Eduardo Casanova: “Haber estado en ‘Aída’, una serie icónica, es pertenecer al pop”

Presenta nuevo trabajo: 'Márgenes'

Eduardo Casanova seguirá siendo Fidel para muchos de los que se engancharon a Aída, una serie longeva de nuestra ficción que forma parte de la cultura popular. “Aída forma parte del imaginario popular de España. Haber estado en Aída, una serie icónica, es pertenecer al pop. Es algo de lo que estoy muy orgulloso y que me ha permitido mucho”, aseguraba en su paso por YU.

Un programa que, ese día justo, tenía al frente a la actriz Ingrid García Jonsson que pasó un buen rato con el actor/director/artista. Casanova también reconocía que luego tuvo que trabajar mucho “para decir ‘oye, que hago más cosas, que soy artista y que me siento cómodo dirigiendo’. Pero oye, yo lo he hecho con todo mi coño”.

Si hay una manera de definirle es con la palabra ‘artista’ y todo lo que eso engloba. Ahora presenta Márgenes, un ensayo visual sobre el ser humano. Son suyos los textos y las fotografías que, de hecho, podrán verse, entre el 27 y 31 de mayo, en la Fresh Gallery.

“Es como una de estas frikadas que dices, tú de repente no puedes parar un año de tu vida para hacer un ensayo artístico, porque el libro ha consistido básicamente en buscar gente de la calle, prostitutas, yonkis… gente marginal, meterles en mi cama y hacerles fotos en mi cama. Tú no puedes parar tu vida para hacer un proyecto durante un año y encontrar a alguien, que a nivel mainstream, como Penguin Radom House, te lo publique…pues mira, parecer ser que sí se puede”, explicaba.

Y esa cama es la suya propia, donde luego él seguía durmiendo (lo poco que lo hace) todas las noches. “Yo todo lo que hago en mi trabajo es, sobre todo, sublimación. Todo lo que me pasa, que me pasan muchas cosas por la cabeza, aparte de la terapia, la única manera de digerir todas esas cosas y todas esas obsesiones, es sublimarlo y hacer arte con ellas. Y este es el trabajo con el que más he sublimado”, aseguraba.

Y en esa sublimación suele encontrar polémicas aunque él reconozca que no las busca conscientemente. “Uno sí busca que su trabajo artístico genere un debate y eso me parece positivo”, argumentaba sobre el fin de su obra.

En esta ocasión, utilizar ratones (de esos que se venden para alimentar serpientes) ha generado polémica. “Yo no soy moralista, yo no soy activista, yo no digo que lo que yo haga esté bien o mal y mi trabajo no le dice a los demás que lo que están haciendo está bien o está mal. Yo simplemente soy artista y me dedico a retratar la realidad desde mi punto de vista. Y sí es verdad que a veces la realidad afecta”, admite.

Su arte es muy especial y personal y no todo el mundo lo entiende pero él lo tiene claro: “Hay mucha gente que manda mi trabajo a tomar por culo pero yo tengo que decirle a esa gente que, analmente, dilato muy bien”.

Si quieres entenderle un poco mejor, no dejes de darle al play.

Cristina Zavala

Periodista enamorada de todo el entretenimiento....