1969, el año que lo cambió todo
Se cumple medio siglo del que probablemente haya sido el mejor año para la música
Hablar de momentos pretéritos en los que uno no formaba parte de la vida siempre es un ejercicio de equilibrismo para un periodista. Usualmente tocaría recabar información en arduos procesos de documentación en busca de la noticia. La llegada al primer plano político de Yaser Arafat, el aterrizaje del hombre en la Luna o el asesinato perpetrado por la Familia de Charles Manson a Sharon Tate, mujer de Roman Polanski, fueron hitos remarcables dentro de un año que los melómanos guardamos en un pequeño pedestal.
Curiosa nostalgia de un tiempo no vivido, pero arduamente disfrutado. Esa es una de las pequeñas tretas que tiene la música en su firme propósito de volverse inmortal. Da igual que no estuvieras allí, es intrascendente que hayas nacido décadas después. Basta con poner un disco y trasladarte, mentalmente, a ese año tan prolijo en lo que a excelencia musical se refiere. Y si relatáramos 1969 en términos de añada vinícola, hablaríamos de una cosecha sencillamente inigualable.
Sí, congéneres, para los que tenemos morriña musical, 1969 es el año, en mayúsculas. Y lo es por una serie de motivos que rescatamos en este artículo, salpicado de vídeos musicales para hacer más tangible la emoción que nos embarga. Muchos de los grandes trabajos de la historia de la música vieron la luz, y un festival provocó una corriente contracultural con un inmenso poso sonoro.
Woodstock
Bethel, Nueva York. Casi medio millón de personas asisten al festival más icónico y recordado de todos los tiempos. Barro hasta las cejas, compromiso social, torrentes de ácido lisérgico y actuaciones míticas como Santana, Joe Cocker, The Who, Jefferson Airplane, Neil Young, Jimmy Hendrix, Creedence Clearwater Revival, Janis Joplin o Sly and The Family Stone.
The Beatles - Abbey Road
La despedida oficial de los Beatles (un año después llegaría Let it Be a las tiendas, pero son canciones grabadas antes de este Abbey Road) es poco menos que un funeral alegre. Un hasta aquí hemos llegado plagado de talento donde todos los integrantes del cuarteto de Liverpool tienen algo que decir. Y una de las portadas más icónicas de la historia.
Bee Gees - Odessa
Sexto trabajo discográfico de los hermanos Gibb, concebido como un disco enteramente conceptual, con temas de lo más diverso que beben de la Ópera Rock, el Pop más maleable, Rock psicodélico y el Folk. Una maravilla de disco, no siempre reivindicado por estar alejado de la deriva más bailable que llegaría una década después. Este First of May fue su primer single.
Santana - Santana
El primer y homónimo disco de una de las leyendas de la guitarra vio la luz en 1969. Este disco consiguió empujar a la banda a meter la cabeza en Woodstock. De ahí, catapultarse a la fama no fue complejo. Percusiones, timbales y sus inmortales riffs que se entretejen a lo largo de nueve canciones de tralla latina y blues electrizante.
MC5 - Kick Out The Jams
Al punk le quedaban todavía unos cuantos años para vomitar sobre lo establecido y estos señores graban en el 68 (y editan en el 69, que si no sería trampa) un disco doble en el corazón de Detroit que supuso un WTF en toda regla e inspiró un movimiento bautizado como protopunk que sentaría las bases del ciclón que llegaría después. Un álbum que trajo bajo el brazo la polémica de la censura por un “motherfuckers” que no hizo sino catapultar aún más a un grupo que supo zarandear a las ratas de las cloacas mejor que nadie.
Led Zeppelin - II
Puede ser que no exista un riff de comienzo de disco tan reconocible como la apertura de este trabajo, con Whole Lotta Love dejando ojiplático al personal. Hard Blues Rock con un sello inconfundible y su capacidad de alternar magistralmente lo acústico con lo eléctrico. Moby Dick, Ramblin On, Lemon Song o Heartbreaker son sólo algunos ejemplos de la nómina de pelotazos que incluye una de las cumbres sonoras de su carrera.
Frank Zappa - Hot Rats
El segundo disco en solitario de Frank Zappa y el séptimo de su carrera global es un compendio de rock progresivo con pinceladas de jazz a lo largo de seis canciones tan enrevesadas como fabulosas, con una apertura de lujo como es este inmortal Peaches in Regalia.
The Rolling Stones - Let it Bleeding
Octavo álbum de estudio para sus satánicas majestades. La muerte de Brian Jones mientras se grababa el disco otorga un halo extra de misterio a un trabajo que suele ser catalogado como de lo mejorcito de los británicos. Temarracos como Gimme Shelter, You Can´t Always Get What You Want o Country Honk tienen la culpa.
The Who - Tommy
Pete Townshend muestra su grandeza a nivel compositivo con este mastodóntico álbum doble en forma de tríptico visual que supone una ópera rock de carácter progresivo donde se cuentan las andanzas y desventuras de ese Tommy que da nombre al trabajo. Drama personal, drogas y adicción al pinball para una enrevesada y fascinante historia.
King Crimson - In the Court of the Crimson
Una de las joyas de la corona del rock progresivo donde el Jazz e incluso la música clásica tienen mucho que decir. La diversa instrumentalización utilizada da lugar a recovecos sonoros de lo más barroco, con matices por doquier que conservar en la memoria.
The Stooges - The Stooges
Otros que de proto-punk saben un rato. Iggy Pop y los suyos irrumpen en la escena como un bulldozer sonoro producido por John Cale que ha dejado para la posteridad toda la rabia de una generación en canciones como este I Wanna Be Your Dog.
The Velvet Underground - The Velvet Underground
El primer disco que sale de la Velvet tras la ruptura musical entre John Cale y Lou Reed acaba con la salida del grupo del primero y la permanencia del segundo, que busca aristas más espirituales y de menor complejidad compositiva, pero con diez canciones en las que Reed demuestra su talento desbocado.
La lista de grandes discos del 69 tiende a infinito, y no exageramos un ápice. Y es que en este año sacaron discazo artistas como The Kinks, Creedence Clearwater Revival, The Doors, Elvis Presley, Neil Young and Crazy Horse, Johnny Winter, Richie Havens, Nina Simone, Jeff Beck, The Beach Boys, Bob Dylan, Deep Purple, Grateful Dead , Miles Davies, The Flying Burrito Brothers, Flaming Groovies, Jefferson Airplane, Aretha Franklin o el single de un muchachito llamado David Bowie que trascendió a nivel interplanetario. No está mal del todo la cosecha, ¿no?