Black Shark 2 El móvil que quieres para jugar
¡Cuidado con el tiburón! Que muerde...
Tan sólo unos meses después de tener entre manos el primer 'Black Shark', Xiaomi lanza el sucesor del exitoso móvil para juegos, y está hambriento por tener su cuota de mercado. Últimamente hay competencia en el ámbito gaming, con ejemplos como el ASUS Rog Phone o el Razer Phone 2, pero los Black Shark tienen ventaja por su precio.
El Black Shark 2 se puede encontrar desde 549 euros en su versión de 8GB de RAM y 128GB de almacenamiento, hasta los 649 euros para la de 12GB/256GB. Y eso pese a tener un Snapdragon 855, y mejorar al anterior modelo tanto en sus altavoces como en su pantalla que ahora es AMOLED en vez de LCD.
La pantalla ha subido su tamaño de 5.99 pulgadas a 6.39, con resolución FullHD+, AMOLED como ya hemos comentado, el súmmum actual. Tenemos el lector de huellas en pantalla, altavoces estéreo y doble cámara trasera, con el tirador principal de 48MP. No tenemos jack de auriculares ni NFC o carga inalámbrica, y la batería es de 4.000 mAh.
Es algo más grande que el original, y pesa unos 15 gramos más, pero es algo más fino en contraposición. El diseño nos parece algo más refinado. La cámara frontal es de 20MP y la relación de aspecto es la normal es los teléfonos de este tamaño, 19.5:9.
En general, parece que el diseño lo haya realizado Batman, por los colores y formas. El control de volumen está a la izquierda, y a la derecha tenemos el botón de encendido y el botón que nos envía al centro de juegos. En la base el puerto USB-C y a ambos lados luces que se iluminan cual discoteca. No hay puerto de auriculares pero se incluye un adaptador, menos da una piedra.
El Black Shark 2 no tiene la frecuencia de refresco de pantalla de sus competidores, como los 120Hz del Razer Phone o los 90Hz del ASUS ROG, pero asegura tener la mejor respuesta al toque en pantalla, con 240Hz y un tiempo de 43.5 milisegundos. Al final todos ganan en algo. Imaginamos que hay que ser un jugador empedernido para notar la diferencia en esos aspectos.
Las opciones de pantalla incluyen un 'Modo cine', un 'Modo natural' y uno llamado 'Comodidad de ojo', que cambia los tonos de azul y la calidez, que protege más la vista.
Existe también un modo 'Video HDR' y un 'Modo súper cine', que sube el framerate y optimiza la calidad de video. También sube la saturación cuando estamos viendo videos y jugando. Todo esto da una pantalla mucho mejor que la de su predecesor.
Con su batería de 4.000 mAh, una pantalla AMOLED y un Snapdragon 855, en este aspecto las cosas pintan muy bien. Viendo 90 minutos de video a brillo máximo gastamos menos de un 10% de batería, sorprendente por el tamaño de pantalla
En cámaras tenemos la principal de 48MP con apertura f/1.8, y una secundaria de 12MP con apertura f/2.2 con zoom 2x, pasando como una bala al Black Shark original y compitiendo con otros topes de gama del mercado.
Tenemos un montón de modos para usarlas: Cámara lenta, video, retrato, panorámica, auto HDR, alto contraste, etc. Con buena iluminación tendremos fotos realmente excelentes. En lo que respecta a selfies, con 20MP, el tirador frontal es muy sólido, con un modo belleza que si lo vemos excesivo lo podemos bajar un poco.
Podemos grabar video a 4K, con estabilización electrónica de imagen, y el resultado es muy bueno con las condiciones apropiadas de luz, pero tampoco flaquea demasiado si las condiciones no son las adecuadas, aunque hay bajones en las zonas oscuras.
En la interfaz, que es muy limpia, tenemos un modo para juegos, donde controlamos bastantes opciones, desde lo que aparece en las ventanas cuando seleccionamos juego, optimizaciones de voz, retransmisión en vivo, bloqueo de brillo, etc.
También tenemos la opción de cerrar todos los procesos que estén en segundo plano mediante una pulsación de botón, para así poder estar atentos completamente a los juegos. Es una experiencia muy parecida a la interfaz que tendríamos con 'Stock Android', el móvil está diseñado con la idea de que jugar es lo importante, así que el resto no sobra, pero casi.
Con el Snapdragon 855 y sus configuraciones de memoria y almacenamiento, el Black Shark 2 no sorprende al mover cualquier juego 3D sin ningún tipo de problemas. El móvil se mantiene fresco con un mecanismo de enfriamiento y tiras de grafeno, así que se maneja el calor de forma esplendida.
Igual que en el Black Shark 1, no tenemos NFC, raro en un móvil de estas características, pero tenemos Wifi, 4G, Bluetooth 5.0 y el puerto USB-C en la base. El lector de huellas funciona bastante bien, pero no en los niveles del Huawei P30, por ejemplo.
En lo que respecta a jugos, os podéis imaginar que es el gancho del móvil. Se puede hacer overclocking en algunos aspectos de su rendimiento, como la utilización de CPU y GPU, pudiendo forzar el HDR, la saturación, la nitidez, y más aspectos.
El teléfono también posee un par de altavoces frontales, casi imposibles de cubrir mientras jugamos, de alto volumen, para completar la inmersión. Podemos usar gran cantidad de accesorios, como joysticks, para controlar mejor los juegos.
En fin, el Black Shark 2 no es perfecto, hay algunos problemillas con la respuesta de la pantalla en algunas ocasiones, pero nada grave. Está en el top de móviles para jugar, y si queréis un dispositivo de gama alta que os deje jugar con alto rendimiento a cualquier cosa, por este precio es difícil discutirle nada, puesto que es mejor en todo que su predecesor, y compite en igualdad con los móviles que nombrábamos antes.
