Karol G: “No quiero ser una estrella”

Karol G es uno de los nombres femeninos imprescindibles de la escena urbana de estos tiempos. Rodeada de paisanos que triunfaban como Maluma o J Balvin, esta colombiana ha logrado hacerse un hueco en un género donde lo masculino predomina.

Pero que nadie piense que el éxito se le ha subido a la cabeza porque parece que tiene la cabeza muy bien amueblada y las ideas muy claras: “Una de las pocas cosas que tengo claras en mi vida es la gran diferencia entre ser una estrella y ser un artista”.

Acaba de confesar que “no quiero ser una estrella” y tiene motivos para haber llegado a esta conclusión. No quiere ser una estrella “porque las estrellas se apagan cuando más brillan”.

Está claro que en toda carrera artística hay altos y bajos por mucho éxito que tengas y ella, pese a su juventud, parece que lo han pensado sobre el tema. “Tengo muy claro el largo camino que falta por recorrer para ser un icono que trascienda de generación en generación; pero sí tengo toda la disposición y la entrega para conseguirlo”, asegura.

Desde luego no es una mujer que se rinda fácilmente. Ha luchado por ocupar el lugar que ahora le han dado y su intención es conservarlo. Siempre está dispuesta a aprender y haber compartido escenario con Gloria Trevi parece que le ha hecho pensar mucho.

“Estar al lado de esta gran mujer, en pocos días, me ha abierto los ojos a muchas cosas por aprender, ha logrado que yo misma quiera exigirme más, mucho más y aún más y me ha regalado una inspiración inimaginable”, confesaba.

“Cada gira que empiezo es una experiencia mágica. Ésta me trae un sentir nuevo, muy especial y diferente, un público por conquistar y una maestra increíble de la cual quiero aprender. El año pasado tuvo la gira latina más exitosa en venta de tiquetes en Estados Unidos y este año pensó en mí, en que mi show podía sumar y en que juntas podíamos hacer historia también”, explicaba en redes.

“Gloria Trevi, es todo un honor para mí. Mi gratitud, admiración y respeto hacia ti son infinitos”, terminaba reconociendo.

La destinataria de estas palabras no pudo por menos que contestar: “Ay niña! Qué bonito te hicieron en el cielo, pero en tu corazón capricharon…te deseo de todo corazón que todos tus sueños se hagan realidad porque tú sabes qué hacer con el éxito, sabes agradecer y sabes amar y quieres ayudar y si para eso, para servir! A Dios y a ese público que confía en ti”.