La razón por la que Victoria Federica no pudo quedarse con su cerdo vietnamita
La hija de la infanta Elena tuvo que despedirse de su mascota
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Victoria Federica se ha convertido en uno de los personajes de la familia real que más curiosidad desprende. La hija de la infanta Elena y de Jaime de Marichalar es la protagonista de la publicación de noviembre de Vanity Fair. De hecho, es la protagonista de la portada, donde aparece abrazando a su abuelo, el rey emérito Juan Carlos. Es más, esa imagen es la que utiliza en su perfil de WhatsApp, tal y como asegura la revista.
Victoria, que hasta ahora había estado eclipsada por las noticias de su hermano, ahora se ha convertido en toda una creadora de tendencias. Con 19 años, esta joven royalty, hace lo propio de su edad: sale con sus amigos de fiesta, se va de compras y acude a clase.
Pero su hay una anécdota que nos ha llamado la atención del reportaje, es la que tiene que ver con el cerdo vietnamita que le regalaron el pasado junio en su puesta de largo. Lo conocimos gracias a que casi todos los asistentes de la fiesta se quisieron echar fotos con él. Envuelto en una bandera de España, con la cabeza negra y el lomo rosita, se convirtió en uno de los protagonistas de aquella noche.
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Pues bien, tal y como señala Vanity Fair, aquel cerdito al que llamaron Rodrigo I de España, terminó viviendo en una granja escuela. ¿La razón? Desde el pasado mes de marzo, la nueva normativa aprobada prohíbe tener este tipo de animal como mascota. Esta prohibición se debe a la expansión incontrolada de la especie que se produce cuando sus dueños los abandonan.
De este modo, sabemos que Rodrigo I de España se encuentra felizmente junto a otros cerditos.
