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Outward, un juego de otra época para 'roleros'
Nine Dots Studios crea un RPG de gran nivel con un presupuesto limitado
Toda una generación de gamers crecimos en los 70 y en los 80 con las limitaciones tecnológicas propias de la época a la hora de disfrutar de los videojuegos. Por entonces no había grandes consolas capaces de mover grandes gráficos ni títulos de rol que permitieran al jugador hacer de todo.
En aquellos años un lapicero, un papel y la imaginación solían ser la solución para que nuestras vidas se convirtieran en una completa fantasía. Ese espíritu es el que recoge Outward, un RPG desarrollado por Nine Dots Studios y Deep Silver con un espectacular nivel que queda limitado por su reducido presupuesto.
La historia de Outward
Outward comienza con el hundimiento del barco capitaneado por nuestro personaje. En el mundo de Outward eso supone una deuda de sangre que nuestro protagonista tendrá que ir pagando a lo largo del juego.
Para ello tendrá un vasto universo que explorar y en el que podrá hacer (casi) de todo: comer, beber, usar diferentes ropajes, aprender a usar armas y magias, pescar, cazar, luchar, explorar, vender y comprar, viajar...
La libertad es la clave de Outward. Tendremos misiones principales (y secundarias) que deberemos cumplir si queremos que la trama avance, pero no existe una única manera de conseguir las cosas. Nuestro objetivo, al fin y al cabo, será sobrevivir en un mundo repleto de peligros en el que nos acechan bestias, depredadores, piratas, saqueadores...
El sistema de juego
Outward posee, posiblemente, uno de los sistemas de juego más completos que haya visto en mis años de gamer. Nuestro personaje tiene necesidades de todo tipo: necesita comer, beber, descansar, abrigarse, refrescarse, curarse las heridas y/o evitar caer enfermos o tener una indigestión.
Para todo ello tendremos a nuestra disposición un sesudo sistema de creación de armas, recetas de comida, pociones mágicas y kits de supervivencia (fogatas, tiendas de campaña...).
En Outward no se trata de recolectar y convertir sino de equilibrar las necesidades físicas y de combate de nuestro personaje porque las habilidades de magia nos restarán resistencia pero no utilizarlas dejará expuesta nuestra vida ante los enemigos más poderosos.
Para ir haciendo crecer a nuestro protagonista contaremos con la inestimable ayuda de nuestra mochila. Cuanto más grande y más cosas pueda transportar, mejor para nosotros porque el peso que podemos acarrear es limitado. Como decíamos, no se trata de cogerlo todo (madera, herramientas, bayas, flechas, arcos...) sino de tomar las decisiones más inteligentes.
El combate
Si la exploración y la aventura es el pilar fundamental de Outward, el combate es otra de las claves del juego. Sin embargo, todo lo bueno que podemos decir del lado más rolero del juego está limitado en un sistema de combate limitado a un par de movimientos básicos, unas habilidades especiales y una magia algo limitada. Lo mejor en este apartado, las trampas para eliminar enemigos.
Podremos fijar los blancos para atacar a nuestros enemigos pero el sistema de combate no es perfecto y el punto de vista y las cámaras dan errores en ocasiones.
El sistema además es, a veces, algo frustrante. Combatir a varios enemigos a la vez suele ser sinónimo de derrota. Y con la muerte de nuestro héroe, renaceremos en otro punto de la historia con los bolsillos y la mochila bastante vacíos. Por eso es recomendable guardar cada poco tiempo y hasta parar la partida si vemos que la muerte nos acecha.
Todo lo dicho hasta aquí cambia radicalmente si la experiencia de juego se disfruta en modo cooperativo off y online. Quedan pocos juegos que poder disfrutar a tope para dos jugadores y Outward es uno de ellos.
El mundo de Outward, a nivel gráfico, visual y sonoro
A nivel artístico, Outward es una joya. En nuestras exploraciones disfrutaremos de algunos paisajes que nos dejarán sin respiración. A ello colabora y contribuye un apartado sonoro que roza el 10.
Pero donde el juego se trastabilla es a la hora de poblar los diferentes mundos por los que pasa nuestra aventura. Las largas extensiones por las que tendremos que viajar están un poco despobladas y el jugador a veces encontrará algo tedioso estos trayectos.Algunos jugadores disfrutarán del encanto de tener que guiarse por los puntos cardinales de un mapa sin un radar de posición. Otros lo encontrarán algo frustrante.
Es otro de los aspectos que aumentan la dificultad de un juego que ha venido al presente desde otra época para hacernos disfrutar en Xbox One, PlayStation 4 y PC.
Juan Ignacio Herrero
Redactor de LOS40 desde 2005