Especial
Alberto Chicote vive su propia ‘pesadilla en la cocina’
Por culpa de Dani Mateo
Te lo vas a comer, es el programa que Alberto Chicote emite en La sexta con la misión de investigar grandes delitos que se cometen en el ámbito culinario. En el último programa trató el caso de las almejas contaminadas que los furtivos cogen en Portugal y venden en España o Francia sin ningún tipo de control.
“Cuando te encuentras en un poblado de chabolas, enorme, al lado de la playa de Lisboa, donde se mueven miles de kilos de producto contaminado, no hay nada que lo pueda superar”, aseguraba sobre su última investigación. Y admite que en casos así no se pone tan gallito como en Pesadilla en la cocina: “Yo cuando hay armas por medio, como que paso de preguntar”.
Dale al play si quieres enterarte de algunos detalles de esta operación almeja. Y, de paso, échate unas risas con las pesadillas a las que le ha sometido Dani Mateo en la cocina de YU. Le ha propuesto varias situaciones de pesadilla para ver cómo las gestionaría.
Estás en tu casa. Llaman al timbre y es Arkano que te dice ‘papá’.
Lo peor de todo es cuando me empieza la gente a decir en twitter ‘eres como Arkano, eres como Arkano’, yo que soy muy paleto para estas cosas lo primero que tuve que hacer era meterme en internet y ver quién era Arkano y, hostias, la verdad es que tenemos un aire.
Momento más incómodo como cocinero.
Me voy a Mallorca a dar unas clases hace unos años. Vuelvo y me llega a los dos días una invitación para ir a una presentación de productos mallorquines y pienso, ‘tendrá algo que ver’. Llego allí y una sobrasadita, un poco de queso, un poco de aceite y me llega un señor que me dice: ‘Hombre, Alberto, ¿cómo estás?’, ‘bien, bien, encantado y tal’. Y me dice ‘¿me conoces, no?’. Ni idea, como había estado en Mallorca hace unos días, ‘sí hombre, nos hemos visto en Mallorca hace unos días’. ‘De eso nada, soy tu mejor cliente’. Cuando yo trabaja en Nodo, este era un señor que se llamaba Alberto Tamayo, que era peluquero, que siempre venía con gente super conocida y yo no salía a saludarle porque no me gustaba molestar a nadie. Venía como dos veces por semana. A mí me decían ‘está el señor Tamayo’ y yo lo cuidaba. Pero aprendí una lección, ahora cuando me dicen ‘¿me conoces?’ digo ‘no’. Ya no engaño a nadie.
Estás tranquilamente en tu restaurante y un cliente ha pedido muchos platos y cuando termina te dice que es un influencer muy famoso y que si no le invitas te pone a parar en su cuenta.
Ya puede ir empezando a escribir. Eso mismo ya me ha pasado y lo previo ‘soy un influencer famoso, quiero ir a tu restaurante y que me invites’, así, de frente, me ha pasado muchas veces y siempre digo que no. Cuando me dicen ‘tengo un blog’ les pregunto, ‘¿de qué color es el bloc ese?’. Y me dicen, ‘no, un blog de internet’. Yo me quedé en el blog ese que tenía azul Aznar. No me gusta ese tipo de ecuación, si quiero invitar a alguien invito a quien me sale de las narices.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...