Lucas Colman - Un instante [2019]

Una canción fresca que llega acompañada de un videoclip protagonizado por Paula Gureta

"Alabo el gusto y la deferencia del señor Lucas Colman por el esfuerzo titánico que está realizando en separar las costillas, que bien pueden ser las de Adán y Eva o las de él mismo, para que nos refugiemos". Estas eran las palabras elegidas por Kutxi Romero, cantante de Marea, para describir al artista madrileño que, tras su debut en 2017, hoy regresa con Un Instante, un pequeño pero simbólico adelanto del que será su próximo trabajo.

Hace dos años irrumpía en el panorama musical nacional con Lucas Colman, un disco compuesto desde la sinceridad más visceral y el desinterés más ambicioso. Las canciones que integraban el álbum no solo eran su carta de presentación como artista, sino que le servían a él mismo como una suerte de redención personal. Este renacer se materializaba en composiciones como Con el lado frío, primer adelanto del trabajo, que demostraba la apuesta de Lucas por un estilo personal, narrativo e influenciado por antecesores como Bob Dylan y actuales como Calamaro o Leiva.

Con este single, que suma ya casi el medio millón de visitas en YouTube, arrancaba con fuerza su carrera y se mostraba a un público que le recibía con los brazos abiertos. Ahora, Colman regresa con Un Instante, un tema en el que mantiene la autenticidad que le caracteriza , pero se atreve con un sonido más fresco e intencionadamente descuidado dentro del género pop rock.

Rodado en Londres y con una estética visual que emula al formato analógico, el videoclip que acompaña a la canción está protagonizado por la cara ya conocida de Paula Gureta, la modelo e influencer de 22 años que fue portada del último disco de Taburete, donde encarnaba a la mismísima Madame Ayahuasca, y a la que actualmente se relaciona con Cepeda. Su gran parecido físico con Cara Delevigne no impide que su actitud y personalidad sean inconfundibles.

Un instante habla de las cosquillas que bombea a través de nuestras venas el amor incipiente que crece en nosotros y nosotras cuando encontramos en otra persona la ilusión más pura. Habla de querer sin pretensiones, de desear permanecer eternamente en un momento exacto congelado en nuestras memorias para siempre (como si eso fuese poco pedir).

Musicalmente nos muestra una cara más risueña y optimista de Lucas Colman. Su sonido sufre una pequeña metamorfosis; sigue siendo reconocible , pero evoluciona naturalmente a una segunda fase. Si algo hay de adictivo en la música es que nos permite adentrarnos sin escrúpulos en el mundo interior de los artistas, que siempre acaba teniendo un extraño y placentero parecido al nuestro.