Especial
Los 44 años de ‘Back in Black’ de AC/DC: Así se fraguó el histórico disco
El álbum-homenaje a Bon Scott transformó a la banda en una leyenda del rock y marcó su carrera para la posteridad
Fue a finales de febrero de 1980. Brian Johnson se encontraba en casa de su madre en Newcastle cuando escuchó la noticia. "Recuerdo haber recogido el periódico y haber visto que Bon estaba muerto y me sorprendió que fuera una noticia tan pequeña", dijo en su momento poniendo los ojos en blanco, como cuenta la revista Loudersound. "Y la prensa lo trató con tanto desprecio… con ese tono de '¿Qué esperabas?’… Fue jodidamente horrible...", continuó.
En ese mismo momento, Malcolm Young estaba en Londres, intentando que se le ocurrieran nuevas ideas para el próximo álbum de la banda. "Angus y yo ya habíamos escrito algunas cosas en la carretera y estábamos discutiendo algunas cosas”, decía sobre esa etapa. "Bon era un poco mayor que nosotros, pero estaba recargando sus baterías. Se le veía muy bien. Entonces, un par de días más tarde ¡bang! Fue un shock total”, recuerda.
Malcolm sigue recordando la vuelta al trabajo después de la muerte de Scott. "Estábamos de vuelta en Londres, y Angus y yo estábamos sentados sin hacer prácticamente nada, ni siquiera estaba tocando la guitarra". Y, finalmente, dijimos: “Solo juntémonos por nosotros mismos, al menos toquemos nuestras guitarras juntos y tratemos de superarlo”. Sin presión, admite, ocurrió todo, únicamente con el objetivo principal de tratar de superar la pérdida.
Después de la brutal escalada del éxito comercial de Highway To Hell (su primer álbum de un millón de copias vendidas) y el impacto repentino y escalofriante de la muerte de Bon, la banda, con la bendición de su madre, comenzó la reconstrucción. El legendario productor Robert John 'Mutt' Lange ya estaba también a bordo. Aunque toda la banda admitiría más tarde sus frustraciones al trabajar con un productor tan meticuloso, ninguno discutió que su papel fue fundamental.
La maquinara volvía a estar en marcha. El mánager de la banda gestionó un proceso de audiciones para encontrar un sustituto, y fue el 8 de abril, después de dos meses de casting, cuando dieron con el británico Brian Johnson. En este momento, después de arrancar con los ensayos nuevamente, se lanzaron a la grabación de su séptimo disco lejos de sus locales habituales, para evitar la nostalgia: viajaron a las Bahamas.
Mientras que gran parte de la música y las melodías se habían escrito en la carretera y en los ensayos en Londres, la mayoría de las letras del álbum las escribió Brian, y luego serían editadas por los hermanos Young. Malcolm y Angus (e incluso George) habían ideado todos los títulos de las canciones, y luego dejaron a Johnson la labor de llenar los huecos.
El disco, que se terminó de perfilar en Nueva York, fue desde el primer momento un claro homenaje a Bon Scott, aunque no se mencione como tal. Un ejemplo de ello es el tema Have a Drink on Me (Tómate una a mi salud), un brindis manifiesto a la figura del ex miembro de la banda, y el color negro que envuelve la carátula del álbum, un luto que la discográfica no quería en un primer momento y por el que tuvieron que pelear con uñas y dientes.
El álbum fue un éxito inmediato, llegó al número 1 en Australia, el Reino Unido y Francia y llegó al número 4 en los Estados Unidos. No solo mejoraba después de cada escucha, sino que años después de su lanzamiento todavía se sigue vendiendo con fuerza.
Si bien las voces de Johnson estaban más arraigadas en el soul y el blues que las de Scott, tenía un rango vocal similar, y fue capaz de interpretar el mejor recuerdo de Scott de la banda en concierto, manteniéndose fiel al sonido original con su propia voz.
"Fue realmente genial porque no tuvimos que abandonar ninguno de los clásicos", dijo Johnson. "Todavía podemos hacer Highway to Hell, Whole Lotta Rosie, For These About to Rock, cualquiera de esas grandes canciones, además de todas nuestras novedades. Así que realmente tenemos mucho material de donde sacar cada vez que tocamos".
Y la utilidad de Back in Black se extendió más allá de la música. Por ejemplo, Motörhead usó el disco para sintonizar su sistema de sonido, y debido a su producción, algunos estudios en Nashville lo han usado para probar la acústica de las salas. Además, You Shook Me All Night Long fue una de las canciones que el ejército de los Estados Unidos usó en la ciudad de Panamá el día de Navidad de 1989 para convencer al dictador general Manuel Noriega de que se rindiera.
Y un dato no menor, Back in Black es uno de los álbumes más vendidos de todos los tiempos. Hasta la fecha, el disco ha vendido 50 millones de copias en todo el mundo.
Daniel Garrán
Jefe de producto de LOS40 Classic