¿Qué es una rave?
Las historia de estas fiestas clandestinas
Para muchos son las fiestas de las fiestas y, para otros, son desconocidas repletas de mitos y rumores a su alrededor. Música electrónica, baile al margen de la ley, secretismo, consumos poco adecuados, horas y horas de duración…las raves son mucho más que esto.
Lo cierto es que el término rave vio su expansión en Londres en torno a los años ochenta para describir fiestas salvajes. Una celebraciones con un origen de protesta ante los horarios tan poco flexibles que existían en el ocio nocturno de la época. Al contrario de lo que muchos puedan pensar hoy en día que implican las raves, las siglas P.L.U.R.R en inglés sientan las bases de estas fiestas y significan: Paz, Amor, Unidad, Respeto y Responsabilidad.
Por definición, entra dentro de su carácter clandestino que sean en sitios abandonados, como fábricas o cualquier tipo de infraestructura que esté alejada del bullicio y sea de gran tamaño. Sea como sea, suele ser de difícil acceso y apartado con el fin de no molestar y se pueden encontrar desde en túneles, hasta en mitad del campo.
La música electrónica goza de un protagonismo especial en este tipo de eventos. Igualmente, no son fiestas única y exclusivamente de techno. Perfectamente se podría escuchar trance, house, incluso reggae o punk. Lo que sí que tienes que tener claro que es la música comercial no va a sonar en una rave. En cierto modo, porque no tendría sentido organizar una fiesta de estas características, al margen de lo previamente estipulado, para escuchar la misma canción que ponen en la discoteca de moda.
Puede que esto sea lo más repetido en torno a las raves y el comentario que más enfada a todos los que acuden simplemente porque les gusta el ambiente o porque solo encuentran la música que les gusta en ellas. Haberla, la hay, no vamos a poner la mano en el fuego por nadie. Pero, bien es cierto que no es en el único entorno en el que se consumen sustancias de lo más variadas. Como siempre, la opción es personal.
La prohibición de las raves es un debate que siempre ha estado abierto. Desde que su número aumentó tras el endurecimiento de las medidas contra el botellón, hasta aquellos que piden que no se realicen en espacios naturales. Los últimos en declarar la guerra a las fiestas clandestinas han sido los franceses y es que, el senado del país galo terminó el mes de octubre aprobando una propuesta para una "ley anti raves". La polémica, como siempre, está servida.