendido hacer y de lo que me siento orgulloso, de poderle decir a alguien que le quieres y poder ser consecuente con tus sentimientos, eso es muy de mujer, los hombres somos muy de bloqueados.
En la novela dejas reflejadas muchas de tus pasiones, una de ellas el fútbol. El protagonista se va a un estreno de Hollywood con los auriculares para escuchar un partido del Barsa, ¿un guiño?
Esto es que mi abuela es muy culé y su padre, mi bisabuelo, jugaba con el Barsa y ganó una liga en el año 1928, Sagi-Barba...
Hay mucho sentido del humor en el libro y eso parece algo en extinción por el momento que atravesamos.
Yo creo que el humor está en la UCI ahora, es un momento crítico. Es difícil hacer humor de temas y pasará, yo creo, pero como humorista a veces me autocensuro, según qué vídeos o comentarios porque pienso, 'no te metas donde no te llaman', no quiero correr riesgos pero es una pena.
¿Y a qué lo asocias?
Creo que estamos viviendo un momento en el que, debido a la tecnología y las redes, se sabe todo, de todo el mundo, con mucha rapidez y está todo el mundo a lo que salta y se perdona todo mucho menos y eso hace que la gente sea mucho más irascible. Hay un punto positivo en eso, que se sabe todo, si hay maltrato lo sabemos, hablo del gente del feminismo que es un tema delicado, en política, si hay corrupción se sabe antes. En el tema de Cataluña sí es verdad que a veces es un tema tabú y eso hace que estemos todos con el miedo en el cuerpo, sobre todo los que nos dedicamos a esto porque la sátira y la parodia, al final, es exponer la sociedad y las realidades que hay. Tú vas a una película dramática y puedes ver cómo descuartizan a un abuelo o matan a un niño a porrazos y no te cuestionas si eso es ético o no, es un drama y ya está. Sin embargo, con una comedia, resulta que hay cosas que...
En la novela hay mucha música, tú eres músico, ¿qué papel juega en tu vida?
La música es una gran pasión, frustración también, porque es un campo en el que yo me expreso con... me encanta, es una pasión, quizás me gusta más que hacer de actor. A mí cantar y tocar el piano es una cosa que me vuelve loco pero es verdad que es muy difícil el mundo de la música, es muy difícil tener éxito. Como actor he tenido mucho éxito y no se puede tener éxito en todo. Tengo mis discos, los disfruto muchísimo y no voy a dejar de hacerlos porque a mí, meterme en un estudio y pasar ahí días mezclando y grabando y tocando, me apasiona. En la música hay un punto como que se está prostituyendo. Ya no hay discos, a mí que me encantaba comprar discos...ya no hay ni reproductor de cds en el coche. Es como ¿dónde está el romanticismo de la música?
Viendo la música que has puesto a tu novela uno se da cuenta de que eres muy de clásicos, ¿no?
Yo cuando tenía 15 años escuchaba la música de los 70, ya era nostálgico. Yo creo que porque mi padre me grababa casetes de música muy de clásicos. Aunque me pongo al día y el otro día dije 'tienes que escuchar trap porque tienes que conocer esto'. Voy a escuchar a esta Bad Gyal y todos estos.
¿Y?
A mí me gusta toda la música y si es buena, todos los estilos pueden ser buenos, incluido el trap o el reguetón que a priori son estilos que no me interesan. Pero sí es verdad que hay canciones que me interesan y escuché alguna canción de Bad Gyal que me gustó. Igual que Rosalía que ha sido un fenómeno, hay que reconocer que el disco, a nivel de producción, es muy interesante y hay cosas muy chulas. ¿Cuánto de marketing hay? Pues es que no lo sé, muchísimo, me imagino.
¿Cuál fue el primer piano que llegó a tu vida?
Ya había uno en casa. Pero el piano que llegó a mi casa hace 12 años, el primer piano de cola que me compré que fue como un gran paso. Entró por la terraza, en grúa, fue un gran acontecimiento, cortaron la calle, fue una entrada de película. Fue un piano de cola de 1900, tiene ciento y pico años y el restaurador y afinador que me lo vendió está muy orgulloso y dice que es el mejor piano del mundo. Y es un piano muy bonito.
Debutaste en la música cantando en italiano, ¿por qué?
Por una máscara, por vergüenza. En el fondo no era mi campo y fui a Nápoles y conocí a mi familia, a los 25 años. Mi familia paterna de Nápoles y me enamoré de Nápoles y como me gustaba mucho la música italiana, empecé a escribir canciones en italiano. Todo el primer disco en italiano, además, es el único que no está en Spotify, es el único, pero tendría que subir porque estoy muy orgulloso de ese disco. Son canciones muy vivenciales, muy vomitadas, muy sinceras y muy poperas, también, de un poco muy tocado, muy sucias.
¿Cuándo fue la última vez que escuchaste el disco?
Pues hace tiempo porque me cuesta mucho escuchar mis discos. Siempre veo imperfecciones y luego, como cantante, no soy muy buen cantante y siempre estoy ahí pensando, 'joer, esta voz'.
Y luego llegó el catalán...
El catalán, el castellano y el inglés. Hay un pupurrí que no me extraña que no tenga éxito como cantante porque es como 'sigue una línea, céntrate'.
“Llegará un día en el que todas las canciones estén inventadas”. Recogías esta frase en tu IG, ¿de verdad lo crees?
Hombre no, como soy romántico, quiero pensar que no. Pero, sí que llegará un día en el que los robots compondrán canciones, con lo cual, empezarán a escribir hits máquinas, ordenadores, programas muy sofisticados y como le pasó a Kasparov cuando perdió con la famosa Deep Blue, habrá compositores que digan 'ha escrito un hitazo esta máquina'.
He visto en tu IG una foto con Miki, nuestro representante para Eurovisión y escribes: 'Un buen tío', ¿en qué te basas?
Me baso en que lo es porque es curioso porque Miki me sigue, me lo dijo el otro día, desde pequeño porque podría ser su tío, y por IG supe que era fan mío. Él me hacía comentarios de vídeos y al final dije, 'coño, es el famoso Miqui' porque yo no soy de OT ni nada y tenemos un amigo común que es Nil Moliner que me ha ayudado a producir el último disco y es un tío estupendo, y le dije, 'vamos a quedar un día que me apetece conocerte' y me dijo 'ostias, estoy nervioso', y yo, 'qué tonto eres'. Y hablamos un rato y tal y le dije, 'eres un buen tío’. Hemos quedado ahora porque estoy haciendo un monólogo de gira, estuve en Barcelona y él es de Terrasa, me va a venir a ver a Terrassa y le di la novela y le dije 'creo que te vas a reir porque es de nuestro mundillo y te va a ayudar'. Es un tío que vi que es un buen tío. Si algo sé es ver a la gente bastante rápido, porque en nuestra profesión tenemos que ser muy rápidos viendo las naturalezas humanas y se le ve que es un trozo de pan.
Pero por los gustos que tú tienes, su canción no te va, ¿no?
No es mi palo aunque yo soy muy hortera. A mí me gustan todo tipo de músicas pero sí es verdad que no es mi palo.
Pero vamos, que no os veo haciendo un dueto.
No, aunque nunca digas de esta agua no beberé.
Te vimos hace unos meses haciendo de malo en la peli de los Lunnis, ¿qué tal la experiencia?
Fue divertidísimo. Ya me tocaba hacer de malo. Un equipazo, también rodar en este sistema de chroma, era todo animación y nos teníamos que inventar muchos elementos que no estaban como el ratoncito Pérez... Y luego hacer la canción de La casa azul de Guille Milkyway, que soy un gran fan de La casa azul y un rap, además, que iba a toda pastilla, con coreografía, bailarines...fue una ida de olla muy divertida.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...