Lucía Rivera lanza una advertencia a los que la critican por su relación con Marc Márquez

Lucía Rivera es la hija de Blanca Romero que adoptó en su día Cayetano Rivera. Aunque sus padres siempre han mantenido su vida en un absoluto anonimato, una vez que cumplió la mayoría de edad, su exposición se ha hecho más mediática.

La hemos visto trabajar como modelo e, incluso protagonizar algún videoclip como el de Te esperaré toda la vida de Dani Fernández.

Pero si hay algo que ha aumentado exponencialmente su popularidad ha sido su relación con el piloto de MotoGP, Marc Márquez. Los rumores sobre su noviazgo comenzaron a principios de año y el pasado abril, ella lo confirmaba cuando le preguntaban por el tema.

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Desde entonces se ha visto sometida a un calvario debido a los haters de esta relación que no han cesado de criticarla y, cansada ya del tema, no ha dudado en enviarles una advertencia.

“Estoy cansada de insultos a mis amigas, a mi familia (a mi abuela, a mi madre e incluso utilizando fotos de mi hermano pequeño que tiene 6 años…) simplemente por tener una relación”, comenzaba escribiendo en un largo texto que compartía en sus stories.

“A partir de hoy empezaré a tomar medidas legales. Acepto críticas pero basta de chismes inventados. No entiendo por qué tanto tiempo perdido en crear cuentas falsas simplemente para acosarme con nombres ridículos”, añadía con patente malestar.

Continuaba con una crítica al uso equívoco que muchos hacen de las redes sociales: “No se han facilitado para esto, sino para tener más a mano las cosas que nos gustan. No entiendo por qué tanto tiempo perdido en crear cuentas falsas simplemente para acosarme con nombres ridículos”.

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Aunque el texto iba especialmente dedicado a sus haters, no ha querido olvidarse de los que, por otro lado, le muestran su cariño y su apoyo. “Aun así me quedo con lo buenos que sois todos los que me apoyáis y hacéis críticas con sentido, está claro que no soy perfecta porque soy una persona. Una cosa son críticas y otra es acoso y ensañamiento. Y que me lo hagáis a mí todavía, pero a mis seres queridos, no. Vivan y dejen vivir”, terminaba diciendo.