Esta es la escena totalmente improvisada de Joker
La película de Joaquin Phoenix arrasa en todo el mundo
Todd Phillips y Joaquin Phoenix han conseguido una pequeña revolución en Hollywood con la película que narra los orígenes de uno de los villanos más icónicos de DC, Joker. La crítica se ha rendido a los pies de este pequeño festival de cine de dos horas y, sobre todo, se ha aplaudido el trabajo actoral de Phoenix que ya suena como uno de los candidatos seguros al Oscar.
Un trabajo actoral para el que el actor perdió más de veinte kilos de peso y hasta estudió las risas de personas mentalmente trastornadas mediantes grabaciones. Y no solo eso pues ahora hemos sabido que una de las escenas más turbadoras del largometraje fue una completa improvisación del protagonista que el director decidió dejar así en el montaje final.
Obviamente, si no has visto la película es mejor que no sigas leyendo.
Tras el incidente del metro que consigue encender la mecha del mundo entero y convierte a Joker en lo que es, Arthur Fleck se encierra en uno de los baños de la estación y comienza a bailar los compases de la chelista Hildur Guonadóttir como en una suerte de ceremonia de celebración del crimen que acaba de conocer.
En un primer momento, según palabras del director de la película, la escena iba a ser totalmente distinta a lo que vimos. Arthur Fleck, afligido ante lo que acaba de hacer, vomita en uno de los baños y se retira el maquillaje de payaso que lleva en la cara preguntándose el porqué de lo que ha hecho.
Finalmente parece que el director y el actor consiguieron idear esta nueva manera de afrontar la transformación de Fleck en el Joker y, visto lo visto, parece que fue una excelente idea.
Joker lleva recaudados más de 550 millones de dólares en todo el mundo con tan solo dos semanas en la cartelera.