Especial
Los dorayakis de Doraemon guardan un inesperado secreto
Admítelo, tú también querías uno de esos
El gato cósmico se convirtió en uno de tus mayores acompañantes durante la infancia. No había qué ni quién que interrumpiese tu hora para ver a Doraemon y Nobita en pantalla cuando lo emitían religiosamente en algún canal autonómico.
El robocóptero, el amor infinito por Shizuka o la venganza de Gigante son algunos de los elementos que recordarás por y para siempre en tu mente. Pero hay algo que, aunque te resultaba inalcanzable, también se ha grabado en tus recuerdos: los dorayakis.
Ese famoso dulce japonés con el que Doraemon estaba obsesionado. Por si no lo sabías, el dorayaki está formado por dos capas de bizcocho en forma redonda rellenas de anko. Y aquí viene el misterio. Anko no es chocolate.
Admítelo, tú también dabas por hecho que lo que se escondía dentro de este delicioso dulce era una crema de avellanas y cacao que hacía que tu saliva incrementase a niveles insospechados. Pero no es así.
El anko es una pasta de judías dulces, o en ocasiones, de castaña. Esa es su receta tradicional. Sí es cierto que inusualmente, en algunos lugares de Japón, lo rellenan de fruta, mermelada o chocolate, pero el ingrediente originario es la masa de judías o castañas dulces.
Según explica Columna Zero, la palabra dorayaki proviene de dora (gong) y yaki (a la plancha). La leyenda dice que su origen se remonta al año 1914, cuando un saumrái se olvidó de su dora en la casa de un granjero en la que se había escondido. Allí, el granjero encontró su instrumento de percusión (gong) y lo utilizó para freír tortitas. A éstas las denominó dorayakis.
Años más tarde, un gato cósmico apareció en pantalla para comercializarlo por todo el mundo y convertirlo en uno de los dulces japoneses más demandados.
Laura Coca
Redactora de LOS40 y LOS40 Urban. Probablemente cuando leas esto estaré viendo vídeos de gatitos, escuchando...