Especial
¿Por qué ‘Juego de tronos’ ha afectado a sus actores? Una psicóloga nos lo explica
Hablamos con una profesional especializada en trauma que nos detalla lo ocurrido en la mente de Emilia Clarke, Kit Harington, Sophie Turner y Maisie Williams
'Juego de tronos' ha acabado y se ha posicionado como una de las mejores series de la historia: con el mayor número de premios y seguimiento internacional, además de lograr una experiencia única convirtiéndose en una de las ficciones que más ha hecho disfrutar a los espectadores.
Pero algo muy diferente ocurre con la realidad de sus protagonsitas: Emilia Clarke (Daenerys Targaryen), Kit Harington (Jon Snow), Sophie Turner (Sansa Stark) y Maisie Williams (Arya Stark) han confesado que durante su participación en la serie han sufrido graves problemas mentales causados por esa misma fama y exposición mediática constante.
Ansiedad, alcoholismo, depresión, baja autoestima y hasta graves aneurismas son algunas de las afecciones que han vivido los que, en teoría, estaban pasando por el mejor momento de sus vidas: éxito en sus carreras, reconocimiento, dinero y glamour que también han provocado una erosión que les ha afectado para siempre.
La confesión de los actores muchas veces respondía a su intención de ayudar a otras personas con los mismos problemas o similares. Por lo que, desde LOS40.com hemos consultado a Alma Marín, psicóloga sanitaria especializada en trauma, para entender el proceso por el que han pasado y que ella resume en la falta de seguridad por estar tan expuesto: "Cuánto más éxito, mayor exposición y presión social, y cuanto más ojos sobre ti, más peligro sentimos".
Kit Harington, el alcohol y el miedo a ser el centro de atención
Harington explicó en varias entrevistas que su "periodo más oscuro fue cuando Jon murió y resucitó (...) Cuando te conviertes en el protagonista de una serie y es una serie con tanto poder, el foco en ti es jodidamente aterrador".
Añadió que "no fue un buen momento en mi vida (...) Sentí que tenía que sentir que era la persona más afortunada del mundo cuando en realidad me sentía muy vulnerable. Pasé un mal momento en mi vida por ahí, como creo que mucha gente lo hace en sus 20 años ".
Algo que se incrementó cuando descubrió el final de su personaje: "El último día de rodaje, me sentía bien, luego fui a hacer mis últimos disparos y comencé a hiperventilar un poco (...) hasta que me rompí".
Según esas palabras, Marín detecta que el actor se siente vulnerable al tener la atención centrada en él: "Puede que en su experiencia vital haya vivido esos momentos como una amenaza y sienta peligro cuando pueda ser juzgado o decepcione a los demás". Y diferencia los dos estados de los que habla: vulnerabilidad y cuando se rompió. "Cuando su personaje es el protagonista le invaden las dudas de si lo hará bien, si gustará tanto como antes, de qué pensarán de mí y aparece el estrés. Y cuando dice que todo ha pasado, él baja la defensa absoluta y cae. Ahí llega el llanto y se permite romperse."
Pero aún hubo más. Esta semana el representante de Harington comunicaba que estaba ingresado en un centro de rehabilitación por el acohol y la ansiedad, desde antes de la emisión del último capítulo. Algo que para la psicóloga tiene todo el sentido: "El alcohol es algo que la gente utiliza para calmarse, para autoregularse cuando no eres capaz de hacerlo por ti mismo. Es una sustancia depresora y te calma la ansiedad, te desconecta". Por lo que "seguramente el actor lo pasó mal durante el rodaje pero aún más en la emisión, cuando se le dispararía de nuevo el sistema de defensa sobre si le juzgarían y para calmar su ansiedad lo que hizo es beber. De ahí que se enganchara a este comportamiento adictivo. Pero el problema de Kit seguramente no es que sea alcohólico sino que tendrá su raíz en la exposición pública".
Emilia Clarke: "Sin Juego de tronos nunca hubiera sufrido aneurismas"
También la actriz que daba vida a la Madre de dragones sufrió algo parecido: “En el momento en que todos mi sueños de niña parecían haberse hecho realidad, casi perdí mi mente y luego mi vida. Nunca he contado esta historia públicamente, pero es el momento”.
Pero cuando acabó la primera temporada de Juego de Tronos se encontraba “aterrada” ante la gran exposición social que tenía. Situación que le provocó mucho estrés y para calmarla buscó un entrenador personal.
Según Marín, los ingredientes de ese "terror" son los mismos que vive cualquier deportista de élite, "la doble presión, que tras llegar a la meta deseada viene el miedo a perder ese estado. También hay mucha presión social: entrenadores, familia, público... y sostenerla es muy difícil, por lo que el éxito tiene un precio muy alto porque te deja en un estado continuo de miedo a perderlo".
También ve similitudes entre Harington y Clarke, solo que la actriz tiró de deporte en vez de alcohol. "El deporte también calma el sistema simpático. Porque toda esa energía que se pone en marcha y que nosotros vivimos como ansiedad, que es solo la respuesta de supervivencia ante una situación que nos da miedo, ella la desfogó con entrenamiento".
Pero a Clarke también le afectó físicamente porque en una de las sesiones empezó a encontrarse mal, "como si una goma elástica me apretase el cerebro. Intenté ignorar el dolor, pero no pude. Le dije a mi entrenador que necesitaba descansar”. Y en el hospital le detectaron dos aneurismas.
Algo que también tiene que ver con el sistema nervioso autónomo, dice Marín: "Esa respuesta fisiológica es física y puede llevar a enfermedades como la psoriasis, úlcera, asma, colon irritable y hasta aneurismas. Porque hay cambios en el torrente sanguíneo y mucha presión arterial. Según lo que veo, Clarke estaba a tope de sistema simpático y se fue a entrenar, que puede ayudar a descargar. Pero si estás muy sobrepasada y te pones a hacer deporte te pueden saltar los plomos. Lo ideal hubiera sido un recurso menos agresivo como el yoga, por ejemplo".
Por lo que acaba concluyendo: "Seguramente si nunca hubiera participado en 'Juego de tronos' no le hubiera pasado".
Sophie Turner, la depresión y la supervivencia
En el caso de Turner y Williams, Marín explica que las consecuencias de Juego de tronos son aún más "graves" porque les ocupó toda su adolescencia (desde los 11 hasta casi los 22 años). Una etapa en la que aún se está forjando toda la personalidad y es importante lo que "opinen tus iguales"
Sophie explicó que sus problemas de salud mental comenzaron cuando tenía 17 años a raíz de su trabajo en la aclamada ficción de HBO: "Llevo más de cinco años con depresión. El mayor reto para mí es levantarme de la cama, salir de casa y aprender a quererme a mí misma".
Todo empezó cuando llevaba dos años dando vida a la joven Stark y el juicio de las redes hizo mella en una etapa personal de grandes cambios: "Me gustaba tanto... no podía creerme que me iban a pagar por ello. Todo era increíble, pero empezó a irse a pique cuando alcancé la pubertad, a los 17 años. Mi metabolismo se ralentizó y empecé a ganar peso. Tuve que enfrentarme al escrutinio de las redes sociales, y en ese momento fue cuando la depresión empezó a golpearme".
La psicóloga señala que "bajo tanta presión acostumbramos a huir, a aislarnos, nos vamos cerrando para no sentir esas emociones, pero esa es una retroalimentación negativa. Y cuando has pasado tanto estrés, a tan alto nivel, en cuanto paras llega esa depresión".
La actriz continuó contando que "veía 10 comentarios fantásticos y los ignoraba, pero uno negativo me hundía (...) Me lo creía. Me decía a mí misma: 'Sí, estoy llena de granos, estoy gorda, soy mala actriz' (...) Empecé a preocuparme por los ángulos de cámara. Me preocupaba mi cara, ya que tengo una nariz grande y a todo el mundo le encanta decírmelo. No sabía en qué ángulo ponerme, y afectaba a mi creatividad. No podía serle fiel al personaje porque estaba demasiado preocupada por eso".
Sobre centrarse en lo negativo, Marín hace un paralelismo: "¿A los ciervos qué les interesa saber más por supervivencia: dónde está el mejor pasto para comer o dónde está el lobo para huir? Pues es lo mismo, cuando te sientes amenazado vas a buscar las señales de alerta, no te fijas en lo bueno. Estás pendiente de todo lo malo. Es supervivencia. Como ella está bajo tanta presión, siente que la amenaza son las críticas y se centran en ellas para evitarlas. Son el lobo".
Maisie Williams: "No se odiaba a sí misma, sino a lo que sentía"
También la intérprete de la valiente y fuerte Arya Stark vivió algo muy diferente a su personaje. Reconoció que su exposición al mundo y mucho más a las redes sociales creó en ella un sentimiento de odio en bucle hacia sí misma que afectó profundamente a su seguridad y autoestima.
"Pasé por un largo periodo en mi vida en el que me decía a mí misma cada día que me odiaba. Llegué hasta el punto de estar manteniendo una conversación con mis amigos y mi mente no dejaría de dar vueltas, estaría pensando en todas las estupideces que he dicho en mi vida y que no dejarían de pasar por mi cabeza. Estaríamos hablando y yo diría: 'me odio'".
Marín explica que el éxito de Maisie es un arma de doble filo, porque mientras "sus amigos le admiraban, en realidad no se sentiría integrada porqueno seguía el día a día de sus iguales, está en otra liga y eso te hace sentir diferente. Por eso también desea que le digan algo negativo porque así tenía la excusa de hundirse".
Sobre el odio del que habla la actriz, Marín aclara que "en realidad no te odias a ti misma, odias lo que sientes, el estado en el que estás. Supongo que ella estaría con mucha ansiedad, estrés, no integrada con sus amigos y odiaba sentirse así. Por eso buscaba cualquier excusa para tirar la toalla y qué mejor que la gente odie lo que estás haciendo para que no se lo pidan más".
Maisie acababa explicando que "todos podemos sentirnos identificados con eso, diciéndonos a nosotros mismos cosas horribles." Algo que en lo que está de acuerdo Marín y que señala que "son respuestas del cuerpo, ante situaciones estresantes que nos ocurren a todos (en mayor o menor medida), por lo que todo se desarrolla en si te sientes seguro (calmado, tranquilo, creativo), en peligro (ansiedad, hipervigilancia, lucha, defensa) o depresivo (no siento nada y quiero que pase todo esto)".
Paula Hergar
Periodista, redactora de LOS40 y mocatriz. Crecí creyendo que vivía en una serie de televisión y todo...