Día de la Música: conversaciones de música y vida con 10 de artistas
Hablamos con Brisa Fenoy, Miss Caffeina, Ana Mena, Charlotte Vega, Tomasito, Alba Messa, Natalia Lacunza, Aarón Roux, Ana Guerra y Ricky Merino
¿Qué es la música para ti, querida persona que estás leyendo la web de LOS40? Seguro que muchas cosas, que aquí venimos a hablar de música. Y precisamente eso es lo que hemos hecho con una selección de los artistas que más petan del momento: preguntarles qué significado le encuentran a la música en sus vidas y sonsacarles ideas, recuerdos, sensaciones y recomendaciones. Porque la música une, mueve y conmueve como pocas cosas en esta vida. Feliz Día de la música.
Brisa Fenoy nos cuenta que ella cree que la música mueve el mundo de esta forma arrolladora porque “conecta mucho con nuestro sistema más primario, con el cerebro reptiliano. Al final, los bombos, la música, los sonidos son como nuestro corazón. De la industria del entretenimiento o de las artes es la que más llega, la más rápida, la más efectiva, en la que siento que los mensajes calan más. Una película muda sin música no te hace llorar”, y añade que “Una película con música te hace llorar o emocionarte. La música es lo que le da volumen a la vida”.
De hecho la emoción es también lo más destacable para Alberto Jiménez y Sergio Lastre, Miss Caffeina: ”Yo creo que es el arte que más une. Es muy visceral. No hace falta nada para que una canción te emocione, un ritmo te haga bailar o una balada te haga llorar. No hay que se experto en nada ni tener una formación para sentir cosas con la música. En otros ámbitos del arte sí que tienes que entender un poco más”, afirma Alberto. “Puedes ir al Museo del Prado y no emocionarte, pero es muy raro que no encuentres una canción que no lo haga. Siempre hay un tema con el que te vas a identificar y emocionar. En el Prado puedes pasar por ahí y que nada te emocione”, explica Sergio.
Algo parecido le pasa a Ana Mena: “Al fin y al cabo, transmite sensaciones e historias. La gente se siente identificada con las cosas que cuentas. A mí me puede cambiar el día una canción que escuche. Puedo estar triste, levantarme por la mañana, ponerme un tema y cambiar el chip. También lo contrario: si, de repente, quiero recrearme en algo malo que me ha pasado, me pongo una canción y expulso todo. La música es un sentimiento. Está creado por personas que han puesto toda su alma. Eso se transmite y se siente”, cuenta la artista.
Sensaciones, evocación y una forma de vivir
Todo eso es la música. Incluso “la vida entera”, como asegura Ana Mena: “Me cambia el día. Mi manera de transmisión y de contar las cosas es a través de las canciones. Es mi manera de transmitir, de expresar, de descubrir, de jugar… al fin y al cabo es mi forma de ser feliz. Nunca me he imaginado haciendo otra cosa. Es mi vida”. Contundente. A Charlotte Vega, además, le hace viajar: “para mí la música puede ser muchas cosas, puede ser un viaje sobre todo cuando necesito escapar de lo que estoy viviendo en ese momento o incluso sentirlo más todavía. Siempre que estoy triste, soy un poco masoca y me pongo canciones tristes. Si estoy en el gimnasio me pongo música que no escucharía yo en mi habitación: me puedo poner un poco de techno, un poco de rap... La música representa para mí las emociones y cómo sentirlas a un nivel más profundo, y también un viaje, como las películas…”, explica.
Y recuerdos, muchos recuerdos…
Dicen que los olores son las sensaciones que graban los recuerdos con más fuerza, pero la música debe de estar ahí ahí, porque es un gran catalizador de recuerdos. Momentos memorables son, por supuesto, las primeras veces (musicales) y los pinitos más precoces. Si le preguntas a Tomasito cuál es el mejor recuerdo que tiene de la música te responderá: “mi mejor recuerdo musical me lleva a 1985: tenía 13 años y actuaba por primera vez en el Teatro de Canasteros. ¡Figúrate! Mi primer bolo en Madrid, sobre el mismo escenario en el que habían actuado Lola Flores o Rocío Jurado. Ahí empezó mi carrera, fue un día grande…”, rememora.
Alba Messa echa mano de la memoria con gran nitidez: “si trato de echar la vista lo más atrás posible en mi vida, la música ya está ahí. Yo me recuerdo a mí misma con muy muy pocos años jugando y cantando, casi siempre hacía las dos cosas a la vez, de hecho tenía una afición de cantar todo lo que veía o pensaba, canciones infinitas improvisadas en ese momento. También tengo un recuerdo con 4 años, jugando debajo de la mesa del salón, estaba cantando y fue la primera vez que a mis padres les llamó la atención, recuerdo cómo mi padre fue a buscar a mi madre para que me escuchase. Esa fue la primera vez en que mi padre y mi madre vieron posibilidades o aptitudes musicales en mí, y a partir de ahí me hicieron más caso, me apuntaron a clases de guitarra, de solfeo, me buscaron profe de canto y siendo un poquito más mayor me acompañaban al karaoke para que pudiese cantar allí todo lo que quisiese”.
También el recuerdo de Aarón Roux implica a sus padres: “recuerdo que siendo bastante pequeño les volvía locos con la canción ‘Gonna Make You Sweat (Everybody Dance Now)’: me la ponía todo el tiempo y hasta inventé una coreografía que representé delante de ellos y de mis amigos en el colegio. Es una canción que me sigue pareciendo que tiene el estribillo perfecto”.
Ana Guerra tiene muchos recuerdos con la música, pero el primero es de cuando se dio cuenta de que se quería dedicar a la música. “Ocurrió cuando vine a Madrid con mis padres y compraron las entradas para el musical de 'La Bella y La Bestia' en Gran Vía. Yo era muy chiquitita, tenía mi sillita para elevarme porque no veía de lo pequeñita que era. A la mitad del musical empecé a llorar, pero no tenía ningún sentido que lo hiciese. Mi madre me preguntó qué me pasaba y yo le dije que quería estar en el escenario y no sentada. No entendía por qué tenía que estar en el público cuando lo que a mí me apetecía era estar sobre el escenario”, expone. ¡Eso es precocidad!
Ricky Merino tiene recuerdos muy pop: la primera memoria que le viene a la cabeza es con sus hermanas en el salón de su casa “escuchando a Take That a todo volumen. De hecho mis hermanas grababan con casetes cuando sonaban en la radio y lo escuchaban a todo trapo. Es un recuerdo que tengo muy marcado”, cuenta. “Y tengo también otro recuerdo muy bonito: me acuerdo de ir con mi madre a una tienda de discos y comprar el primer álbum de las Spice Girls. Esto iba a ser como un regalo que les hacíamos a mis hermanas, pero en realidad era un autorregalo que me hacía a mí mismo”, admite.
Pero, ¿quién no ha estado en su casa escuchando música al 100% de atención y como si fueran a hacerle un examen después? Es precisamente lo que le viene a la cabeza a Natalia Lacunza: “mi primer recuerdo es en el salón de mi primera casa escuchando a Queen o a Cara Dillon, una cantautora no muy conocida pero bastante guay”, cuenta.
¿Y si la música fuera una persona con la que poder hablar?
Pues mirad, varias de las personas dedicadas a la música con las que hemos hablado para este reportaje coinciden en que le dirían una cosa: GRACIAS. A esta respuesta se abonan Brisa Fenoy: “le agradecería el que exista, el que esté viva, porque es el motor que nos conecta con todo, con nosotros mismos y con el mundo”; y también Miss Caffeina, Aaron Roux, Ana Mena, o Tomasito. Ricky Merino se dirigiría a ella de esta forma: “gracias por haber sido mi madre. Es lo que me hizo nacer en los 90, lo que me dio la vida y las ganas de desarrollarme. Así que le diría: ‘mamá música, gracias’”. Casi nada.
La sensación de agradecimiento vital sobrevuela en las respuestas, ¡y hasta hay peticiones de matrimonio a la música! Natalia Lacunza espetaría un “te amo, cásate conmigo” - puritito crush- y Alba Messa se abriría en canal y se confesaría: “que me siento muy feliz a su lado, que la libertad que me aporta me hace mucho bien, y que aunque muchas veces me rayo queriendo hacer con ella las mejores canciones posibles, sin duda es la relación más sana que he tenido con nadie jamás. Así que... ¿te quieres casar conmigo? (risas)”. Eso es amor...
Radar: qué escuchan y recomiendan
Porque además de hacer música obviamente también amenizan sus oídos con propuestas de otros artistas. Tomasito cuenta que escucha de todo: “trap, flamenco, rock, house, indie… Por supuesto recomiendo mucho el flamenco y, en general cualquier cosa apasionada. Me encanta toda la experimentación que hay en este momento y abrirme a todo”, cuenta. Aarón Roux confiesa que le ha dado por la Steve Miller Band; y Alba Messa, por su parte, cuenta que “últimamente estoy descubriendo a muchas artistas femeninas que me flipan. Me he hecho una playlist titulada "Ellas" que escucho en bucle. En ella hay canciones de Yas, Marina, Christine and the Queens, Carly Rae Jepsen, Lizzo, Ariana Grande... y 'Sunrise in the east' de Becky Hill que me tiene loca”.
¡Que no pare la música!